¿Cómo es que las personas terminan en el infierno?


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 En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús explica cómo es que las personas terminan en el infierno.
Muchos católicos se confunden con esto. Se nos ha enseñado que inmediatamente después de nuestra muerte nosotros "recibimos" nuestro Juicio Particular (es decir, personal) y que nuestra alma va inmediatamente a su recompensa o al castigo. Pero si no entendemos el significado divino de "recibe," asumimos que nuestro destino queda enteramente en el Juez (Jesús); y cómo él escoja sentenciarnos.

Asumimos que Dios o nos dará el cielo (con el purgatorio primero si nosotros no somos perfectamente santos cuando morimos) o nos dará el infierno (si hemos cometido pecado mortal sin arrepentirnos o sin ir a la Confesión y/o si rechazamos la creencia en Jesús).

Y es por esto, nosotros tenemos la impresión de que Dios es un padre duro que está ansioso de castigar a sus pequeños hijos malos, y después asumimos que si algo malo nos sucede es porque somos malos y Dios nos castiga. Y en esta predisposición nosotros tememos eso, porque nosotros no somos perfectos, y quizás perdamos nuestra salvación. Y (odio admitir esto) esperamos que los pecadores impenitentes que nos irritan demasiado finalmente reciban de Dios, sus justas recompensas de la condenación infernal. ¿Verdad?

No esperas realmente que este mundo, a causa de su creciente inmoralidad, ¿pronto sea castigado severamente por medio de una intervención divina? Hasta cierto punto a todos nos gustaría ver que los malhechores sean castigados. Pero Jesús no vino a condenar al mundo. Él no tiene que hacerlo. Nosotros somos los que nos condenamos. El infierno NO es lo que Dios quiere para los malhechores; eso es lo que ellos quieren para sí mismos.

Cuándo nosotros nos morimos, Jesús viene a nosotros y vacía nuestras mentes (nos deja "ver" la película de nuestra vida) y nos daremos cuenta de todas las ideas equivocadas cómo vivimos nuestra vida y entenderemos quién es él realmente. Entonces, comprendiendo completamente esto, nosotros recibiremos lo que deseamos. Si queremos ser como él, entonces seremos purgados de todo lo que no es como él, camino AL CIELO. Si preferimos NO ser como Cristo, y nosotros NO queremos vivir para siempre con él; Dios nos dará lo que nosotros deseamos. EL INFIERNO.

Dios no sentencia a nadie al infierno, porque Jesús tomó el castigo por nosotros y por el mundo entero. Dios no rechazará a nadie que quiere vivir con él para siempre, pero tampoco rechazara nuestras decisiones de libre voluntad. Es por esto que él agregó: "Quien me rechace y no acepte mis palabras será juzgado - no por mí - sino por la palabra que yo anuncie".
¿Cuál es la palabra que condena a las personas? "Te amo. Yo realmente, realmente te amo. Te amo tanto que yo morí por ti". Rechazar eso es preferir el infierno.  

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Miércoles de la Cuarta Semana de Pascua
24 de abril, 2013
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
© 2013 por Terry A. Modica
  
Cielo
Bendicion
Las Bendiciones


"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...

Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.     Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.
 

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

 
Lecturas del Día:
 
Hechos de los apóstoles (14,21b-27)
Sal 144,8-9.10-11.12-13ab
Apocalipsis (21,1-5a)
Juan (13,31-33a.34-35)





¿Qué prodigios te acompañan?



 
 
 
Tu eres santo
    
¡Jesús dice, en la lectura del Evangelio de hoy, que "estos prodigios" acompañarán a los cristianos, y él lista algunos prodigios realmente asombrosos! El también menciona otros prodigios a través de los Evangelios. En otras partes del Nuevo testamento, vemos muchos más ejemplos de los prodigios que acompañan a los cristianos, tal como en la primera lectura de hoy. 

Las señales milagrosas nunca deben utilizarse para auto-glorificarse o para auto-placer, ni tampoco para hacernos la vida más fácil. Siempre, son instrumentos de evangelización.
¿Qué clases de prodigios acompañan tu vida cotidiana? ¡(ej. Dije la vida cotidiana -- ah, e ahí el desafío)! ¿Qué te hace notablemente diferente de los no cristianos que te rodean? La palabra "santo" significa ser diferentes del mundo, lo que te aparta de el, pertenecer no al mundo sino al reino de Dios. No significa "divino" ni "perfecto" como nosotros quizás asumimos.

