Cambiando el sufrimiento en alegría






En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos dice: "Pobrecito, va a ser duro para ti. Llorarás y sufrirás mientras la gente mundana alrededor tuyo se regocija en los pecados que están causándote problemas. ¡Pero tu lamento se convertirá en gozo! Tus sufrimientos son como dolores de parto: algo nuevo y maravilloso brotará de ellos.

Y luego nos dice: "Te aseguro que todo lo que pidas al Padre en Mi nombre Él lo hará." En otras palabras, todo lo que Jesús quiera para ti, pidiéndoselo al Padre en unidad con los deseo de Cristo, ¡lo tendrás! Tal vez no esté de manifiesto totalmente en este mundo aún, pero lo tendrás.

¿Has orado alguna vez para que terminen los sufrimientos que están haciéndote llorar y sufrir? ¿Y le has pedido a Dios que se apure con ese gozo que te ha prometido? Pero los sufrimientos continúan, ¡y a veces incluso se intensifican!

Recientemente he soportado una década de situaciones múltiples, simultáneas y descorazonadoras que estaban bien cubiertas con la oración. La mayor parte de ellas ya están detrás de mí, pero si Dios hubiera hecho lo que le pedí al principio, algunos de los problemas que luego surgieron podrían haberse
evitado. ¿Hola, Jesús? ¿Qué sucedió?

Él me palmea en la cabeza diciendo: "Tu pobre y querida hija. ¿No le confiaste estos temas al Padre? Cuando parece que tus oraciones no están siendo contestadas, es porque estamos trabajando en un plan que es mejor que el que tú puedes imaginar."

En la primera lectura de hoy, el Señor le dijo a Pablo: "No temas. Sigue hablando. Sigue haciendo lo que te dije que hagas, porque Yo estoy contigo. Nadie te atacará, porque tengo muchos seguidores en esta ciudad." En otros tiempos en otras ciudades, Pablo fue atacado, puesto en prisión y casi ejecutado. 
La vida de un servidor de Dios nunca es fácil y, ciertamente, no es "segura" (de acuerdo con nuestra definición de "segura"). Una vida fácil no era la mejor solución para los problemas de Pablo. Dios contestó sus plegarias asegurándole que su ministerio continuaría a pesar de todo. Y el ministerio de Pablo aún continúa hoy.

Nada puede interferir permanentemente con los planes y propósitos de Dios. La demora para poner fin a nuestro sufrimiento no es prueba de que fuerzas destructivas están conquistando a Dios. Tampoco es debido a una falta de preocupación de Dios. Él usa todo - lo bueno y lo malo, los ángeles y los demonios, los días fáciles y los tiempos duros - para llevar la salvación a un número incontable de personas. Eso es lo que sucedió el Viernes Santo cuando Satanás pensó que había vencido a Jesús.

Tu gozo está viniendo. En realidad, ¡el gozo comienza ahora cuando te das cuenta de esta verdad! El Padre está contestando tus plegarias, no de la forma que tu esperabas, sino mejor de lo que tú puedes imaginar. Tus sufrimientos son dolores de parto indicando que algo nuevo, algo maravilloso, algo más allá de tus sueños está naciendo. Mientras esperas el nacimiento, haces bien en prepararte para ello aprendiendo todo lo que puedes del momento presente.


Reflexiones de las Buenas Nuevas

Viernes de la Sexta Semana de Pascua
Mayo 30, 2014


Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,  registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2014  por Terry A. Módica 


Lecturas de hoy:
Hechos 18, 9-18
Salmo 47, 2-8a
Juan 16, 20-23







Mantén tus ojos en Él



En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús dice: "Ya no me verán, pero pronto me verán otra vez." ¿Has perdido de vista a Jesús alguna vez? Por supuesto, a todos nos ha pasado. Cada vez que nos enfocamos en nuestros problemas, sacamos nuestros ojos de Jesús y nos tornamos ciegos a lo que Él está haciendo para ayudarnos. Crecer espiritualmente significa mejorar nuestro autocontrol para enfocarnos en Jesús sin importar lo que está sucediendo. Cuanto antes recordemos hacer esto, más rápido lo volveremos a ver.

