Un buen trabajo

El Evangelio de hoy, nos habla de aquellos trabajadores a quien el dueño de la mies, da el 100% de lo que les encargó y aquellos otros a quienes despide sin nada por no haber sabido cuidar de su encargo.

Esto me trajo a la memoria una historia que puede muy bien ser la de algún conocido y si nos esforzamos, podría ser la nuestra:

Su nombre es Silvia, maestra de 5º grado, el primer día de clase lo inició diciendo a los niños una mentira.
Ella miró a sus alumnos y les dijo: Los quiero a todos por igual.
Pero ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba Carlitos.

Silvia había observado a Carlitos desde el año anterior, había notado que era diferente a los demás niños, no jugaba, su ropa estaba siempre descuidada y por su aspecto necesitaba darse un buen baño.

Carlitos comenzó a ser desagradable, la maestra comenzó a marginarlo y al más pequeño error en sus tareas, sin contemplación lo corregía.
En la escuela había una norma. Los maestros debían revisar el historial de cada uno de sus alumnos, pero Silvia dejó el expediente de Carlitos para el final. Cuando lo revisó, se llevó una gran sorpresa. La maestra de primer grado había escrito: Carlitos, es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de manera eficiente y tiene muy buenos modales, es un placer tenerlo en clase.

Su maestra de segundo grado escribió: Carlitos, es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se le nota preocupado y triste por la grave enfermedad que está sufriendo su madre. Creo que debe ser muy difícil, para un niño de su edad.

La maestra de tercer grado escribió: Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él, se esfuerza en hacer lo mejor, pero su padre no muestra mucho interés, considero que se deberían tomar ciertas medidas para que no afecte al desarrollo del niño y a su carácter.

Su profesora de cuarto grado escribió: Carlitos se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase.

Al leer el expediente de Carlitos, Silvia se dio cuenta del mal que estaba haciendo al marginar y no tratar con amor a un niño con un problema tan grave y se sentía apenada y arrepentida por su actitud.

Pasó poco tiempo y muy pronto llegaría la Navidad. Los alumnos, como de costumbre, le trajeron sus regalos, envueltos en fino papel y grandes lazos, excepto el de Carlitos. Su regalo estaba dentro de una bolsa de papel.

A Silvia le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros niños, algunos se podían reír y otros se burlarían. Pero no tuvo más remedio que hacerlo. Dentro de la bolsa había un viejo brazalete y un frasco de perfume usado. Los niños empezaron a burlarse, pero ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era aquel brazalete mientras se lo probaba y lo mucho que le gustaba el perfume, mientras se ponía un poco de perfume en la mejilla.

Carlitos se sorprendió de la actitud de la maestra y se quedó hasta que todos se hubieran ido para decirle: Maestra, en el día de hoy usted es como mi mamá.

Desde ese día, ella dedicó tiempo y amor a ese niño, que un tiempo atrás había dejado de lado.
Cuando llegó el final del curso escolar, Carlitos se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase. Por eso Silvia estaba emocionada y muy contenta…porque Carlitos se había convertido en su alumno más querido y preferido.

Un año después, ella recibió una carta de Carlitos, diciéndole que había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Seis años después recibió otra carta, diciéndole que había terminado sus estudios secundarios y que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.

Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores.
Volvió a repetirle a Silvia que seguía siendo la mejor maestra que había tenido y que la admiraba.

Cuatro años después recibió otra carta, en esta ocasión le contaba que había terminado sus estudios en la Facultad de Derecho y continuaba la carta diciendo las mismas palabras que las anteriores, que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita. Pero más adelante en la carta le contaba que su padre había fallecido y también que iba a casarse. Le preguntó si le gustaría ocupar en su boda el lugar que normalmente es reservado para la madre del novio y Silvia aceptó.

El día de la boda, se presentó vestida como una reina, con el viejo brazalete en su muñeca y perfumada con el recuerdo que conservaba, desde aquella Navidad. Carlitos emocionado la abrazó, le dio un beso y le susurró al oído: Gracias Silvia por creer en mí, gracias por haberme hecho sentir la diferencia y por ayudarme en el momento más difícil de mi vida.
Silvia con lágrimas en los ojos, le dijo: Te equivocas, tú fuiste el que me enseñó a mí, yo puedo hacer la diferencia. Aprendí a ser verdaderamente una maestra, cuando te conocí.
Enseña a sentir la diferencia, muestra tu amor a alguien que tenga necesidades. Seguro que ahora mismo, a tu lado hay alguien que está sufriendo.

