Cómo entrar en el reino de Dios







En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús dice:
"Sólo con dificultad puede uno que es rico entrar en el reino de los cielos."
Para que no pensemos que estamos exentos de esta advertencia si no somos ricos o porque, si somos ricos, usemos la asistencia a la iglesia como una garantía para vivir en el reino de Dios, Dios nos da la primera lectura de hoy para un examen de conciencia.

Él dice en estos versículos: "Por tu sabiduría y tu inteligencia has hecho para ti riquezas." Tu sabiduría, tu inteligencia.
¿En qué eres rico (y no necesariamente hablamos de la riqueza material) por propia obra? ¿Lo lograste en abundancia sin buscar en oración la aprobación de Dios y confiar en su guía y ayuda? 

Jesús nos dice que debemos dejar de lado nuestros apegos al mundo para que podamos entrar de lleno en el reino de Dios, no sólo cuando morimos, sino desde ahora, por lo que podemos experimentar su amor incondicional a cada momento de cada día terrenal.

¡Nosotros amontonamos tantos apegos mundanos (impíos) sobre nuestras espaldas que somos como los camellos cargados de equipaje! Ninguno de este equipaje puede pasar a través de la puerta al reino de Dios. Si tratamos de aferrarnos a ellos, nosotros no podremos pasar a través de la puerta.

Somos ricos en "hacer las cosas a mi manera." En el reino de Dios, todo se hace su manera, que por supuesto es la mejor manera.  No hay amor "condicional" que pueda pasar, porque no es realmente amor. La actitud de "si tú me haces feliz, yo apruebo y te acepto y soy amable contigo" es una enorme carga de basura. No es amor en absoluto. Y así es "Si los amantes del mismo sexo se aman, entonces debemos creer que Dios aprueba los matrimonios del mismo sexo."

La basura que otros han lanzado a nosotros tampoco podrá pasar por la puerta. Tampoco lo harán las vendas emocionales que usamos para cubrir las heridas que infligieron a nosotros. Jesús ya ha tomado todos nuestros golpes sobre sí mismo. Si todavía estamos heridos por ellos, es sólo porque no nos hemos rendido a todos los métodos de curación que Él sabe que nos sanan.

No podemos incluir el equipaje de la justicia propia o el orgullo. Nosotros no lo necesitamos de todos modos, porque Jesús está suficientemente orgulloso de nosotros. Tenemos que dejar caer el equipaje de baja autoestima, porque Jesús nos muestra nuestro verdadero valor, y es mucho mayor de lo que pensamos que es.

Identificar todas nuestras maletas mundanas para poder liberarnos de su peso parece imposible. Los discípulos le preguntaron: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?" Jesús le respondió: "Para ti, esto es imposible, pero si tu buscas la ayuda de Dios, se hará muy posible."

Inicia con esta actitud diaria: "Perdóname, Señor, y ayúdame a identificar todos mis malos hábitos, adicciones, maneras sin amor y sabiduría mundana. Con tu ayuda suave pero persistente, voy a dejar mi equipaje y vivir más plenamente en tu reino ahora y a estar más listo para el cielo cuando muera. Aumenta mi deseo de deshacerme de todo lo que no te pertenece. ¡Amén! "
 
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la semana 20 del Tiempo Ordinario
19 de agosto 2014 


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/  
 © 2014 por Terry A. Modica



San Ezequiel Moreno

Padre, perdona todas mis culpas; dame fuerza de voluntad para enmendarme y perseverar en tu amistad. Por la intercesión de san Ezequiel, haz que te sirva mejor en el cumplimiento fiel de mis obligaciones; concédeme también la gracia especial de... Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Invocación final. San Ezequiel, ruega por nosotros.
Lecturas de hoy:
Ezequiel 28: 1-10
Deuteronomio 32: 26-28,30,35-36
Mateo 19: 23-30 



Sorpresa Espiritual  AQUI