Mantener tus ojos en Jesús no significa ignorar todo lo demás. ¡Por el contrario! Debemos mirar al mundo y a los demás con los ojos bien abiertos, sin fantasear, apáticos a nada, rechazando nada,
pero viendo todo a través de los ojos y la visión de Cristo Jesús.

Sea cual sea el problema que atrape tu atención hoy, tómate unos minutos para orar y discernir cómo lo está viendo Jesús. ¿Qué está haciendo Él para solucionarlo? Si aún no lo está haciendo, ¿qué querría hacer? A quien sea que te encuentres hoy, considera cómo ve Jesús a esa persona. ¡Preocúpate como Él se preocupa!
Cuando tu trabajo, familia o ministerio te preocupa, recuerda que Jesús está al lado tuyo, instruyéndote sobre qué hacer, cómo hacerlo, y cómo ser un testigo de Su amor y verdad. Nunca estás solo. Él es tu compañero con una visión mucho más grande, una comprensión mucho MAYOR, de lo que está sucediendo.

Perder de vista a Jesús nos hace vulnerables al pecado.
Entonces, cuando entramos en contacto con nuestros pecados y nos damos cuenta de que hemos crucificado a Cristo lastimando a otros y a nosotros mismos, verdaderamente sufrimos y lloramos, como profetizó Jesús en la lectura de este Evangelio. Pero fíjate que Él agregó: "Llorarán un tiempo, pero su dolor se cambiará en gozo."

¿Qué está causándote dolor? ¿Dónde te falta gozo? ¿Por qué te está faltando? ¿Cómo puede tu llanto ser cambiado en gozo? ¡Jesús sabe la respuesta! Mantén tus ojos en Él. Síguelo.

Cuando rechazamos nuestra necesidad de perdón, o cuando la buscamos pero luego negamos que hayamos sido perdonados, perdemos el gozo de nuestra salvación. De la misma forma, cuando buscamos cosas externas para nuestro gozo, perdemos el don de la alegría que Jesús nos ha dado. Solamente viendo a Jesús como la verdadera fuente de nuestra alegría es que podemos encontrar esperanza y sanación y felicidad duradera. Sólo viendo cómo manejó Él Su vida podemos desarrollar las actitudes correctas para nuestra propia vida. Sólo observando cómo a Jesús le agradaba sufrir por el bien de los demás podremos nosotros encontrar bendiciones en nuestros propios sufrimientos.

Por lo tanto ¡vamos y regocíjate! (Eso significa, ten gozo una y otra vez. ¿Has perdido de vista a Jesús? ¡Mira nuevamente!)

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/
 © 2014 por Terry A. Módica
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la Sexta Semana de Pascua
Mayo 29, 2014

EL ESPIRITU SANTO

"El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
 bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley."  -Gálatas 5:22-23 
Cuando el Espíritu Santo da su frutos en el alma, vence las tendencias de la carne.   Cuando el Espíritu opera libremente en el alma, vence la debilidad de la carne y da fruto.

"Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil" Mateo 26:41 
Obras de la carne: Fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, superstición, enemistades, peleas, rivalidades, violencias, ambiciones, discordias, sectarismo, disensiones, envidias, ebriedades, orgías y todos los excesos de esta naturaleza. (Gálatas 5, 19)
Sorpresa Espiritual AQUI 

Los Dones Del Espíritu Santo


En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos asegura que nos ha sido dado el Espíritu Santo para enseñarnos lo que necesitamos saber y para ayudarnos a reconocer la verdad. Para comprender mejor cómo sucede esto, consideremos los siete dones santificantes del Espíritu, como está indicado en Isaías 11, 2-3.

Sabiduría:
la sabiduría de Dios es contraria a la sabiduría del mundo. El don de sabiduría del Espíritu Santo nos ayuda a desprendernos del mundo para mantenernos únicamente en lo que es celestial. Esta sabiduría, cuando es usada en la vida diaria, nos impulsa en el camino de Cristo. Encontramos placer en los que es santo.