“Los Ángeles son los que levantan nuestros pies de la tierra, cuando nuestras alas han olvidado cómo volar”


Lecturas

1 Tes 4, 9-11
Sal 98, 1.7-9
Mt 25, 14-30 

Llevando una antorcha por Jesús



¿Estás llevando una antorcha por Jesús? La lectura del Evangelio de hoy me recuerda la metáfora para una relación de amor especial. "Llevar una antorcha" para un amigo significa que tenemos un lugar cálido en nuestro corazón para él o ella, y no vamos a dejar que se atenúe. Es como la antorcha Olímpica que es llevada por los corredores de todo el mundo hasta que ilumina la ceremonia de apertura de los juegos; vamos a correr a cualquier lugar y durante el tiempo que sea necesario por la persona que amamos.
¿Tienes este tipo de amor por Jesús? 
 Si es así, entonces ¿cuál es el combustible que enciende tu antorcha? ¿Y que permite que tu antorcha no se quede sin combustible?

Tal vez tu antorcha es encendida por tu vida de oración y la mantienes encendida al tomarte tiempo cada día para conectar en silencio con Dios. O tal vez es el sufrimiento que has soportado por el bien de amar incondicionalmente a alguien que no te quiere de igual manera, y que ha ofrecido su corazón partido a Jesús como un sacrificio que le une a su cruz. O es la alegría de usar tus dones y talentos en la Iglesia. O es todo lo anterior y mucho más.

Somos como las tontas damas de honor si no hacemos algo más que recoger nuestra antorcha y correr sin tener en cuenta que una carrera rápida y corta podría llegar a ser un largo maratón. Tenemos que abastecernos.

¿Qué alimenta tu amor por Jesús cuando estás cansado? ¿O cuando te desanimas y te sientes herido y decepcionado? ¿O cuando tu paciencia se acaba?

¡No podemos salir adelante un solo día sin perder al menos parte de nuestra santidad y fortaleza espiritual! ¿Qué nos hace pensar que no necesitamos comenzar cada día en oración pidiendo ayuda sobrenatural? ¿O que no necesitamos tomar tiempo para buscar esperanza y orientación a través de las Escrituras? ¿O que no tenemos que poner esfuerzo en el estudio de las enseñanzas de la Iglesia para recibir más sabiduría del Espíritu Santo?

Así como Jesús señala en la parábola, el Señor no nos puede reconocer (es decir, no pareciera que pertenecemos a él) si decimos que somos Cristianos pero vamos pasando por la vida haciendo lo que se siente bien y se ve bien. La verdadera vida Cristiana requiere gran esfuerzo - ¡y a veces es desagradable! Cuando no estamos esforzándonos para avanzar en la santidad, caemos en el pecado. No existe tal cosa tal como permanecer inmóvil. O nos estamos esforzando en avanzar hacia adelante en el crecimiento espiritual, o somos barridos hacia atrás por los vientos del mundo y estamos empujados hacia atrás por los demonios que se aprovechan de nuestra pereza.

La lectura de esta reflexión te ha dado un poco de combustible. ¿Qué más vas a hacer hoy para echar más leña al fuego de tu amor por Jesús?

 
Reflexiónes de las Buenas Nuevas
Viernes de la 21va Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 30, 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica

Familia que Reza Unida...

" Familia que reza Unida, permanece Unida ", decía Juan Pablo II. Y es cierto, pues la Familia que se reúne para hacer una oración en común, para pedir a Dios algo especial, hace que El viva en su familia.
Lecturas de hoy: 
1 Tesalonicenses 4:1-8 
Salmo 97:1, 2b, 5-6, 10-12 
Mateo 25:1-13



Creciendo en santidad












¿Conoces la señal más segura de que estás creciendo en santidad? ¡Estás siendo atacado por ello!

Estás viviendo de una manera que hace que los demás se den cuenta de que ellos también tienen que cambiar, y esto tiene consecuencias desagradables. Trata de no tomarlo como algo personal. Aquellos que te rebajan son aquellos que no quieren cambiar. En verdad, no es a ti a quien quieren destruir, sino a la invitación a la santidad que tu vida ejemplar.

