Una perla de gran valor



Cuando Jesús contó la parábola del Evangelio de hoy, ¿cómo sabía Él lo que se siente al encontrar el Reino de Dios, para después venderlo todo y poseerlo? ¿Cómo podría Él entender ésta búsqueda por el reino de su padre? La respuesta es sencilla: - ¡Él había estado y está plenamente en el!

Volteemos esta historia y veámosla desde otro ángulo. Léela de nuevo, reemplazando  "el reino de Dios" o "el reino del cielo" (dos traducciones de las mismas palabras) con "la relación de Cristo conmigo", así: "La relación de Cristo conmigo es como una perla realmente valiosa que un vendedor encontró en su búsqueda de mercancía que le pudiera hacer ganar un buen sustento para vivir el resto de su vida. Cuando encontró esta perla maravillosa, él vendió todo lo que tenía, para capitalizarse y así poder darse el lujo de comprarla."

Si Jesús estuviera leyendo esta escritura para ti, la explicaría de la siguiente manera: "Tú mi precioso amigo, eres una perla muy valiosa. Yo lo entregué todo y te compré con mi vida para así poderte tener conmigo para siempre."

¡Ves! Jesús ciertamente sabe lo que significa descargar todo para obtener un premio: TÚ eres ese premio. Tu relación con Él es un verdadero tesoro que Él valora mucho.

¿Sientes lo mismo por Él? ¿Has encontrado una manera para costear el alto costo de tener a Dios como la mayor prioridad en tu vida? ¿Hay algo que aprecies más que Élcomo actividades que te mantienen muy ocupado para pasar un tiempo a solas con Él? ¿O deseos o adicciones que le desagradan a Él? ¿O la aprobación de personas que no están de acuerdo con Él?
En otras palabras, ¿has quitado de ti, todo aquello que es menos valioso con el fin de obtener más del reino del cielo, mientras todavía estás viviendo en la tierra?

Decimos que poner a Dios de primero en nuestras vidas es nuestra máxima prioridad, pero ¿es esto realmente así? ¿Cuantas distracciones te están alejando de éste tesoro? ¿Qué pecados sin arrepentimiento?

¿Qué estás dispuesto a renunciar para obtener la plenitud de la vida que viene del Espíritu Santo de Dios?
Y considera esto: ¿Tú, en algún momento, has sentido que no eres una perla preciosa para Jesús? ¿Hay gente en tu vida que te menosprecia? ¿Te irrespetan? ¿Han dejado de amarte cómo deberían? No permitas que te distraigan de ver cuán precios@ eres para Dios.

Cuando entiendes que eres un tesoro, una perla valiosa en el reino de Dios, es más fácil dejar de lado el deseo de sentirse valorado por otros. Todo lo demás que nos hace sentir importantes y valiosos se vuelve menos necesario. La intimidad con Dios es lo único que realmente importa.
 
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 17va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 31, 2013
 

Memorial de San Ignacio de Loyola

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica






Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento...
Al despedirse, al acostarse, al saludarse...

Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)
Lecturas del Día:
 
Exodo 34:29-35
Salmos 99:5-7, 9
Mateo 13:44-46





Una cizaña

  
  
  
  
  
  
¿Estás comprometid@?
           
  
La explicación de Jesús acerca la cosecha al fin de los tiempos, la cual es contada en nuestra lectura del Evangelio de hoy, plantea, en mi opinión, la siguiente pregunta: ¿Por qué tenemos que esperar hasta el fin del mundo para que Dios nos rescate de los malhechores? Yo los quiero fuera de mi vida - ¡AHORA!

Oops, ¡que egoísmo el mío! Eso haría mi vida extremadamente fácil, pero ¿qué pasa con la gente quienes son cizaña en mi campo, en mi parcela de tierra? ¿Qué pasará con sus vidas? ¿Qué pasaría con su vida eterna?

Nosotros los cristianos nos nutrimos en el jardín del amor de Dios para crecer fuertes y altos, como flores hermosas, para así hacer del mundo un lugar más bonito. Hemos sido encargados por Cristo a ir por el mundo con nuestra fragancia, que es el perfume de los cielos, para influir en las vidas de los que son cizaña, para que también ellos se conviertan en flores para el ramo del reino de Dios.

