Ser visitado por Nuestra Madre Bendita








Es posible ¡ 

Imagina qué debe haber sido para Isabel que María la visitara, como se cuenta en la lectura del Evangelio de hoy. ¿Te ha visitado a ti, personalmente, nuestra Madre Bendita?  No hablo de tener visiones o recibir mensajes. ¿Sabes lo que es tener una relación personal con ella, en la que experimentas su preocupación maternal por ti? Ya que Dios te ama y quiere lo mejor para ti, a través de Su poder, esto ES posible!  

Yo crecí Protestante. Después de mi conversión a la fe Católica en 1977, no podía sentir ninguna conexión personal con María. Escuchaba lo que otros, con más experiencia, decían de ella, pero simplemente no parecía real. Aprendí a rezar el Rosario, pero era aburrido y menos significativo que mis otros métodos de oración.

Después de unos años de intentar, y fracasar, en entender cómo experimentar la relación maternal de María en mi vida, abandoné y le dije a Jesús que si Él quería que yo tuviera una relación con su mamá, me la tendría que presentar. Pasaron algunos años más.

En 1990, aterricé en un trabajo como reportera miembro del staff de un periódico Católico. Un día, se me pidió que escribiera sobre un orador Mariano, llamado Wayne Weible, mientras visitaba mi diócesis. Cuando entrevisté al hombre que había organizado el evento, me dijo que Nuestra Madre, personalmente, me había seleccionado para cubrir la historia. ¡Wow! ¿Ella me eligió?  ¿Esto no era una decisión de mi editor? ¡Qué pensamiento!

Viajé con el Sr. Weible de iglesia en iglesia para mi artículo. Lo interrogué, lo escuché, oré con él. Vi personas agradecerle por sus palabras. Algunas de ellas le dieron obsequios, como crucifijos y un cuadro de María. En cada oportunidad, él se daba vuelta y me lo daba a mí y decía, "Tu madre quiere que tengas esto." ¿Realmente? ¿María estaba dándome esos regalos a través de estas personas? 

Yo no estaba convencida. Seguía pareciéndome una extraña. Yo sabía sobre ella, pero parecía muerta y distante. Esa noche, antes de irme a dormir, le dije nuevamente a Jesús que si Él quería que yo tuviera una relación con Su madre, Él tendría que hacer que sucediera.

A la mañana siguiente, me desperté sintiéndome muy diferente. No me pregunten cómo sucedió, pero ahora tenía una genuina comprensión de quién es María para MI: que me ama A MI, me conoce, se preocupa por mí, ora por mí, ora conmigo, y trabaja para conseguir muchas bendiciones para mí. Ha sido muy querida para mí desde esa vez. Ella me guió a comenzar Good News Ministries aún antes que yo supiera lo que Dios estaba pidiendo de mí.

María se preocupa de ti también, y de cada persona que conoces. Desde el cielo, ella sufre por aquellos que rechazan a su Hijo, y ríe de alegría con aquellos que se deleitan en el Señor. Ella es real. Su amor por ti es real. 

Ella quiere intensamente tener una "experiencia de Isabel" con cada uno de nosotros y alabar al Señor con nosotros. Ella quiere que cantemos nuestro propio Magnificat con ella. Esta es la base de nuestra relación con ella: "Mi alma proclama la grandeza del Señor..."
¡Imagina a ustedes dos haciendo un dúo para el Padre! "Dios todopoderoso ha hecho grandes cosas por nosotros, y Su nombre es santo!".

Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la 8va. Semana del Tiempo Ordinario
Mayo 31, 2013
Fiesta de la Visitación de la Bendita Virgen María

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2012 por Terry A. Modica


La puerta de la fe 

1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. 

2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf.Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14). 

3. Año de la fe. Comenzó el pasado 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013. 

4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31). 

5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia. 

BENEDICTUS PP. XVI 
(convocatoria al año de la fe)

¿Es tonto confiar en Dios?


          
  
  
¿Te han ridiculizado alguna vez por la forma cómo oras o por lo qué le pides a Dios ? El hombre ciego en la historia del Evangelio de hoy fue regañado cuando audazmente le gritó a Jesús que lo ayudara. Probablemente enojó a los demonios de las personas a su alrededor. Pensaron que era un tonto para atraer tanta atención sobre sí mismo. Pensaron, "¡Qué lástima. Que alguien lo calle!"