¿Eres santo? Sí lo eres, y explicaré cómo yo sé esto, en breve. ¿Vives tu naturaleza santa? Sí lo haces, cuando te comportas de forma distinta a los no cristianos. Aunque tú y yo no hemos perfeccionado nuestra santidad todavía (y no lo haremos hasta que salgamos de este mundo y terminemos con el purgatorio), SOMOS santos. ¿Y cómo podemos estar seguros de esto? ¡Porque tenemos el Espíritu Santo que vive dentro de nosotros! Nuestros bautismos nos hicieron santos. En el Sacramento de la Confirmación, nosotros renovamos nuestra dependencia del Espíritu Santo para crecer en santidad. 

La pregunta ahora es: ¿Cómo saben los demás que somos santos? ¿Cómo sabe tu esposo -- y los demás que viven contigo? ¿Cómo sabe tu empleador? ¿Si eres un estudiante, saben tus maestros? ¿Sabe tu pastor? ¿Saben tus vecinos? ¿Que tal tus amigos? ¿El empleado del supermercado? ¿Qué tal las personas en la iglesia con quien te relacionas en el ministerio y en la alabanza?
No te sorprendas por la última pregunta. Las divisiones e injusticias que pasan en la vida de parroquia indican que nosotros LOS cristianos tenemos mucho trabajo que hacer para crecer en santidad.

Nuestra fe en Cristo se da a conocer-- y evangeliza a los demás -- por las señales que nos acompañan, es decir, las señales de la presencia de Dios dentro de nosotros. Su amor, su compasión, su sabiduría, su paciencia, su perdón, su humildad, su sanación, sus maravillas - todo esto nos hace muy diferentes al mundo.
¿Cómo saben las personas que TU eres cristiano?  

Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la IV Semana de Pascua
25 de abril 2013
La fiesta de hoy: San Marcos
Oremos por los dones del Espíritu Santo:


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Módica
  

Lecturas del día:

Lecturas de hoy:
1 Pedro 5:05 b-14
Salmo 89:2-3, 6-7, 16-17
Marcos 16:15-20
 
LAS BENDICIONES
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. 

 
Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16



¿Estás en un callejón sin salida?

¿Estás en un callejón sin salida


 ¿Te sientes atrapado detrás de una valla que te mantiene en el exterior de la paz, la alegría, la satisfacción, o la curación? ¿Estás en un callejón sin salida en tu crecimiento espiritual o en la curación emocional o una relación difícil? ¿Es necesario un gran avance?

La lectura del Evangelio de hoy nos dice que Jesús es la puerta de la cerca. Es una puerta abierta. Se abrió hace 2000 años. Él quiere que llegues a la parte celestial de la valla, donde se puede vivir fuera del ámbito de las restricciones terrenales - no sólo cuando se muere, y entrar en la vida eterna, sino también aquí, para que "tengan vida y la tengan en abundancia. " 

¿Qué avance estas esperando? ¿Es algo que parece sin esperanza y frustrante? ¿Cuál es la causa para pensar que un problema que estamos enfrentando podría conducir al desastre y la destrucción? ¿Qué vas a hacer esta semana para seguir más de cerca a Jesús y para que puedas salir de esto con abundante paz?
Cuando nuestros caminos parecen bloqueados, sólo podemos avanzar dejando que Jesús este alrededor y a través de él vencer los obstáculos. Por ejemplo, cuando una relación es dolorosa y tratamos de mejorar, pero la otra persona no quiere hacer el trabajo que se requiere para el crecimiento y la curación, Jesús es nuestra puerta abierta. No sólo nos consuela y llora con nosotros, sino que también nos da lo que no recibimos de la otra persona. A veces, nos lleva a un pasto diferente, sobre todo si esa otra persona es más parecida a un lobo peligroso que a una oveja que está siguiéndonos. 
Cuando Dios nos encarga de hacer algo, y otros nos cierran la puerta a nosotros, Jesús es nuestra puerta abierta. Él nos conducirá a una nueva oportunidad para llevar a cabo el trabajo. Cuando un santo deseo parece no tener salida, en lugar de quejarnos, hay que estar cerca de Jesús y seguir a través de la puerta que está bien abierta, aunque este en un lugar que en un principio no es lo que esperábamos. Hay un camino que tomar antes de que podamos llegar al otro lado de la valla. El ladrón que viene a robar o una masacre que sólo nos pueden llegar cuando dejamos de seguir a Jesús. La desesperación y la preocupación son dos ladrones comunes. Ellos nos roban la paz, la alegría, la satisfacción, y la curación. Pero no son tan poderosos como ellos pretenden ser. Ellos no dicen la verdad. Ellos simplemente están tratando de hacernos olvidar que Jesús es el Buen Pastor y que nos está guiando de forma segura en una vida de abundancia victoria. 
 Reflexiones de la Buena Nueva
Lunes de la IV Semana de Pascua
22 de abril 2013