Tal era el estado de Herodes cuando arrestó a Juan el Bautista. Herodías se sentía aún más culpable que él por su pecado, como se evidencia en la lectura del Evangelio de hoy. Ella guardaba un fuerte resentimiento contra Juan al punto que ella lo quería muerto, y encontró los medios para hacerlo. Pero, ¿lo silenció para siempre? No, estoy segura que la verdad que él había hablado la atormento por mucho tiempo.

La verdad hace esto cuando la gente lucha contra ella. Su batalla los mantiene allí mismo, delante de ellos y les hace hacer cosas locas hasta que se rinden. Sospecho que el infierno es escuchar la verdad en voz alta y claramente que tortura para siempre a los que no lo deseen.

¿Ha sido bloqueada tu libertad para expresar tu fe por los que no quieren aceptar la verdad? A medida que tratan de encerrar la verdad detrás de un muro de contención, se van volviendo locos. ¿Te han clavado en la cruz de sus prejuicios o miedos o heridas (o cualquier otra cosa que les ha atrapado en sus patrones pecaminosos o insalubres), y los clavos te están haciendo daño? ¿Los clavos te están inmovilizando para que no puedas hacer nada para mejorar la situación?
Sin embargo, los que te ponen en la cruz nunca escaparán de su culpabilidad hasta que se vuelvan al Señor con un corazón que esté dispuesto a cambiar.

Mientras tanto, ¿hay algo que puedas hacer? ¿O debes seguir colgado en la cruz?
¿Qué hizo Jesús? Fue clavado por los que no querían aceptar las verdades que él enseñó, pero no pudieron silenciar su capacidad de marcar una diferencia. Le pidió al Padre que los perdonara - "porque ellos no saben lo que están haciendo." Él intercedió por ellos. Y entonces su dolor terminó. Poco después, fue elevado hacia una victoria por un Padre que estaba muy complacido con él.

Esto es lo que también nos pasa si nos damos cuenta de que nuestra cruz es en realidad la cruz de Cristo, y que está logrando una bondad redentora. Cuando le damos al Padre, aquellos que nos han clavado, intercediendo por ellos, nos liberamos para disfrutar de nuestra propia resurrección. Sus ataques no pueden detener al Padre de estar muy feliz con nosotros.
Cuando morimos a nuestro deseo de cambiar a aquellos que nos han herido, dejando su destino en manos de Dios, podemos seguir adelante con la vida y disfrutar de ella.

Dios no permitirá que sus pecados contra ti queden sin respuesta. Él tratará con ellos en la manera que sea mejor para sus almas eternas, de acuerdo con su infinita sabiduría, en el plazo de tiempo que le den. Y él va a trabajar con quien le den, por lo que con el tiempo la verdad se afianzará en ellos con la más profunda eficacia.
 
Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la Semana 21 del Tiempo Ordinario
29 de agosto 2013
Memoria: Martirio de San Juan Bautista

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013 por Terry A. Módica
Reflexiones para el Alma
 
   
Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"  
(solo 1/168 parte del tiempo semanal)
Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley
Lecturas del día:
1 Tesalonicenses 3:7-13
Salmo 90:3-5a, 12-14, 17
Marcos 6,17-29


Instrumentos de Dios en este mundo


La primera lectura de hoy nos muestra lo que es el verdadero liderazgo Cristiano. Significa trabajar "día y noche" (es decir, sin cesar y sin descanso) para servir, sin agobiar, el Cuerpo de Cristo. Los verdaderos líderes Cristianos sirven con devoción, con justicia y sin culpa. La predicación de Cristo se hace real, viviendo lo que exhortamos hacer y vivir a otros.

Poniendo esto en contexto con una visión más amplia del Evangelio, sabemos que San Pablo NO estaba dando a entender que hay que trabajar día y noche, sin descanso. Nos convertimos en una carga para los demás cuando trabajamos demasiado rápido y demasiado tiempo y nos cansamos para seguir siendo piadosos, justos y libres de culpa. Incluso Jesús tomó tiempo libre para restaurar su energía.

La lectura del Evangelio de hoy nos muestra que difícil es ser un líder Cristiano. Lo que parece ser bueno externamente, no es más que una maldad encerrada. La luz de Cristo, que en realidad podría estar allí, está bloqueada por motivos equivocados como el orgullo, el deseo de ser superiores y controlar a otros; y otros abusos para las vocaciones. Los líderes Cristianos falsos enmascaran la oscuridad que llevan dentro pintándose de blanco. Es un intento de falsificar la luz de Cristo. Sus propios esfuerzos darán testimonio contra ellos mismos.