En esos días, la gente pensaba que las enfermedades físicas y las deformidades eran un castigo de Dios. Bartimeo pidió que sus ojos fueran sanados - ¡qué tonto! Pero los ciegos eran los que le pedían que se callara. No podían ver la verdadera naturaleza de Jesús. Se perdieron la compasión amorosa que dio a todos los que buscaron su ayuda.

¿Te han llamado alguna vez fanático por confiar en la ayuda de Dios? ¿Te atreverías a ser un testigo público llamando en voz alta a Jesús? Indudablemente, aparecerías bastante tonto contra los hechos de la "realidad". Pero la realidad de Dios no es la realidad del mundo.

A menudo, la persona que más nos ridiculiza somos nosotros mismos. "Shh, no aparezcas como tonto", nos advertimos a nosotros mismos. "¿Recuerdas a aquel tipo del que te sonreíste porque había hecho un tonto de sí mismo? No quiero también que se rían de mí."

Mira el entusiasmo del hombre ciego:después que recibió la sanación, inmediatamente siguió a Jesús por el camino. ¿Cómo respondes ante una bendición que Dios te ha dado? La mayoría de nosotros deliberadamente contenemos nuestra alegría, temerosos de lo que otros puedan pensar. Pero si al hombre ciego le hubiesen importado las opiniones de aquellos que lo regañaron, no hubiera recibido su milagro.

Por supuesto que no debemos llamar la atención de otros sobre nosotros mismos innecesariamente. Nos tornamos pecaminosamente tontos si queremos destacarnos para darnos gloria, a expensas de distraer la atención de Jesús de otras personas. Pero, si nuestro entusiasmo puede atraer a otros HACIA Jesús, entonces estaremos pecando si guardamos nuestra fe en privado.

Tenemos mucho porqué entusiasmarnos. La primera lectura de hoy presenta una lista de obras que Dios ha hecho. ¿Qué hay en tu lista? Seguramente podrías escribir tus propias "Escrituras" sobre lo que Dios ha hecho en tu vida y tus razones para ser un entusiasta seguidor de Cristo.

Esa lista sería una gran herramienta para levantar tu espíritu cuando te sientes descorazonado o contrariado. Podría, también, ser un gran testimonio para aquellos que están pasando pruebas similares a las tuyas.

¿Qué necesitas de Jesús? Estarías dispuesto a hacer cualquier cosa para obtenerlo. Frecuentemente nos falta lo que necesitamos, porque no hemos tratado lo suficientemente para lograr la ayuda de Dios. Somos derrotados muy fácilmente, contentándonos con ser víctimas de las circunstancias, porque podríamos parecer tontos o porque tememos ser un fracaso si creemos intensamente en Dios. ¡Ahora bien, ESA actitud ES tonta!   

Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la 8va. Semana del Tiempo Ordinario
 Mayo 30, 2013

                     
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Módica
          
 
LAS BENDICIONES
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9)


Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. 

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16
  

                                    Lecturas del día:
                                   Sirácides 42, 15-25
                                   Salmo 33, 2-9
                                   Marcos 10, 46-52
           
  
  

"Bautizados" en nuestros problemas






En el relato del Evangelio de hoy, Jesús dirige a sus discípulos hacia Jerusalén y está llevándose a sí mismo hacia la persecución más severa que ha enfrentado. Él sabía el sacrificio que tenía que hacer. ¿Estamos dispuestos a aceptar las dificultades en aras de hacer la obra de Dios? ¿Realmente queremos amar a los demás como Jesús los ama?

Mientras tanto, Santiago y Juan querían alcanzar la gloria espiritual de manera fácil. Querían ser honrados con Jesús en su reino, y querían llegar con sólo pedirlo. Pero tal gloria viene sólo después del sacrificio. No hay un camino fácil hacia la santidad. No hay acceso directo al prestigio o dones sobrenaturales del Reino de Dios. Tenemos que seguir a Jesús en la cruz, si queremos llegar a la gloria que espera a aquellos que son victoriosos sobre el mal.