Entendimiento: ¿Qué es lo que no te gusta de las enseñanzas de la Iglesia? ¿Qué te parece dudoso sobre los caminos de la fe? Pídele al Espíritu Santo que te de conocimiento y comprensión y serás iluminado. Irás ganando una mayor conciencia de la sabiduría en las enseñanzas de la Iglesia y un sentido mayor sobre las verdades de la fe, del amor de Dios, de Sus planes para ti, etc.

Consejo: 
¿Estás inseguro sobre una decisión que necesitas tomar? ¿Dudas en las elecciones que estás enfrentando? ¿Estás lleno de dudas acerca del futuro? El Espíritu Santo quiere guiarte e instruirte para que puedas hacer las mejores decisiones. Mi oración favorita para ello es: "Señor, abre puertas de oportunidades en el camino en que debo ir, y cierra todas las puertas que conducen a cualquier otro lado." ¡Y lo hace! < Fortaleza:
¿Estás cansándote por las pruebas? El Espíritu Santo nos da coraje sobrenatural para persistir y vencer los obstáculos y dificultades. Por esto aprendemos que realmente podemos confiar en Jesús y llegar a buen término a pesar de cuán malo y duradero parezca ser el problema.

Conocimiento:
El Espíritu Santo nos dirige hacia los caminos correctos y las soluciones correctas, aún sobrenaturalmente si es necesario. Mira atentamente; el Espíritu de la Verdad señala los peligros que hay que evitar y los objetivos a alcanzar. Escucha las canciones, las escrituras, y las personas que Dios pone "accidentalmente" en tu día. Si su mensaje te resulta familiar, porque el Espíritu Santo ha estado hablando a tu corazón, confía en Él y procede con confianza.

Piedad: 
¿Tienes el deseo de abrazar una vida de santidad e imitar a Cristo? Este deseo viene directamente del Espíritu Santo a medida que aprendes cómo responder a cada situación con acciones y actitudes santas.

Temor del Señor:
El respeto por el Señor parece instintivo, ¿no? Eso es porque es puro don del Espíritu Santo. Temor del Señor es un profundo respeto por Su santidad perfecta. Cuanto más crecemos en nuestra relación con el Espíritu, más detestamos la idea de ofender al Señor a quien amamos tanto.

He aquí una oración para incrementar esto dones:

Ven, Espíritu Santo,;
y renueva la faz de la tierra a través mío.
Lléname con Tu vida y Tu gracia,
para que mi vida sea santificada.

Aumenta en mí el don de la santa sabiduría,
para que use sabiamente los dones que Tú me has regalado.

Aumente en mí el don del entendimiento,
para que escuche y responda a Tu llamado.

Aumenta en mí el don de Tu buen consejo,
para que siempre siga la voluntad de Dios.

Aumenta en mí el don de conocimiento,
para que crezca en santidad conociendo a Dios y a mí mismo más profundamente.

Aumenta en mí el don del amor, para que sirva como las manos, los pies y la voz de Cristo,
Compartiendo Tu amor con todos los que me encuentre hoy.
¡Ven, Espíritu Santo! 
¡Renueva la faz de la tierra a través mío!
Amén.



Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Sexta Semana de Pascua
Mayo 28, 2014

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/
© 2014 por Terry A. Modica
Diseño de


Tu que lo aclaras todo 
 
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.
Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua. 
Gracias por tu misericordia para conmigo y los mios.
Gracias Dios mio.









Sorpresa Espiritual AQUI

El gozo de perder




Tenemos miedo de perder

. Es muy desagradable, pero aún, es la única manera de ir hacia adelante en nuestra relación con Dios. Es un vestíbulo oscuro que nos lleva del pasado hacia el futuro, desde un nivel de crecimiento espiritual hacia uno superior, desde el discipulado como alumno de Jesús hacia el apostolado como un mensajero capacitado por el Espíritu Santo. Perder duele porque es doloroso ser apartados de lo que solía ser.

Preferimos aferrarnos a lo que es familiar. Nos aferramos al pasado para no tener que movernos hacia adelante hacia territorio desconocido. Nos aferramos a nuestras propias ideas de lo que deberían ser nuestras vidas, para no tener que arriesgarnos al desastre en los resultados desconocidos de los desafíos de la vida. 

