La lectura de Romanos 8 nos recuerda que todas las cosas trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios. Incluso las cosas malas que nos suceden serán puestas a buen uso si se las confiamos a la creatividad de nuestro Todopoderoso, misericordioso y amoroso Dios. Los judíos que leyeron o escucharon el listado de la genealogía de Jesús en el Evangelio de hoy vieron este principio espiritual ilustrado. La lista de los ancestros de Jesús demostraba que el Mesías proviene de una larga lista de pecadores. El punto de esta lectura es: A pesar de los errores de las personas, Dios cumplió sus planes de salvación. Por ejemplo, todos sabemos que Jacob engañó a Esaú para que vendiera su "bendición", si Jacob se hubiese comportado Esaú se hubiera convertido en el patriarca de la familia y la línea genealógica se hubiese inclinado en otra dirección. Pero Jacob se convirtió en uno de los padres fundadores del Judaísmo. De su línea vino José, el esposo de María. Si Esaú se hubiera convertido en la cabeza de la familia, ¿aun habría sido José el padre adoptivo del Mesías?
Los planes de Dios siempre se cumplen, eventualmente de una u otra manera. Al poner a Dios a cargo de nuestras vidas, en vez de tomar las cosas en nuestras manos por la frustración e impaciencia, nos damos cuenta de que su tiempo siempre es perfecto y recordamos que sus planes siempre son buenos, nos damos cuenta de que podemos y debemos tener esperanza y alegría incluso cuando sufrimos en el momento de las pruebas del día de hoy.
Dios se divierte sacando lo bueno de lo malo. Yo lo puedo ver sonriendo a Satanás y diciendo (como lo hacíamos nosotros niños cuando engañábamos a los brabucones), "¡nana nana nana! No te saliste con la tuya después de todo. ¡Soy más grande que tú!"
¿Qué sucesos te han desalentado? ¿Qué pecados te han alejado del camino de los planes de Dios? ¿Qué problemas te han causado otras personas? ¿Qué errores te han hecho desear que nunca hubiesen pasado? ¿Es Dios más grande que ellos? ¿Se preocupa él suficiente como para hacerlos útiles para tu crecimiento? ¿Quiere Él hacer que funcionen como bendiciones para que el obtenga otra victoria para su reino? ¡Por supuesto que sí!
¿Es Dios suficiente imaginativo para encontrar una manera para hacer lo que parece imposible? ¡Por supuesto que sí!
Así que ¿Por qué estas limitando tus esperanzas a solamente lo que parece posible en tu perspectiva limitada? Dios disfruta haciendo lo inesperado, Él disfruta sorprendiéndonos. Y entonces no deberíamos sorprendernos cuando Él quiera convertir los tiempos malos en bendiciones.
Considere lo que celebramos hoy 8 de setiembre. María nació sin los efectos del pecado original para que ella pudiera posteriormente llevar a Dios en su vientre totalmente humano. Si el Padre Divino de María pudo hacer lo imposible una vez por el bien de su plan de salvación, Él puede hacerlo una y otra vez. ¡Y Él quiere hacerlo!
Dios hace que todas las cosas trabajen juntas por el bien de aquellos que lo aman y responden a su llamado a servir sus propósitos. Tú has sido llamado. No te preocupes por las cosas que van mal, porque Dios desarrollará planes asombrosos para dichas cosas y a pesar de ellas.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Lunes de la semana 23ª del Tiempo Ordinario
8 de setiembre de 2014
Fiesta del nacimiento de la Virgen María Bendita
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/ © 2014 por Terry A. Módica
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