Todos estamos llamados a ser líderes Cristianos en un lugar u otro, al servicio del reino de Dios en nuestros hogares, en nuestros lugares de trabajo, nuestra comunidad, y en cualquier otro lugar donde tengamos la oportunidad de dar un buen ejemplo. En todo, todos estamos llamados a ser instrumentos de Dios en este mundo, marcando una diferencia con devoción, con justicia y sin culpa, predicando, no tanto por lo que decimos sino por la forma en que vivimos la fe.

Esto es cierto si somos sacerdotes, o laicos como el jefe de una gran empresa o la secretaria que se encarga de las necesidades de los empleadores y los clientes, la cabeza de un ministerio de la parroquia o la persona que limpia después de un evento.

Y no olvidemos que la vocación del matrimonio es la que debe guiar al mundo en la comprensión de lo que el verdadero compromiso significa; ambos cónyuges son comisionados por el Sacramento del Matrimonio para ser modelos a seguir de la relación de Dios con su pueblo.

Como dijo San Pablo, la palabra de Dios tiene que trabajar en nosotros si somos verdaderos creyentes en Cristo. En la manera en que vivimos, ¿Creamos realmente el mensaje de salvación? Ninguno de nosotros es perfecto. Aunque deseamos ser santos, a veces fallamos por motivos equivocados; orgullo y otros abusos de nuestra vocación. Si no cambiamos diariamente por la verdad en las Escrituras, si no somos transformados por la Eucaristía, si no examinamos nuestra conciencia continuamente y la buscando nuevas maneras de crecer en santidad, entonces caemos en la hipocresía.

¿Qué vas a hacer hoy para ayudar a otros a experimentar el amor misericordioso de Jesús? No seremos efectivos hasta que no reconozcamos primero humildemente nuestra necesidad de perdón y experimentemos este amor misericordioso por nosotros mismos.



Reflexiones de las Buenas Nuevas
 
Miércoles de la 21va Semana del Tiempo Ordinario


Agosto 28, 2013
Memorial of San Agustín


SAN AGUSTIN

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2013 por Terry A. Modica

Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición"
(1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento...
Al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.

Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)



Lecturas del Día:
1 Tesalonicenses 2:9-13
Salmo 139: (1) 7-12
Mateo 23:27-32
  

Ser cristiano, significa vivir en comunidad


No podemos ser verdaderos cristianos - verdaderamente como Cristo - si no estamos en comunidad con otros creyentes. Esto significa más que ir a Misa (aunque adorar a Dios con los demás es un aspecto importante de la misma). Significa estar en relaciones activas con otros creyentes. Comunidad significa caminar juntos en el camino hacia el cielo.

En la primera lectura de hoy, observa como St. Paul predicó las Buenas Nuevas a los Tesalonicenses. "Estábamos decididos a compartir con ustedes ... nosotros mismos." Mientras que Pablo y su equipo de evangelización visitaban Tesalónica, entraron en relaciones con la gente. Como les digo a los grupos cuando estoy de viaje dando conferencias, "Un extraño es un amigo que aún no he conocido. Somos amigos porque pertenecemos a la misma comunidad de creyentes. ¡Vengan, vamos a caminar juntos!" Me gusta tratar cada interacción como una relación personal real. Hacer menos, no es parecerse Cristo.

Pablo enumera lo que no es comunidad (es decir, lo que es contrario a las relaciones Cristianas). En las relaciones sagradas, no hay engaño o motivos impuros o trampas, nada de susurros al oído con palabras amables o halagadoras, sin codicia de ningún tipo, sin estar buscando gloria.

En cambio los Fariseos, a quienes Jesús regañó en la lectura del Evangelio de hoy, no entendían la vida comunitaria. Como guías ciegos, perdieron la experiencia de edificar una experiencia de fe interpersonal. Ellos cumplieron con sus obligaciones religiosas, pero sus corazones estaban llenos de "botín y lujuria" o "saqueo y autocomplacencia".
¿Cuál es nuestro botín? Es todo lo que le robamos a otros: su dignidad, su valor, su tiempo, su respeto cuando no somos decentes. ¿Cómo somos autocomplacientes? Forzando a los demás a cualquier cosa por nuestro propio bien: nuestras agendas, o nuestras ideas co-dependientes de amor, deformes y lujuriosas.