Si la cizaña es arrancada prematuramente (así como cuando los criminales son ejecutados por la pena de muerte o cuando expulsamos a los que complican nuestra vida), ellos pierden oportunidades futuras para la conversión. Entonces, nosotros quienes queremos nuestra tierra libre de su "suciedad" tendremos que explicarle a Dios por qué no nos importaron sus almas.

Por cierto, algunas cizañas son bastante feas, pero otras son muy lindas. Debemos aprender a reconocer la diferencia entre cizaña bonita y flores de verdad para que así no seamos engañados en aceptar sus pecados como algo natural y terminemos uniéndonos con ellos en su inmundicia. Pero ¿cuál es la diferencia?

 Una cizaña es cualquier planta que crece donde no se supone que debe estar. Césped es una cizaña en un campo de maíz, pero en mi jardín, el maíz sería la cizaña. 
Una cizaña es cualquier persona que no esté comprometida a ser una de las flores hermosas de Dios.

Mi trabajo, como Cristiana responsable, - y el tuyo, también - es ayudar a las cizañas a descubrir su verdadera belleza y fragancia, es decir, hacerlos sentir como hijos de Dios y cómo pueden convertirse en hermosas flores.

Entretanto, esto no significa permitir que sus pecados nos lastimen. Tenemos que entender, a menudo con ayuda profesional, cómo prevenir que su veneno de cizaña nos haga daño y se propague. Y tenemos que estar en contacto cercano con Dios, para que sepamos cuándo es hora de arrancarla y darles a otros la oportunidad de convertirlos.

 Todas las cizañas comienzan como plantas que Dios hizo y llamó "buenas". En su lugar correcto, haciendo lo que Dios diseñó que hagan, ellas no fueron creadas como cizañas, pero al crecer en el lugar que no está diseñado para estar, ellas se convirtieron en "malhechores". Las cizañas son flores que no retoñaron; "flores" que no han descubierto su verdadera identidad como hijas de Dios ni su verdadera vocación como siervas de Dios.

En lugar de quejarnos de los malhechores, debemos hacer lo que Dios nos encargó y autorizó a hacer: Llegar a las cizañas y ayudarlas a descubrir su belleza interior y despertar su deseo de ser verdaderas flores en el ramo de Dios.
 

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la 17va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 30, 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica

  
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición"
(1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento...
Al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)
Lecturas del Día:
 
Éxodo 33:7-11; 34:5b-9, 28
Salmos 103:6-13
Mateo 13:36-43

Oración proactiva y escucha contemplativa


Ora y tambien escucha

Las hermanas Marta y María tenían dos diferentes maneras de buscar ayuda de Jesús. Marta era proactiva: Ella le dijo a Jesús exactamente lo que quería de Él, cual situación mala necesitaba ser corregida y quién debía ser sanado. Y María era contemplativa: Ella escuchaba en silencio. 

En una de las opciones de lectura del Evangelio para el día de hoy (Juan 11:19-27), Jesús llega después que Lázaro ha muerto. Marta se apresura a recibir a Jesús para decirle en términos muy claros que la vida de su hermano pudo haberse evitado solo si Él hubiera llegado antes. María, sin embargo, se queda en casa. En la otra opción de lectura del Evangelio para el día de hoy (Lucas 10:38-42), Marta es una buena anfitriona. Ella se encarga de todo el mundo como un acto de bondad, un regalo para Jesús, mientras María se sienta a sus pies para aprender de Él. Marta la hacedora le dice que ella necesita ayuda y María no está haciendo su parte. 

Hablar con Dios acerca de las injusticias, contándole nuestras necesidades, y pidiendo su ayuda es justo y bueno. Pero cuando la petición viene con la implicación de que Dios todavía no entiende la situación, estamos siendo ansiosos como Marta. Cuando pensamos que Dios llega tarde, no estamos confiando en Él. Cuando oramos repetida y persistentemente en un estado constante de preocupación, es el momento de quedarse quieto y escuchar, como la María tranquila.

