La señal dada por Dios




María la Virgen, la que concibió siendo virgen es la señal que Dios anunció al pueblo de David através de Isaías a un rey llamado Acaz. El pueblo de David estaba smenazado con ser destruido y Dios queriendo cumplir la promesa hecha a David, envió a Isaías a darle la confianza de que no sería destruido el pueblo de aquél con quien había hecho una alianza.
Acaz recibió la gran concesión de que pidiera una señal en el cielo o en la tierra, con la confianza de que Dios lo haría para El.
Acaz no pidió nada, por miedo a tentar al Señor. Seguramente era muy cumplidor de las leyes de los hombres

Esto por supuesto no agradó a Dios quien les anunció que aunque no pidieran nada, les sería enviada una señal: la Virgen concebiría un hijo que sería Hijo del Altísimo.

María cuando vió al ángel se sorprendió y preguntó ¿cómo sería posible que sucediera lo que le era anunciado? El ángel le dijo que su prima Isabel la estéril, había concebido por la misma gracia de Dios, porque para Dios no hay nada imposible.
María aceptó. Seguramente con miedo, sabía las costumbres de su pueblo, pero finalmente "para Dios no hay nada imposible". María era de la tribu de Judá. José de la tribu de David.

Vemos pues la diferencia entre Acaz un rey heredero de David, altivo, confiado a sus propias fuerzas. Y vemos a María, mujer humilde desconocedora de las Escrituras, pero conocedora de las tradiciones tan duras contra la mujer de sus tiempos.

Acaz consiguió con su negativa, la condena para su pueblo. María con su aceptación, consiguió para el suyo, la salvación através del Mesías.
El pueblo de Acaz fué lleno de plagas, destruidas sus vides, el ejárcito asirio fué el instrumento de Dios para castigar su insolencia. María fué el instrumento de Dios para traer la salvación a su pueblo.

María es la señal que Dios da al pueblo. Y en Cristo se cumplen tods las profesías. Cristo es la verdad, el camino y la vida como El mismo dijo: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias"...."Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."»

Dios es fiel a sus promezas. Ha dado pruebas a lo largo de la historia de la Humanidad de ello.

"Hágase en mí según tu Palabra"
"Aquí estoy para hacer tu voluntad".

De tal madre, tal hijo. María llevó a Cristo en su vientre, María lo crió, educó. María le pidió el primer milagro. María lo visitó cuando ejercía su Ministerio. María lo acompañó en el camino del Gólgota. María estuvo al pie de la cruz. María recibió su cuerpo.... y seguramente también supo de su Resurrección. María estuvo presente en Pentecostés. Y finalmente, María fue asunta al Cielo al lado de su Hijo Amado, para tener un lugar al lado del Padre como corredentora.

Pidamos a Dios. No seamos como Acaz, confiados a nuestros propios medios.
Digamos como María "Hágase en mí según tu Palabra" confiados en Dios quien por Gracia nos brinda la salvación



Sal 39,7-8a.8b-9.10.11

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, 
y, en cambio, me abriste el oído; 
no pides sacrificio expiatorio, 
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.

«Como está escrito en mi libro 
para hacer tu voluntad.» 
Dios mío, lo quiero, 
y llevo tu ley en las entrañas. R/.

He proclamado tu salvación 
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios: 
Señor, tú lo sabes. R/.

No me he guardado en el pecho tu defensa, 
he contado tu fidelidad y tu salvación, 
no he negado tu misericordia 
y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la Tercera Semana de Cuaresma
Marzo 25, 2014
Solemnidad de la Anunciación del Señor


Esta reflexión fue realizada por Laura Aguilar para Puntadas católicas© 2014 







Rezar con los 5 dedos

-La oración que enseñó Francisco el Papa
1.El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes
estan más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por
nuestros seres queridos es "una dulce obligación"

2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y
sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos
necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.
Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora
por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas
personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión
pública. Necesitan la guía de Dios.

4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es
nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.
Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados
por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será
demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los
matrimonios.

5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los
dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la
Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar
por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus
propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las
tuyas.


Lecturas de hoy:
Isaías 7, 10-14; 8-10
Salmo 40, 7-11
Hb 10, 4-10
Lucas 1, 26-38

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