Jesús nos brinda el pegamento que une a la gente en la comunidad: la justicia, la misericordia, y la fidelidad. Ya que para ser como Cristo hay que tratar a todos con justicia y misericordia, en lugar de limitarnos a aquellos que más nos gustan, nuestra comunidad es mucho más grande que nuestro círculo pequeño de amigos.

¿Qué estás haciendo con la comunidad? ¿que ves cara a cara en la Misa?

Cualquier cosa que falta en nuestras vidas, cualquier cosa que hemos estado pidiendo a Dios que provea que parece demasiado lento en llegar, cualquier necesidad insatisfecha que tenemos - ¡Dios lo da a nosotros a través de la comunidad, y en comunidad. La comunidad es tan importante para Dios que nos creó con una necesidad de experimentarla. La fe practicada sólo por nosotros mismos es muy solitaria y muy exclusiva.

Reflexiónes de las Buenas Nuevas
Martes de la 21va Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 27, 2013
Memorial de Santa Mónica


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
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Lecturas de hoy:
1 Tesalonicenses 2:1-8
Salmo 139:1-6
Mateo 23:23-26

¿Qué hace sagrada a una buena obra?




¿Qué es más importante: El servicio que haces por el reino de Dios, o el amor que lo motiva? Servicio sin amor no es más que una cumplido el deber, el requisito mínimo de obediencia. El amor es lo que hace que cualquiera obra buena sea una obra sagrada. 

En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos muestra la importancia de examinar nuestras vidas más profundamente. ¿Cuál es el motivo real detrás de cualquier cosa y de todo lo que hacemos? ¿Es nuestra religiosidad muy profunda? ¿Es la práctica de nuestra fe, nada más que una obediencia legalista? Un servicio que no está motivado por el amor - el amor por Dios y por todos los que Él ama (¡que es todo el mundo!) - puede hacer más daño que bien, como vemos que les sucede a los Fariseos a quienes Jesús regañó.
Tal vez estamos usando nuestra "fe" para manipular a otros a que hagan lo que nosotros queremos que hagan. 

Por ejemplo, esto es a menudo el motivo secreto (a menudo inconscientemente) de los padres que advierten a sus hijos que si no van a Misa, algo infernal caerá sobre ellos. Este enfoque puede causar daños a largo plazo a su fe. Ellos son más propensos a ir a Misa (y de hecho participan en ella) si van porque creen que Dios los ama y se sienten amados por el sacerdote y las demás personas que se encuentran en la iglesia. 

Amenazas y advertencias sobre el castigo de Dios pueden parecer beneficiosas, pero en última instancia conducen a la gente lejos de la verdadera fe, porque la fe verdadera se basa en el amor misericordioso de Dios. En lugar de ser regañones y pesimistas, tenemos que ser modelos de profunda devoción, y tenemos que pasar horas y horas en oración por su crecimiento espiritual y protección, que es un gran sacrificio de amor

La primera lectura de hoy enfatiza que demostramos nuestra fe trabajando en el amor. Cualquiera puede hacer buenas obras, incluso los ateos. Cualquiera puede decir que hace buenas obras para Dios, incluso aquellos que están lejos de Dios. Las buenas obras son sagradas - con Dios - sólo cuando son obras de amor realizadas en unidad con los planes de amor divinos de Dios.

¿Sientes mi amor por ti en estas Reflexiones de las Buenas Nuevas? Como dijo San Pablo a los Tesalonicenses, por lo que también te digo: La verdad del Evangelio no se evidencia por lo bien que escriba estas reflexiones, sino por el poder en el que las recibes y vives sus mensajes en el Espíritu Santo, con completa convicción. 

Estoy muy contenta con tu amor por los demás y tu convicción de crecer en la santidad, y rezo continuamente por ti en mi corazón.