Note que hizo Marta después que hizo sus demandas. Ella, también escuchó. Y entonces se dio cuenta que Jesús entendió de la situación mucho mas de lo que ella pudo. Durante las oraciones de intercesión de la Misa, cuando decimos: "Señor, escucha nuestra oración" o "Escúchanos, oh Señor,", siento como si le dijera a Dios que escuchara, como si ya Él no lo estuviera haciendo. De verdad, Él está tratando de que YO escuche. Él nunca deja de escuchar y atender. Él conoce nuestras necesidades mucho antes de que empecemos a preguntar. Tenemos que recordar que "Señor, escucha nuestra oración" en realidad significa "Señor, recibe este regalo de oración". Gracias por escucharnos. Ayúdanos a escuchar tu respuesta.

Ansiedad y preocupación llevan a: "Dios no está todavía convencido, por lo que tengo que seguir rogando, y si no actúa lo suficientemente rápido, oops, muy tarde, Lázaro murió." Mira la confianza que Jesús trató de inculcar en Marta cuando llego cuatro días tarde. Mira la forma amorosa en que manejó su ansiedad, y ve como Él te trata a ti de la misma manera.

¡Dios nunca esta tarde! Su tiempo es siempre perfecto. Sus respuestas a nuestras oraciones son siempre exactamente cuando deben ser y lo que es mejor mas amoroso. Para calmarse y descansar en esta verdad, debemos sentarnos y escuchar en conciencia tranquila de la bondad de Dios
Silencio ...... Quédate quieto ....... Escucha ....... ¡Él está aquí! .............
 

Reflexiónes de las Buenas Nuevas

Lunes de la 17va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 29, 2013
Memorial de Santa Marta
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013 por Terry A. Módica
Lecturas de hoy:
Exodo 32:15-24, 30-34
Salmos 106:19-23 (with 1a)
Juan 11:19-27 or Lucas 10:38-42
Rezar con los 5 dedos, la Oración que enseño el Papa Francisco
 

1.El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es "una dulce obligación"
2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.
3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de Dios.
4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios.
5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las tuyas.


Sembrando las semillas correctas




 Usualmente miramos el Evangelio de hoy y nos sentimos retados a preguntar: "Qué tipo de tierra soy yo? O evaluamos a alguien más y pensamos: "no es de extrañar que la verdad no le está entrando"; su tierra está apelmazada." En este momento, sin embargo pongamos nuestros pies en las sandalias del sembrador y preguntémonos: "Qué clase de semilla estoy sembrando? 
Y la estoy sembrando en los lugares correctos?"

Un buen granjero conoce su ambiente. El investiga y estudia la tierra, el clima, inclusive el uso que se le ha dado en el pasado. El aprende que crecerá mejor en la localización donde él siembra. El presta atención a su propia sabiduría, por ejemplo, qué tipo de cosecha el entiende más. Y él no trata de sembrar otras cosechas.
Cuáles semillas en el reino de Dios tú ya tienes que puedas ofrecer al ambiente donde vives y trabajas y te recreas?

No trates de producir los frutos que otros son buenos cosechándolos, a pesar de que disfrutes su sabor. No envidies a otros por lo que ellos están sembrando. En cambio, estudia tu propia finca: Qué experiencias has ganado que puedan servir a las necesidades de los otros? Siembra esas semillas. Qué lecciones has aprendido de una manera dura que podría beneficiar las personas que ahora están en la misma situación? Siembra esas semillas. Cuáles talentos son naturales para ti? Siembra esas semillas. Qué sabiduría has ganado en crecimiento espiritual? Esos son semillas maravillosas! 



Un buen granjero no desperdicia las semillas tirándolas en la carretera o en las rocas o entre zarzas y malas hierbas. No siembres las semillas de las experiencias de tu vida en aquellos que no están listos para aprender de tus fracasos; eso sería como sembrar tus semillas en la carretera.
No siembres tus talentos en lugares rocosos donde tus regalos no tendrán valor. En cambio, considera cómo ellos podrían ser usados para ayudar la comunidad de la Iglesia; ahí es donde encuentras tierra fértil.

Y cuando alguien pregunte por tu opinión y sabiduría porque ellos reconocen que tú tienes fe, mira por evidencia de que ellos realmente quieren el uso de tu sabiduría. Si ellos no son sinceros, no trates de ayudarles; eso sería como sembrar las semillas entre las zarzas. Reserva las semillas para aquellos que muestren un deseo sincero y humilde de mejorar.

Recuerda, las semillas son pequeñas.  Ellas pueden parecer muy pequeñas para que sean valoradas. No te dejes engañar por su apariencia. Tú sabes el potencial que está en cada semilla, especialmente cuando Dios provee la lluvia que las nutre. Tú tienes muchas semillas valiosas para regar a tu alrededor! 