© 2013 por Terry A. Modica; todos los derechos. Para compartir esto con otros, consulte nuestra página de autorización de derechos de autor.




Familia que reza unida... 




"Familia que reza unida, permanece unida", decía Juan Pablo II.  Y es cierto, pues la familia que se reúne para hacer una oración en común, para pedir a Dios algo especial, hace que Él viva en su familia.


Además, juntarse para rezar es invitar al Señor a la casa.  Él nos invita a visitarlo al menos cada domingo.  Entre semana, también nosotros podemos invitarlo a convivir con nuestra familia.
A casa por lo general se invita a aquellos con quien se tiene mucha confianza, con quien se puede pasar un rato agradable.  De cierta forma, invitar a Dios es como invitar a un gran amigo a pasar un rato en una reunión familiar.
Eso permite ver a Dios como alguien familiar, y no sólo como un extraño al que hay que ir a visitar una vez a la semana.


Lecturas de hoy:
Hechos 11:1-18
Salmo 42:2-3; 43:3-4
Juan 10:1-10 




Consumir más de nuestro Señor







 
Al reflejar en lo que significa comer la carne de Jesús y beber su sangre, considera esto: ¿No somos NOSOTROS también su Cuerpo -- su carne y sangre - para el mundo hoy?

La lectura de hoy contiene la Gran Orden Eucarística. Sin embargo, no debemos ver esto solamente de la perspectiva de ¿"qué gano yo"?, no si queremos ser los seguidores de Cristo que dijo, "los que se alimentan de mí tendrá la vida a causa de mí". ¿Qué clase de vida? ¿Cuál es la diferencia entre tener SU vida y tener la vida con la cual nacimos, la existencia de carne y hueso de los cuerpos físicos que eventualmente pierden su vida? La respuesta se encuentra en quien se beneficia: nosotros o los demás. 

Jesús nos da su cuerpo y sangre en cada Misa para que nosotros nos beneficiemos consumiéndolo, lo que nos une a Él(a su amor, su vida, su ministerio, etc.), que después debe beneficiar a los demás.
Nosotros también lo consumimos fuera de la Misa. Lo atraemos a nosotros durante nuestras oraciones, nuestras interacciones con los demás, e incluso apreciando la belleza de la naturaleza. Él nos alimenta por medio de canciones cristianas y música que inspira. El satisface nuestra sed de desarrollo espiritual.  

Cuando nosotros nos abrimos para recibir la presencia de Jesús fuera de Misa, nos abrimos más completamente a lo que sucede dentro de la Misa. Porque la Eucaristía es nuestro Señor divino que se entrega a nosotros completamente, poderosamente, y milagrosamente, salimos de la iglesia considerablemente cambiados - o más bien ese es el plan. Para que verdaderamente suceda, tenemos que cooperar con el plan de Dios participando completamente en la Misa.

Consumir a Jesús debe transformarnos a su semejanza. Ahora somos también Eucaristías, que significa que estamos listos para ser consumidos por los demás, o para ponerlo más exactamente, nosotros les damos oportunidades de ser alimentados por la Presencia Verdadera de Jesús dentro de nosotros.
Cuándo damos el amor a los demás, ellos reciben el amor de Dios, y cuando no responden a nuestro amor, ellos nos agotan: ¡Somos consumidos! La misma vida eucarística sucede cuando damos nuestro tiempo, habilidades y talentos pero no somos pagados ni recompensados. 