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Lunes de la 21va Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 26, 2013
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor  © 2013 por Terry A. Módica
Lecturas de hoy:
1 Tesalonicenses 1:1-5, 8b-10
Salmo 149:1b-6a and 9b
Mateo 23:13-22
 

Estas invitado a un banquete maravilloso


 


Cuando Jesús dijo la parábola en la lectura del evangelio de hoy, él se estaba dirigiendo a los tercos que rehúsan entrar en una verdadera relación con el Mesías. A través de la voz del rey quien ofreció una fiesta de matrimonio para su hijo, Dios el Padre habla: "Ustedes han sido invitados al banquete de la Eucaristía del Salvador, pero tú estás diciendo no y por lo tanto vas a enfrentar terribles consecuencias. Algunos de ustedes piensan que ya son religiosos y no necesitan cambiar. Hay terribles consecuencias para ustedes también."

¿Has alguna vez encontrado esa clase de personas? Quizás tú has invitado a alguien a una relación saludable, pero él te rechaza o ella trata de ser tu amiga bajo términos de su propia inmoralidad o una relación no saludable,

Como cristianos, estamos llamado a traer a Cristo en el mundo, invitando; abiertos a nuevas relaciones de modo que podamos revelar el amor de Dios a más personas y ayudarles a descubrir a Jesús en el banquete de la Santa Comunión. Pero ¿Qué pasa si la persona que invitas te dice que no? o ¿Qué tal si dice sí por razones equivocadas, sin querer ser transformadas por la santidad de su amor?

Jesús nos muestra en esta parábola que Dios no arrastra al que no quiere a su celebración (ni a la misa). Por supuesto, él le da a las personas (hasta que se mueran) ilimitadas oportunidades de arrepentirse y disfrutar de la fiesta, pero éste banquete es para verdaderos amigos. Sólo verdaderos amigos de Cristo quieren ser cambiados por el poder transformante de la fiesta de la Eucaristía. Cuando las personas dicen no a esta maravillosa oportunidad, él les permite caer más profundamente en el pozo que ellos están cavando. Él les permite encontrarse con las terribles consecuencias que ellos están creando de modo que eventualmente ellos se van a desesperar tanto y van a ser suficientemente humildes como para querer cambiar.

Dios hace lo mismo con aquellos que son falsos, es decir, aquellos quienes quieren el amor, la bondad, la paciencia de Dios, la vida eterna, etc., y quienes dicen ser cristianos pero realmente no quieren ser como Cristo. Ellos vienen a misa sin un deseo de ser transformados por la misa. Él les dice, "SUFICIENTE ustedes no pertenecen aquí y no me pueden engañar haciéndome pensar que si lo son. Fuera de aquí hasta que las terribles consecuencias los despierten a la verdad y los haga humildes"

Porque nosotros somos verdaderos amigos de Cristo, nos importa aquellos que no están disfrutando el banquete de su amor, y los invitamos a venir, pero no los tenemos que forzar como si nosotros fuéramos responsables de sus decisiones. Algunas veces todo lo que podemos hacer es vivir los ejemplos de las bendiciones que vienen de la Amistad con Cristo y el estar involucrados en la vida de la parroquia. Algunas veces la mejor invitación es la alegría que nosotros experimentamos de celebrar el banquete de la Eucaristía. (Ah, ¿Tienes tú esta experiencia de alegría? ¿Es obvia?)

Como ésta parábola nos muestra, no debemos perder tiempo quejándonos del rechazo y la falsedad de aquellos quienes no hacen parte del banquete. Si seguimos el ejemplo de Dios, nosotros iremos una y otra vez a buscar aquellos quienes realmente quieren ser santos. Iremos a nuestra manera a hacer amigos, invitando buenos y malos mientras dejamos los tercos recoger lo que ellos siembran, de modo que podamos disfrutar la amistad de aquellos que toman en serio la llamada a celebrar una vida centrada en la Eucaristía. 


Reflexión de la Buena Nueva
Jueves de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 22, 2013
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
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Reflexiones para el Alma

   
 
Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"  
(solo 1/168 parte del tiempo semanal)
Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley

Lecturas del día:

Jueces 11:29-39a
Salmo 40:5, 7-10
Mateo 22:1-14



La alegría de ser el último


El propietario de la tierra que Jesús describe en el evangelio de hoy nos parece tan injusto hoy como le pareció a los judíos quienes escucharon esta parábola primero. Nosotros podemos entender mejor el punto de vista que Jesús está haciendo si pensamos en eso en término de la paternidad.

Dios el Padre es como el dueño de una granja quien la da a todos por igual, sin importar cuánto tiempo cada uno ha trabajado en este servicio. Ya que no podemos ganar el camino hacia el cielo, la igualdad de beneficios no es una injusticia para aquellos quienes trabajaron por su reino toda la vida.