Siembra en los lugares correctos, Dios hará crecer una cosecha inmensa de ellas. Eventualmente, tú verás muchos frutos encantadores venir de tus pequeños ofrecimientos - aunque en muchos casos, tendrás que esperar hasta llegar al cielo para ver la gran diferencia que has hecho. Nunca te desanimes por la falta de evidencia ahora. Sigue sembrando!.
Reflexiónes de las Buenas Nuevas
Viernes de la 16va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 26, 2013
Memorial de Santa Ana y San Joaquin

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2012 por Terry A. Modica



Reflexiones para el Alma  

"Una hora de visita al 
SANTÍSIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)

Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley

 
Lecturas de hoy: 
Exódo 20:1-17 
Salmo 19:8-11 (con Juan 6:68c) 
Mateo 13:18-23




Encierras un tesoro


Santiago "el grande", el apóstol de quien celebramos el día hoy, fue uno de los hijos de Zebedeo mencionado en la lectura del Evangelio de hoy (Mateo 20:20-28)

Santiago comenzó su camino cristiano como un joven muy impulsivo y centrado en sí mismo. Aún después de escuchar a Jesús pregonar sobre el amor incondicional, él le dijo a Jesús que destruyera todas los pueblos que los habían rechazado y a su ministro. 

Y aun después de escuchar a Jesús hablar de humildad, él fue capaz de pedirle a Jesús(a través de su madre) por un lugar de honor en el reino de Dios.

Santiago eventualmente desarrolló un verdadero entendimiento del mensaje de Cristo.

Nosotros somos todos vasos de barros -imperfectos, muy deformados por el mundo alrededor de nosotros, fácilmente quebrados, no muy hermosos - sin embargo sosteniendo un tesoro divino en el interior, como dice en la primera lectura (2 Cor. 4:7-15). El tesoro es el amor de Dios. Es un tesoro que está destinado a ser compartido. Aunque estamos astillados y agrietados, nosotros somos como la copa que sostiene la Preciosa Sangre de Cristo durante la comunión en misa, vertiendo a Cristo a los demás.

Ese tesoro es Dios mismo, y así nos hace santos aun cuando pecamos. A menos que nosotros deliberadamente rechacemos a Dios (pecado mortal), nosotros permanecemos esencialmente santos porque fuimos creados a su imagen y hemos sido bautizados a su semejanza. Nosotros no siempre actuamos como santos, pero siempre tenemos el Espíritu Santo en nosotros.

Tanto como nosotros actuemos como Jesús depende de cuánto le hemos permitido al Espíritu Santo purificar nuestras vidas.
El Señor nos da espacio para aprender de nuestros errores y arrepentirnos de nuestros pecados. 

 Él nos da oportunidad tras oportunidad para descubrir lo que estamos haciendo mal -no nos condena pero así es como aprendemos de esto. Arrepentimiento significa cambio. Lo que importa más de confesar nuestros pecados es el esfuerzo que ponemos en mejorar nuestro comportamiento después de que nos arrepentimos de nuestros pecados.

Si deseamos ser santos y nos mantenemos moviendo en la dirección correcta hacia la perfección, Dios está muy complacido con nosotros.
Mira que Jesús no condenó a Santiago y a Juan por querer los lugares de la gloria. Ni criticó las madres de ellos por querer que sus hijos tuvieran lo mejor. El reconoció el potencial de ellos y entendió que no podían ver la idea completa de lo que significa estar en la cima del reino de Dios.

Como vasijas de barros atendidas por las manos amorosas del Padre, nuestras grietas son sanadas a través de los sacramentos de la confesión, Eucaristía y la unción de los enfermos. Eventualmente, nos convertiremos en cáliz de oro, perfeccionados por el refinamiento del fuego del purgatorio donde los demonios y las tentaciones no pueden interferir con la purificación.

Cuando te enojas contigo mismo por fallar en ser santo y perfecto, recuerda a Santiago. De hecho pídele que rece por ti. Él sabe exactamente como ayudarte.
 

Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la 16va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 25, 2013
Fiesta de Santiago

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013 por Terry A. Módica
CONSAGRACION A NUESTRA MADRE MARIA
  
 "¡Oh Señora mía!
¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a ti
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día,
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo
Oh Madre de bondad,
guárdame y defiéndeme
como cosa y posesión tuya.

Amén".

Lecturas del día:
2 Cor 4:7-15
Salmo 126:1bc-6
Mateo 20:20-28

Cuando las cosas se ponen mal...


 
  
En la lectura del Evangelio de hoy, comparamos los diferentes tipos de tierra para las pruebas que enfrentamos hoy en el camino de Fe. Así como el sembrador siembra las semillas, Dios está siempre tratando de traer nuevo crecimiento en nosotros, y él hace todo lo posible por ayudarnos a convertirnos en tierra más fértil de modo que nuestras vidas produzcan una cosecha más abundante para su reinado. Pero una tierra abonada es una tierra fertilizada y ¿sabes de qué está hecho un fertilizante? O ¿cómo huele de horrible?

Los fertilizantes naturales que golpean los fanáticos proverbiales en nuestras vidas pueden enriquecer nuestra tierra. Por ejemplo, cuando estamos tan ocupados que no tenemos tiempo de sentarnos tranquilamente con el Señor ni rezar, la vida se vuelve más difícil. Las cosas se ponen mal. Contratiempos nos llegan -o mejor, yo debería decir, nosotros chocamos con los contratiempos porque no estamos prestando atención a las direcciones de Dios. ¿Cómo de apestosa la vida se tiene que volver antes de que disminuyamos el paso y escuchemos al Señor?

Cuando nosotros NO tomamos el tiempo para escuchar humildemente, nuestros corazones se ponen duros como el camino que ha sido pisado muy duro (usualmente por las personas que nos pisotean) y las semillas caen en la superficie como comida de pájaros. La ayuda de Dios NO tiene la oportunidad de echar raíz en nosotros.

Cuando le pedimos a Dios por ayuda, él NO responde nuestras preguntas como un genio mágico. El espera ver cuánto estamos dispuestos a confiar en él. Él quiere que incrementemos nuestra confianza, y la única manera para que esto pase es nosotros confiando en él a pesar de los obstáculos y temores y deseos personales que producen buenos resultados. Pero si nuestra fe es rocosa, nosotros pronto comenzamos a decirle a Dios cómo él debería resolver nuestros problemas, como si nosotros supiéramos mejor que él, ¡cuál es la mejor solución! Ese es el suelo rocoso en el cual las semillas de la fe brotan y después nuestra fe se marchita porque estamos aplastados por las pruebas de la vida.

Algunas veces escuchamos lo que los otros nos están diciendo en vez de confiar en la voz interna del Espíritu Santo. Si lo que escuchamos en la oración no contradice la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la iglesia, nosotros deberíamos confiar en eso.Nosotros todos tenemos asesores bien-intencionados entre nuestros amigos y familia quienes no han escuchado lo que el Señor nos está diciendo; su consejo mundano o mal informado es como espigas que ahogan la verdad. Nuestra tierra puede ser rica y fértil, pero si no confiamos en lo que Dios nos está diciendo, las semillas que él nos da no tendrán oportunidad de hacer algo bueno.

Esta es la lección que Dios nos enseñó en la primera lectura. Los Israelitas tuvieron necesidad de comida mientras que caminaron a través de la experiencia del desierto. Ellos pidieron por ayuda y Dios respondió a sus oraciones en una manera que los ayudaría a madurar en la fe: "Yo mandaré pan del cielo para ustedes. Cojan la porción diaria, pero si ustedes almacenan más que eso porque no confían en que les voy a proporcionar continuamente su porción diaria, ustedes NO estarán felices de las consecuencias."

Todos nosotros tenemos experiencias en el desierto. Pero no importa como de desolado parezca, la ayuda de Dios está disponible inmediatamente y suficiente en porciones exactas correctas para nosotros ahora mismo. Sólo es desolado cuando fallamos en seguir sus instrucciones o fallamos en volvernos hacia él y confiar en él.

Para tener éxito como tierra rica que produce buenos resultados y beneficiarnos de la abundancia de Dios, tenemos que someternos a su voluntad, dejarlo cambiar todo lo malo que nos pase de modo que esto se convierta en fertilizadores que nos nutren y fortalece y nos convierten en quién debemos ser.
 
