¿Eres arcilla blanda en las manos de Dios?

¿Qué ha salido mal en tu vida? Piensa en algo que comenzó bien - por un tiempo parecía muy prometedor - pero terminó en fracaso. Dios dice, en la primera lectura de hoy, que esto es sólo arcilla.
Él puede rediseñarlo en algo hermoso y útil. No es un desastre.
  
El fracaso no significa que no hay esperanza de éxito. El fracaso para ser santo no significa que somos irremediablemente pecadores. El fin de una relación o trabajo o proyecto o plan no indica que Dios terminó con él.

Nuestros pecados y fallas y finales malos, son echados fuera como el desperdicio recogido en el drenaje de la lectura del Evangelio de hoy. Las impurezas de nuestra arcilla han contribuido a la corrupción de nuestros espíritus y a las distorsiones de nuestras percepciones, pero si le pedimos a Dios que nos purifique, las impurezas son quitadas por Sus dedos cuidadosos, no más rápido de lo que lo podemos manejar, y las arroja a un lado.

Y si nuestro nuevo jarro aún resulta mal diseñado, Dios nos purifica en un mayor grado. Si has estado sintiendo como que estás bajo fuego, son, probablemente, los fuegos de la purificación. Créelo o no, te estás santificando. Siempre que desees convertirte en un hermoso recipiente del amor de Dios, el calor de tus pruebas no está destruyéndote; está purificándote.

Podemos ayudar a Dios a hacer una nueva y hermosa vasija, quitándole resistencia. Nuestra forma es perfeccionada más fácilmente si le dejamos girarnos en Su rueda de alfarero, en lugar de endurecernos y quedarnos firmes queriendo decidir cómo y cuándo nuestras vidas deberían cambiar.

Más aún, cuando aplicamos esto a lo que Jesús dijo sobre el escriba de Dios, descubrimos que la mejor vasija es producida cuando le dejamos combinar nuestro material viejo con arcilla nueva y agua fresca y Sus coloridas tinturas y cualquier otra cosa que Él quisiera agregar.

Dios nunca permite que nada se desperdicie. Muchos años atrás, pensé que había arruinado los planes de Dios para mi vida, al tomar un trabajo que no estaba totalmente de acuerdo con Sus valores. Lo dejé luego que mi conciencia me estuvo molestando por varios meses, y me reproché haber perdido tanto tiempo. No obstante, Dios más tarde me dio la oportunidad de usar las habilidades que había aprendido al hacer ese trabajo, usándolas para trabajar para Su reino. En realidad, cuando le dejo modelar el uso de estas habilidades, su utilidad para Sus planes han seguido incrementándose durante los años siguientes.

Cuando le permitimos a Dios que nos haga de nuevo según Sus deseos, confiando en Sus habilidades de diseñador experto, dándole todo lo que hemos hecho en el pasado - lo bueno y lo malo - y cuando lo invitamos a que sume a nuestras vidas todo lo que Él elija, todo lo que anteriormente había sido un fracaso, se convierte en un hermoso recipiente de barro que contiene muchos tesoros.

Sabrás que ha sucedido, cuando lo que hay dentro de tu vasija bendice a otros. Dios no nos rediseña solamente para nuestro propio beneficio. Mientras trabaja con nuestra arcilla, Él está pensando cómo construir una vasija que beneficie a toda la Iglesia tanto como al mundo en el que vivimos. ¡Así somos de importantes! ¡Valiosos como arcilla maleable en las manos de Dios!
   
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/
 © 2014 por Terry A. Módica

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la 17° Semana del Tiempo Ordinario.
Julio 31, 2014
En Memoria de San Ignacio de Loyola



Lecturas del día:

Jeremías 18, 1-6
Salmo 146, 1b-6ab
Mateo 13, 47-53


Fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas)
 



"Ad Majorem Dei Gloriam"
 
"Para mayor gloria de Dios"    (Lema de San Ignacio)


Nació el año 1491 en Loyola, en las provincias vascongadas; su vida transcurrió primero entre la corte real y la milicia; luego se convirtió y estudió teología en París, donde se le juntaron los primeros compañeros con los que había de fundar más tarde, en Roma, la Compañía de Jesús. Ejerció un fecundo apostolado con sus escritos y con la formación de discípulos, que habían de trabajar intensamente por la reforma de la Iglesia. Murió en Roma el año 1556. -Liturgia de la Horas


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Oración activa y escucha contemplativa




Las hermanas Marta y María tuvieron dos formas diferentes de buscar la ayuda de Jesús. Marta era activa: le dijo a Jesús exactamente lo que quería de Él, qué mala situación debería ser corregida y quién debería ser sanado. Y María era contemplativa: ella escuchaba en silencio.