En cambio, Dios nos ha dado un amor completo y perfecto desde el momento de nuestra concepción en el útero de nuestra madre. Aunque estamos conscientes de su bondad más pronto que aquellos que sólo descubren una relación con él en el último minuto (y éste es un beneficio que nosotros disfrutamos y ellos lo pierden), él los ha estado amando desde el momento de su concepción también. Él no puede hacer menos.

A temprana edad, nosotros aprendimos que podíamos tener más aprobación del papá o la mamá si sacamos mejores notas en las calificaciones o más trofeos en los deportes que nuestros hermanos. Tal competencia nos afecta después cuando crecemos. Cuando Dios nos bendice, pensamos: "me lo gané!"

Y cuando no nos sentimos bendecidos porque malas cosas nos pasan, pensamos: "no estoy seguro si Dios me ama tanto como ama a otros". ¿Por qué? Porque yo tengo que ganar la aprobación de Dios y no importa que tan duro yo trate, "yo no soy suficientemente bueno" y pensamos también, "Mi oración no ha sido respondida todavía porque yo no he hecho suficientes rosarios".

Pero nada de eso es necesario con Dios. Dios es tan generoso en su amor que no tenemos que hacer nada para recibir las bendiciones de él. Bueno, actualmente, hay algo que tenemos que hacer: debemos acercarnos al dueño de la granja con nuestras manos abiertas.

En la viña de Dios, el último es puesto primero, porque el que es último es el que no está compitiendo con otros para ganar la primera posición. Esta es la persona que sabe que el amor de Dios está siempre disponible porque Dios ES amor. Nosotros no tenemos que subir una escalera de logros para ir al cielo; nosotros estamos instantáneamente en el tope del peldaño en el momento que descubrimos que Dios ya nos ama completamente. La única razón por la que le servimos y trabajamos duro para él, dándole lo mejor de nosotros, sin deseo de ser mediocre, es simplemente porque nosotros lo amamos mucho.

Lo que pasa después, es tremendo, es santo. Nosotros perdemos el egoísmo que nos previene de poner a los otros primero. Encontramos alegría ayudando a nuestros hermanos y hermanas a recibir la asistencia del Padre antes que nosotros, felizmente rezamos por ellos más de lo que rezamos por nosotros mismos. Y nos emocionamos cuando el "perezoso" en la familia, aquellos quiénes han estado rebeldes en contra de Dios toda sus vidas, finalmente, se unen a la vida Cristiana y se benefician del amor de Dios tanto como nosotros lo hacemos.

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 21, 2013

NOTA DE PUNTADAS DE FAMILIA
Puede pensarse que no es necesario hacer nada, que basta con que Dios nos ame para merecerlo todo o que basta amar a Dios para merecerlo todo.
Sin embargo, Jesús nos dice que "el que HACE LA VOLUNTAD DE DIOS es su hermano y por lo tanto, hijo de Dios"
Así que es necesario HACER también.
El rezar, el agradecer a Dios, el servir a otros tanto como a uno mismo, es decir, como si lo hiciéramos a nosotros mismos, es parte de lo que significa hacer la voluntad de Dios.
"Amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo"

Anteponer a Dios y a los demás a nosotros mismos es vencer el egoísmo natural que poseemos por el pecado original. Pero no se puede vencer por sí sólo si no pedimos la ayuda divina através de Jesús, la Virgen, los ángeles, los santos. Y es ahí donde muchos fallamos: no basta servir, si nos olvidamos de orar.

En tiempos de Jesús, todo ésto era nuevo.
En la actualidad, ya nos la sabemos:
Oramos, servimos, nos formamos en la fila, sabemos que nos van a pagar lo mismo que a los otros y nos conformamos, pero ¿realmente nace nuestro servicio del amor a Dios y a los hombres? Esa sería la pregunta.

¿Cómo puedo lograr ésa conformidad a la Voluntad de Dios? Sólo hay un camino: la oración, el diálogo con Dios como lo tenía Cristo, como lo han tenido tantos santos.

 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013.
© 2013 por Terry A. Modica


Reflexiones para el Alma            
Efesios 6, 11 - 13
11.
Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.
12.
Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
13.
Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.
Lecturas del Día:  
Jueces 9:6-15
Salmo 21:2-7
Mateo 20:1-16