Te has preguntado ¿por qué Dios no mueve sus dedos todopoderosos para hacer que tus problemas desaparezcan al instante? En cambio, él te lleva más profundamente en el problema - ¿es verdad? No es porque él quiere que sufras.
El Padre no quería que Jesús sufriera, pero era la única manera de que la humanidad pudiera ser redimida.

Si realmente queremos que Dios redima las malas situaciones en nuestras vidas, tenemos que aceptar que la forma de llegar es a través de la cruz.
Tenemos que estar dispuestos a soportar las dificultades, y de soportar esto, aprenderemos paciencia, y en el aprendizaje de la paciencia, desarrollamos amor incondicional por los escandalosos, y en el desarrollo de amor incondicional, hacemos más plenamente unión con Dios, que es amor.

Jesús le dijo a Santiago y a Juan que iban a ser bautizados en el dolor. ¿Para qué sirve el bautismo? Los Bautismos de agua nos hacen renacer por ahogamiento de nuestra naturaleza pecaminosa y nos elevan a la vida plena en Dios. El bautismo por la inmersión más profunda en nuestros problemas también ahoga nuestra naturaleza pecaminosa - si vamos a través de él con Jesús - y redime la situación mucho más gloriosamente que si Dios había terminado antes de tiempo con un chasquido de los dedos.
(Nota: Si usted está en una relación abusiva, eso no es amar a nadie; Dios no te pide llevar esa cruz. Dios le pide que puedas escapar a un lugar seguro donde puedas insistir en que el abusador o la abusadora busque ayuda profesional... Sólo después de que el verdadero cambio se lleve a cabo -la curación real en los dos-, será tiempo para una relación cercana de nuevo).

Al beber de la misma copa que Jesús aceptó, descubrimos que nunca hemos estado más íntimamente con Jesús, porque estamos más cerca de él cuando nos unimos a él en todo -incluyendo la cruz-. Pero cuando se excluye la cruz, tratando de tomar el camino fácil, le damos la espalda Al Salvador que nos amó tanto, y que sufrió una muerte horrible para nosotros.

¿Está dispuesto a aceptar las dificultades de la verdadera vida cristiana?
Alégrate, pues Dios levantará muchas bendiciones de vuestros sacrificios.

Buenas noticias Reflexión
Miércoles de la semana octava del Tiempo Ordinario
29 de mayo 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
© 2013 por Terry A. Modica  

Las Bendiciones
  
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...


"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:

Eclesiástico 36:1, 4, 5a, 10-17
Salmo 79:8-9, 11, 13 (con Eclesiástico 36:1 b)
Marcos 10:32-45

La Unidad en El Amor





Reflexiones para el Alma
                      
En la década de los '80, cuando artistas Cristianos contemporáneos estaban comenzando a transformar el mundo de la música cristiana con 'rock' y 'pop'; una amiga me pidió que escuchara uno de sus álbumes. Ella quería que yo le dijera que era demoníaco, porque creía que toda la música rock venía del diablo. ¡Pero las canciones en el álbum glorificaban a Dios! Le recordé a mi amiga las palabras que Jesús habló en el pasaje del Evangelio de hoy: "Aquél que no está en contra de nosotros, está con nosotros".


Lamentablemente, ella no quiso saber más nada de mí, porque ahora creía que yo también estaba demonizada. Es interesante que Jesús NO lo dijo en singular: "Cualquiera que no esté contra Mí está con Migo" Lo puso en forma de "nosotros", en plural; Para El, todos importamos. Como le pertenecemos a Él, cualquiera que hace bien por el Señor nos hace bien a nosotros.

Esto puede ser difícil de entender, porque es más fácil estar conscientes de lo que nos divide; de lo que nos une. Asumimos que si la gente no nos dice lo que queremos oír, están en contra nuestra. O pensamos que si alguien no alaba a Jesús en la manera en que nosotros lo hacemos, están en contra de nuestra fe.