Entre más somos agotados y consumidos por los demás, más necesitamos consumir a Jesús. Yo te puedo decir por experiencia que entre más ocupada estoy, más necesito orar y asistir a Misa diariamente.
Y recuerda esto, que es absolutamente esencial: Por nosotros mismos, no somos el cuerpo y la sangre de Cristo. El cuerpo tiene muchas partes. Si te sientes vacío y agotado, aplastado por las tenciones y desgastado, es porque no le has permitido a Jesús que te llene con todo su cuerpo y sangre, que incluye a las personas que él te ha dado dentro de la comunidad de Iglesia, porque ellos son sus manos, su sonrisa, su abrazo, y su ánimo que nos refuerza y nos renueva.

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Viernes de la Tercera Semana de Pascua
19 de abril, 2013
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
La puerta de la fe
 
  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf.Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzó el pasado 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
                     BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)
  
Lecturas del Día:
Hechos 9:1-20
Salmo 117:1bc-2 (con Marcos 16:15)
Juan 6:52-59
  

 

El regalo del pan vivo







  
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús dice, "soy el pan vivo bajado del cielo". ¿Está hablando solamente de la Eucaristía - o es más que eso? Cuándo él nos enseñó la oración del " Padre Nuestro ", él dijo que debemos pedir a Dios "danos hoy el pan de cada día". ¿Hay una conexión entre el pan de vida y nuestro pan de cada día?

Durante la estadía de los israelitas en el desierto, Dios proporcionó milagrosamente maná cuando se quedaron sin sus propios suministros. Era como ningún otro pan de invención humana. Eran como hojuelas de obleas que aparecían en el suelo cada mañana. Solamente duraban un día y después se pudrían, porque Dios les quiso enseñar a las personas a depender de él diariamente.

Dios desea que nosotros hagamos todo lo que podamos y dependamos de él para todo lo que nosotros no podemos hacer, cada día y a cada momento. En todo lo que necesitamos - ya sea dinero para gastos de mantenimiento o amor paciente para alguien que nos causa problemas - Dios nos extiende más allá de nuestras limitaciones y nos proporciona con sus recursos ilimitados.
Cuando estuve en Nueva Zelanda el año pasado dando retiros, mi anfitrión hizo oración por mi: "Señor Dios, se todo lo que ella necesita para todo lo que ella necesita."  Me gusto como dijo eso.

¿"Comprendes realmente lo que estás leyendo"? Esa fue la pregunta que Felipe le hizo al etíope en la primera lectura de hoy. El funcionario extranjero había terminado justamente un peregrinaje a Jerusalén y ahora él quería crecer más cerca a Dios por medio de las escrituras. Sin embargo, él no conoció a su Salvador hasta que alguien le explico a él que Isaías profetizaba acerca de Jesús.

¿Cuándo oras "danos hoy el pan nuestro de cada día", comprendes lo que estás diciendo? No es solamente pedir a Dios que sea el proveedor de nuestro alimento. Pedimos a Dios que nos ayude a ser más como Jesús, el pan vivo - el Jesús que dijo a sus discípulos que salieran en ministerio sin equipaje, alimento y sin dinero, el Jesús que dependió de su Padre para todo, el Jesús que dijo que no nos preocupáramos por lo que comeremos o beberemos.

¿Entonces por qué oramos como si todo depende de Dios y actuamos como si todo depende de nosotros? ¿Por qué guardamos dinero extra "para futuras necesidades" mientras hay otros que no pueden cumplir con sus necesidades actuales? ¿Por qué pagamos alquiler en lugares de almacenamiento para guardar posesiones que nosotros ya no usamos mientras otros podrían beneficiarse de tenerlas?

Cuándo nosotros actuamos de esta manera, nosotros nos hemos olvidado de que Jesús, que es el pan vivo, es el pan nuestro de cada día. Hemos recibido la Eucaristía, el Pan de Vida, egoístamente, que no es exactamente lo que Jesús pensó cuando él instituyó la Misa.