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 16va Semana del Tiempo Ordinario
Julio 24, 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica       


           
  
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición"
(1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. 

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)
Lecturas del Día:
Éxodo 16:1-5,9-15
Salmo 78:18-19,23-28
Mateo 13:1-9
         
           

Descifrando la voluntad de Dios






En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos dice que si hacemos la voluntad de su Padre, entonces somos verdaderamente miembros de su familia -- la santa familia -- adoptados por Dios, herederos de todo lo que le pertenece a Dios en esta tierra y en el cielo. Pero saber lo que es su voluntad, puede ser a veces ser difícil, simplemente porque hay demasiadas posibilidades para escoger.

Dios nos dio nuestra propia voluntad individual para que seamos libres para amarlo. Esto nos hace vulnerables, no obstante, a tomar decisiones equivocadas. Somos libres de tomar decisiones sin primero discernir lo que es realmente mejor, justo, y santo.

Para ser como nuestro Papito Divino y vivir como sus hijos, nosotros necesitamos someter nuestra voluntad a la de El. Esto nunca significa renunciar a nuestra voluntad y ser como títeres bajo el control de Dios. Nunca significa que nuestros deseos y necesidades serán aplastados o ignorados por Dios. 

Sino que significa reconocer que Dios tiene un mejor entendimiento de lo que es mejor, justo, y santo. Y como queremos beneficiarnos del entendimiento de Dios que es mejor, queremos que nuestra voluntad sea la voluntad de Dios, no forzando a Dios para concordar con nosotros y aprobar las decisiones que tomamos humanamente, sino forzando que nuestra voluntad concuerde con la divina voluntad de Dios.

Eso no es siempre fácil. ¡Y a veces si lo es! Una oración buena, sana y santa es: "Padre, mi Papá Divino, esto es lo que quiero hacer acerca de ________, pero tu entiendes toda la situación infinitamente mejor que yo, así que por favor asegúrate de que se cumpla TU voluntad. Yo te doy permiso para que convengas mi voluntad a la tuya".

Dios no quiere que estemos confundidos o inseguros acerca de su voluntad y sus deseos. Aun cuando hay múltiples opciones buenas y a Dios le agradan todas, él tiene una preferencia, una elección preferida que él quisiera que conozcamos para que podamos tener la mejor vida posible en este mundo y la relación mejor posible con él en el cielo (con el tiempo menos posible en el purgatorio). El también desea que podamos alcanzar nuestro más grande potencial para ver cómo podemos ayudar a sus demás hijos.

Por la razón de que él nos quiere tanto, él no esconde su voluntad, por miedo a que nos cause que cometamos errores terribles o que ciegamente caigamos en el pecado. El hace todo lo que puede-- que es mucho más de lo que nos podemos imaginar - para ayudarnos a mantenernos cerca de él todo el tiempo, en cada decisión que hacemos durante el día, cada día, aún en detalles tan pequeños como escoger que comer y que ropa ponernos.

Para poder entender el cómo, cuándo, donde, etc. de su voluntad, necesitamos (1) saber lo que Dios revela acerca de ello en las escrituras (La Santa Biblia) y en las enseñanzas de la Iglesia (En los documentos de la Iglesia como las encíclicas etc. donde se explican las escrituras aplicadas a un tema en particular o doctrina), y (2) tener una relación activa y viva con el Espíritu Santo, quien es el maestro de toda verdad.

Cuando pensamos que conocemos la voluntad de Dios y sus deseos, ¿cómo podemos estar seguros de que Dios si está realmente hablando con nosotros y no es solo un engaño de nuestra propia mente? Esto requiere crecimiento espiritual, una conciencia bien-formada, conocimiento de nuestras debilidades y vulnerabilidades y de las áreas de pensamientos insanos, rindiéndonos continuamente a Dios, esperando la confirmación de amigos cristianos que sean confiables o de directores espirituales, y confiando que Dios proporcionará otra confirmación también, si es algo tan importante.

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Martes de la Décima Sexta Semana del Tiempo Ordinario
19 de julio, 2011

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2011 por Terry A. Modica



Reflexiones para el Alma
"Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"
(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)
Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley


Lecturas del Día
Éxodo 14:21 - 15:1
Éxodo 15:8-10, 12, 17 (con 1b)
Mateo 12:46-50