No tenemos que estar de acuerdo para estar en comunidad con los demás. La verdadera unidad Cristiana significa reconocer lo que tenemos en común y rehusar permitir que nuestras diferencias interfieran con nuestro amor.
Todo aquél que nos AMA está con nosotros, porque "el amor viene de Dios" y por lo tanto "todo aquél que ama ha nacido de Dios (ver 1 Jn 4:7). Como Juan Pablo II escribió en "Ut Unum Sinit" (Que Sean Uno) en 1995: "El amor acrecienta el deseo de unidad, aún en aquellos que nunca han estado conscientes de la necesidad de ésta". El amor construye comunión entre individuos y entre Comunidades (i.e. denominaciones).

Lo opuesto a la unidad es ex-comunión auto-impuesta (ex-comunion, significa "dividido de la comunidad"). Como la amiga que se separó de mí porque me gusta la música rock cristiana; la gente se excomulga a sí misma cuando causan división, al elegir estar en contra del amor.

Al final de la Semana de Oración por la Unidad Cristiana en 2003, el Papa Juan Pablo II dijo: "Que cada uno de nosotros esté cada vez más capacitado para mirar a nuestros hermanos y hermanas en la fe, dentro de la unidad del Cuerpo Místico...Que lleguemos a ver lo que es positivo en los demás, que le demos la bienvenida y que lo valoremos como un regalo de Dios".

Sospecho que Juan Pablo II se convertirá eventualmente en el Santo Patrono de la Unidad Cristiana. Durante su pontificado hizo un montón por abrir puertas para la cooperación y comunicación entre la Iglesia Católica y aquellos que han sido divididos de nosotros en la fe. El Papa Emérito Benedicto XVI construyó sobre esa fundación. El Papa Francisco continuará la labor. Ayudémosle en su misión amando a todos y haciéndole el bien a todos, a pesar de nuestras diferencias.

Reflexión Las Buenas Nuevas
 
Miércoles de la séptima semana del Tiempo Ordinario
Mayo 22, 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica
  
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" 
(1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...

Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. 

 
Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

 
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:
Sirácides 4:11-19
Salmo 119:165,168,
171,172,174,175
Marcos 9:38-40

Cuando servimos al Señor , deberíamos prepararnos para las pruebas.



        
          
¿Has experimentado pruebas que retan tu fidelidad a Dios? ¡Por supuesto que sí! Es muy normal. Como dice la primera lectura de hoy, cuando servimos al Señor, deberíamos prepararnos para las pruebas. ¿Por qué? Porque estamos haciendo una diferencia en el mundo - en la vida de las personas - pero no todo el mundo quiere aceptar este cambio, así que nuestros esfuerzos causan persecución, rechazo, y otras oportunidades para que practiquemos lo que profesamos.

Este punto me fue subrayado un día que traté de hablar a una mujer en la Iglesia que se estaba apartando de la comunidad. No fue tanto su rechazo a mi intento de llegar a ella que me retó o chocó, sino mi reacción a sus palabras. Cuando aún estaba enojada, Dios me puso en el camino de otra persona que estaba enojada, lo cual me retó a reconocer mi propia falta de perdón.

Las pruebas de este mundo nos exponen a los demás; dejan ver nuestra debilidad. ¿Juzgamos a los que nos juzgan? ¿Fallamos en perdonar a los que NO perdonan? ¿Amamos a los que NO nos aman? ¿Somos NO amables con los que no son amables?

¡Tener nuestros pecados expuestos por los pecados de otros puede ser una de las pruebas más importantes de nuestras vidas! Estas son las que nos hacen crecer, pero sólo si aceptamos el reto a crecer. Estas son las que nos purifican, como el oro probado en el fuego, para que seamos fortalecidos en santidad. Estas son las que nos ayudan a hacernos fieles al Señor a quien decimos que amamos.

¿Somos verdaderamente sinceros de corazón y firmes en nuestro amor por Dios? Los tiempos de adversidad revelan la respuesta. Está bien estar apesadumbrado en los momentos duros, pero ¿confiamos en Dios lo suficiente como para esperar en El con paciencia? ¿Nos aferramos a Él en vez de tratar de solucionar los problemas con atajos y retaliación? ¿Ponemos cualquier cosa que nos cae en el contexto de nuestra relación de amor con Dios, quien nos asegura (ver Romanos 8:28) que Él va a convertir todo en una bendición para nosotros?

Una relación sólida con Dios nos permite confiar en su misericordia y compasión, aun cuando lloramos sobre su hombro y le gemimos que no entendemos por qué se está tomando tanto tiempo en aliviar nuestros sufrimientos.