Alternativamente, cuando vivimos creyendo que Dios es nuestro proveedor, nosotros nos sentimos seguros vaciándonos, como Cristo, para servir a las necesidades de los demás. En este vaciar, nosotros comprendemos más completamente la Presencia Verdadera de Jesús dentro de nosotros, y sólo entonces entendemos el completo significado de la Presencia Verdadera de Jesús el pan vivo, y consagrado del altar.

Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la tercera semana de Pascua
18 de abril 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Módica
 
  
 Reflexiones para el Alma
  
  
 
Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"  
(solo 1/168 parte del tiempo semanal)
Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley

Lecturas del día:

Hechos 8:26-40
Salmo 66:8-9, 16-17, 20 (con 1)
Juan 6:44-51
  

Nuestro enfoque está en el cielo






Nuestro enfoque está en el cielo

San Esteban fue el primero que murió por Cristo.  Su historia en la primera lectura de hoy sucedió en Jerusalén alrededor del año 35 DC.  El era probablemente un Griego hablando judío, y como miembro entusiasmado de la nueva "Manera" (como fue llamada la cristiandad en ese tiempo), él fue elegido por los apóstoles para ser uno de los primeros diáconos.  El predicaba la verdad acerca de Jesús tan valientemente que le costó su vida.

Su valor de proceder en su misión vino de permanecer enfocado en el cielo y en su amado Salvador. Obviamente, él venció su deseo natural de protegerse de la ira de los NO creyentes.  Su enfoque en el cielo también le permitió amar a sus enemigos.  A pesar del dolor intenso de ser apedreado, él oró, "Señor perdónalos," que impresionó a un Fariseo y perseguidor entusiasta llamado Saulo.
No mucho tiempo después, Saulo tuvo una experiencia poderosa de conversión y llegó a ser San Pablo.  Como resultado de la valentía de Esteban, Pablo viajó extensamente a través del mundo para establecer muchas iglesias.  ¿Cuándo ven los demás TU valentía para vivir y compartir tu fe?  Tú probablemente estás bajo estimando lo mucho que ha alcanzado tu testimonio.

Las reliquias de San Esteban fueron descubiertas en el año 415 por un sacerdote de nombre Luciano. El sacerdote fue despertado una noche por la aparición de un hombre vestido de blanco.  La visión lo llamó por su nombre y le pidió que fuera a Jerusalén y le dijera al obispo que abriera su tumba y las tumbas de varios sirvientes de Dios. Por medio de esto, la aparición dijo, Dios dirigiría a muchos a la conversión.

Identificándose como Gamaliel, "el que instruyó a Pablo," él Ángel dijo a Luciano que el cuerpo de San Esteban sería encontrado fuera de la ciudad más allá de la puerta norte. Su cuerpo había sido dejado expuesto un día y una noche, dijo él, sin ser tocado, y después los fieles se lo habían llevado secretamente de noche a su casa en el campo.  Los cuerpos de Nicodemus y otros de los primeros creyentes serían encontrados también.

Luciano temió que la visión fuera falsa y si lo daba a conocer iba a ser ridiculizado y sería perseguido.  El oró que si este mensaje había venido de Dios que fuera repetido.  De modo que Gamaliel apareció ante él una vez más.  Aun así Luciano siguió dudando, hasta que un tercer mensaje viniera.  Finalmente, él obedeció.  El encontró tres ataúdes.  Los grabados griegos los identificaron como Esteban, Nicodemus, y Abibas. Las noticias del descubrimiento atrajeron a muchas personas, incluyendo al obispo.  Cuándo abrieron el ataúd de Esteban, un perfume dulce llenó el aire.  Muchos milagros y conversiones ocurrieron allí.

Siempre que temamos ser ridiculizados y ser perseguidos, debemos avanzar, perdonar, y orar, como hizo Jesús en la cruz (Salmo responsorial de hoy): "En tus manos, Señor, yo encomiendo mi espíritu".  Después no importa más lo que los demás nos hagan ni lo que piensen de nosotros. Nuestro enfoque está en el cielo.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la Tercera Semana de Pascua
16 de abril, 2013
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica

Reflexiones para el Alma.
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)
Lecturas del Día:
Hechos 7:51-8:1a
Salmo 31:3cd-4, 6-8ª, 17, 21ab
Juan 6:30-35