 Jesús dijo: "Pero les digo la verdad, es mejor para ustedes que me vaya." Es mejor porque entonces Él pudo enviarnos Su Espíritu Santo. Debemos dejar partir lo familiar para poder experimentar el gran don que Dios tiene en mente a continuación para nosotros. Debemos movernos hacia adelante para movernos hacia arriba.   

 Aunque el sufrimiento es importante y necesario, no podemos permitir que controle nuestras decisiones. Dios debería estar en control. Nuestras decisiones nos harán o ir para atrás o ir hacia adelante. Las dos direcciones impactarán en nuestras vidas y las vidas de una incontable cantidad de personas. Recuerda que Dios quiere lo mejor para nosotros. Él está implementando un plan sabio para nuestro beneficio, pero no sólo para nosotros. Dios trabaja para el beneficio de todos. 

Por lo tanto, cuando rehusamos trasladarnos del viejo al nuevo, no sólo nos privamos nosotros de descubrir más sobre el maravilloso amor de Dios, sino que nos interponemos en el camino del amor de Dios para los demás. 

El Espíritu Santo nos da ayuda y Consuelo cuando atravesamos pérdidas, pero solamente si aceptamos la ayuda en lugar de maldecir los cambios. Entonces podemos sufrir con gozo. 

¿Eh? ¡Eso suena contradictorio! Bueno, fíjate cómo Pablo y Silas manejaron su encarcelamiento (en la primera lectura de hoy). Seguramente sufrieron cuando fueron arrestados, cuando sus heridas latían, cuando sus cadenas los encerraron en la oscuridad de la prisión húmeda y fría. No obstante, por su confianza en el amor del Señor, pudieron cantar alabanzas gozosas. El resultado: el poder del Espíritu Santo sacudió cada cimiento de la prisión e hizo saltar y abrir las puertas. 

 En el amor del Espíritu Santo, no importa qué está aprisionándonos, podemos cantar himnos como el Salmo responsorial de hoy: "Tu mano derecha me salva, Oh Señor." (En términos bíblicos, la "mano derecha" significa el poder de Dios.) ¡Pruébalo! Alaba a Dios tan fuertemente que sacuda tu mundo.

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la Sexta Semana de Pascua Mayo 27, 2014

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/ © 2014 por Terry A. Modica 

 Diseño de Reflexiones para el alma


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname.

Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad.


Lecturas de hoy:

Hechos 16, 22-34
Salmo 138, 1-3, 7c-8
Juan 16, 5-11



Todo lo que Dios me ha dado



El día de hoy como casi todos los días, he amanecido dando gracias a Dios. Y digo que casi todos los días, no porque Dios no lo merezca o porque Dios no haga maravillas en mí, sino porque aveces soy muy olvidadiza.

Puedo decir que siempre me he sentido afortunada, aún en mis peores momentos, aún cuando he perdido a una hija, aún cuando he tenido que dejar el lugar en donde nací, aún cuando he tenido que dejar de ver a personas queridas, me siento afortunada. Y siempre me he sentido así.

Posiblemente en éste sitio sea un poco más difícil porque muchos se encuentran inmersos en la búsqueda de comodidades, de satisfactores que para mí no son tan importantes. Recuerdo momentos en que las personas me han incluso pinchado con una aguja para hacerme sentir dolor, porque no me quejo cuando me inyectan o me sacan sangre. Recuerdo a una persona decirme que no me gusta sufrir, porque ha pasado por mi casa, y me ha visto descansar al lado de mi esposo, disfrutando de una puesta de sol, mientras ella pasa cargando bolsas en un domingo. Su esposo estaba lejos trabajando para ganar más dinero que los que vivimos aquí.

Y es que pareciera a los ojos de los demás que no tengo problemas, que no tengo sufrimientos... y pareciera que quisieran verme sufriendo y llorando. Y simplemente, no me nace hacerlo.