En una relación sólida con Dios, el entendimiento no viene en nuestras mentes, sino en nuestros corazones, donde el amor, y NO la capacidad cerebral, nos ayuda a entender la ayuda que Él nos está dando.
Pero sin embargo, nuestro amor por Dios no es sólido, hasta que haya sido purificado y fortalecido por las pruebas.
 

Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la séptima semana de Tiempo Ordinario
Mayo 21, 2013
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:
 
Sirácides 2:1-11
Salmo 37:(5)3-4,18-19,27-28,39-40
Marcos 9:30-37

El poder de una vida de oración



En la lectura del Evangelio de hoy, los discípulos han fracasado en el ministerio, y el padre del niño poseído se preguntaba si Jesús puede acceder a su petición. Ambas situaciones son un buen ejemplo de por qué nuestra propia fe vacila. Al igual que los discípulos, vemos fracasos como razón para dudar de nuestra capacidad para hacer las obras de Dios. Al igual que el padre, nos preguntamos si Dios realmente tiene el poder suficiente, la compasión y el tiempo para responder nuestras oraciones.
¿Puede ayudarnos Jesús cuando le pedimos? Por supuesto que puede - si lo que buscamos está dentro de la voluntad de Dios. Si conocemos a Dios, sabemos que su voluntad (se explica claramente en las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia) es sólo lo que nos conviene. ¿Cierto? 

¿Dudamos de la compasión de Cristo? ¿Pensamos que no es bueno y que no presta atención suficiente para responder a nuestras oraciones? Por supuesto que no, Dios es amor, y no importa cuán indignos somos, él es bueno con nosotros. Es imposible para él ser indiferente. Incluso su disciplina es buena para nosotros, aunque tal vez no lo creamos en ese momento. Por lo tanto, cada vez que oramos, debemos decirle: "Gracias por ser tan bueno conmigo, sí creo, ayúdame a superar cualquier incredulidad que aún este dentro de mí.".

Cada vez que la palabra "SI" se manifiesta en nuestras oraciones, debemos preguntarnos por qué. ¿Nos concentramos en la evidencia de un posible desastre o en la bondad de Dios? Si nuestros ojos no están en Jesús y todo el bien que él ya ha hecho por nosotros, nuestras oraciones serán contestadas de forma inesperada y no nos daremos cuenta de lo que Él ha estado haciendo. Echaremos de menos sus soluciones a nuestros problemas! O por lo menos estaremos miserables esperando a que suceda.

Debemos entender lo que Jesús quiso decir con: "Este tipo de espíritu que sólo puede conducir a la oración." Seguramente los discípulos habían orado al tratar de echar fuera al demonio. Incluso un simple "¡Fuera!" con la autoridad que nos da Jesús es una oración verdadera. ¿Qué hicieron entonces los discípulos mal? Nuestras oraciones no son más que ruido si somos incrédulos, y eso es lo que a Dios le preocupa realmente. Para evitar vacilando entre la creencia y la incredulidad, nuestras oraciones deben ser más que palabras. Nuestras oraciones deben ser una forma de vida. No podemos pasar unos minutos al día hablando con Dios y luego esperar a sentir su presencia cuando golpea una crisis. Tenemos que permanecer conscientes, momento a momento, de su constante amor, su constante cercanía, su constante orientación. 

La verdadera oración es una vida vivida conectados a Jesús, imitando a Jesús, y siendo la presencia de Jesús a los demás. En una vida de oración, nuestros corazones están constantemente recurriendo a Dios, mientras que nuestros pensamientos están ocupados con las tareas del día. Para desarrollar esta forma de vida, rezo cada día: "Jesús, yo creo que tú te preocupas por mí y me ayudas a mantener mis ojos siempre en ti."

© 2013 por Terry A. Modica; todos los derechos.
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Reflexiones de las Buenas Nuevas
Lunes de la 7 ª Semana del Tiempo Ordinario
20 de mayo 2013
Lecturas de hoy:
Sir 1:1-10
Salmo 93:1-2, 5
Marcos 9:14-29

La familia que reza unida, permanece unida


"La familia que reza unida, permanece unida..... La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino!"