Desde el momento en que tomé conciencia de la maravillosa mamá que Dios me regaló cuando mis papás se separaron; del padre que Dios me dió de quien me siento orgullosa, a pesar de sus errores; cuando recuerdo mi infancia en donde no faltaron personas que quisieron dañarme, pero donde existieron muchos más momentos agradables: cuando recuerdo los paseos a un rancho donde ayudábamos en las faenas, pero disfrutábamos de tranquilas noches en el porche tomando el fresco y de domingos en una poza; cuando recuerdo los paseos a los que mi padre nos llevaba, donde tal vez no nos compraba mucho, pero disfrutábamos tanto comiendo un elote asado o una simple torta en la tranquilidad del campo o de la playa; cuando recuerdo las casas limpias en donde he vivido, porque mi mamá tuvo a bien enseñarnos a limpiarlas; cuando recuerdo que nunca ha faltado a mi mesa alimento y nunca he andado desnuda ni he vivido sin un techo que me cubra, no encuentro de qué quejarme.
He sido amada y soy amada. Y muy amada. Eso no lo compra ningún bien material. Si bien he sido educada con dureza algunas veces, he sido muy amada. A pesar de no haber tenido nunca riquezas, no me han hecho falta para disfrutar de la vida.

Jesús nos dice en el Evangelio de hoy que El es el pan de la vida, que todo el que lo vea crea en El y por lo tanto en el Padre y El lo resucitará en el último día.
Dios ha puesto en mi mesa siempre el pan de la vida: me ha devuelto a un hermano al que no conocí porque mi mamá biológica lo concibió cuando mis padres ya estaban separados, en un intento de reconciliación que no funcionó. Yo lo intuía y miraba al cielo imaginándolo. Un día llegó a mi vida cuando tenía 17 años y no necesité nada para saber quien era.
Me ha dado una madre cuando la mía nos entregó a mi abuelita a quien llamo mamá.
Me ha dado unas buenas personas en las mujeres con las que mi papá vivió y que me estimaron.

Dios me ha dado la capacidad de darme cuenta del amor que siempre me ha rodeado. Tal vez muchas personas no sean capaces de darse cuenta de ello y buscan todo el tiempo en el dinero o  en el placer a quien no encontrarán nunca ahí: al Amor.

Vemos cómo Saulo en la primera lectura, se dedicaba a meterse a las casas de los cristianos para atacarlos, vemos cómo Esteban es enterrado por el pueblo cristiano, después de ser el primer mártir por la fé, vemos cómo los primeros cristianos sufrieron persecuciones y a pesar de ello, seguían predicando a Jesús vivo y resucitado.

En la actualidad las cosas no son muy diferentes. Dios nos da la capacidad de amar y ser amados y sin embargo, muchos no se dan cuenta de que lo son.
El amor es como una caricia del viento, es como el trino de un pájaro, tal vez no se nota porque puede venir en forma de alguien que comparte contigo un pedazo de pan.

El amor es como la lluvia que nos baña y limpia el ambiente  y riega las plantas. El amor es como el sol que nos brinda calor.
Si los elementos causan problemas, no es ésa la función para la cual fueron creados, sino una consecuencia del mal uso que hemos hecho de los recursos que Dios nos proporcionó.
Si repitiéramos a diario a imitación de Jesús el Evangelio de hoy, tal vez terminaríamos de convencernos del gran Amor de Dios que hasta en el viento, en la lluvia, en el sol, en la noche, etc. nos lo demuestra. Si nos viéramos como Jesús quería y fuéramos como El, podríamos decir como El:
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»

Buscad primero el Reino de Dios y todo lo demás te será dado por añadidura
Mateo 6, 33

Salmo 65,1-3a.4-5.6-7a

R/. Aclamad al Señor, tierra entera

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué terribles son tus obras!» R/.

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R/.

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna enteramente. R/

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Tercera Semana de Pascua
Mayo 7, 2014

Esta reflexión fue realizada por Laura Aguilar para Puntadas para familia© 2014

Diseño de Reflexiones para el alma




Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" 
(1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento...
Al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.     
Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.   
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:  
Hechos 8, 1b-8
Salmo 66, 1-7a
Juan 6, 35-40




Sorpresa Espiritual AQUI