En una de las opciones para la lectura del Evangelio de hoy (Juan 11, 19-27), Jesús llega después que Lázaro había fallecido. Marta corre hacia Jesús para decirle en términos claros, que la vida de su hermano podría haberse salvado solamente si Él hubiera llegado antes. María, no obstante, se queda en la casa.

En la otra opción de la lectura del Evangelio de hoy (Lucas 10, 38-42), Marta es una buena anfitriona. Se preocupa de todo con amabilidad, un regalo para Jesús, mientras María se sienta a Sus pies para aprender de Él. Marta la hacendosa le dice que necesita ayuda y que María no está haciendo la parte que le corresponde.

Hablar con Dios sobre las injusticias, contarle nuestras necesidades, y pedirle Su ayuda es correcto y bueno. Pero cuando el pedido llega con la indirecta de que Dios no comprende la situación, estamos siendo ansiosos como Marta. Cuando pensamos que Dios se retrasa, no estamos confiando en Él.

Cuando oramos repetida y persistentemente en un creciente estado de preocupación, es tiempo de quedarse quieto y escuchar, como la tranquila María.

Fíjate en lo que Marta hizo después de hacer sus reclamos. Ella también escuchó. Y luego se dio cuenta que Jesús entendía más de la situación que ella.

Durante las oraciones de intercesión de la Misa, cuando decimos "Señor escucha nuestra oración", o "Escúchanos, Señor", me siento como si le dijera a Dios que escuche, como si Él no estuviera escuchando. En realidad, Él está tratando que yo escuche. Nunca deja de escuchar y preocuparse. Él conoce nuestras necesidades mucho antes de que comencemos a pedir. Necesitamos recordar que "Señor, escucha nuestra oración" realmente significa "Señor, recibe este regalo de oración. Gracias por escucharnos. Ayúdanos a escuchar Tu respuesta."

La ansiedad y la preocupación nos conducen a: "Dios aún no está convencido, por lo tanto debo seguir rogando, y si no actúa suficientemente rápido, epa, demasiado tarde, Lázaro murió." Observa la confianza que Jesús trataba de inculcar en Marta cuando llegó cuatro días tarde. Fíjate en la manera amorosa con que manejó su ansiedad, y míralo cómo te trata a ti de la misma manera.

¡Dios nunca llega tarde! Sus tiempos siempre son perfectos. Sus respuestas a nuestras oraciones son siempre qué y cuándo es mejor y más amoroso. Para calmarse y descansar en esta verdad, debemos quedarnos quietos y escuchar en clara conciencia de la bondad de Dios.

Silencio.......Quédate quieto........Escucha.......... ¡Él está aquí!............... 


 


Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la 17° Semana del Tiempo Ordinario
Julio 29, 2014
En Memoria de Sta. Marta


 


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/  
 © 2014 por Terry A. Modica



Reflexiones para el Alma Efesios 6, 11 - 13
11.
Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.
12.
Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
13.
Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.

Lecturas de hoy:

Jeremías 14, 17-22
Salmo 79, 8.9.11.13
Juan 11, 19-27 o Lucas 10, 8-42




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¿Estás creciendo en Santidad?





En la primera lectura de hoy, Dios nos advierte que el orgullo estropea nuestra relación con Él. Aún si vamos a misa, si oramos todos los días, aún si creemos que espiritualmente estamos bien, pero si servimos a otro amo además de a Dios, o si no queremos escuchar a nuestro Salvador sobre cualquier tema, nuestro orgullo espiritual y nuestra actitud de "lo hago a mi manera" deterioran nuestra unidad con Él.&

Cuanto más estemos enterrados en la húmeda oscuridad del orgullo, más peligroso se torna para nuestros espíritus y para la Iglesia (el Cuerpo terrenal de Cristo) nuestra actitud. Cuanto más santo somos, más santa es la Iglesia, y esto impacta en el mundo alrededor nuestro.

Si usamos mal, o no usamos los dones y talentos que Dios nos ha dado para compartirlos y ayudar a la edificación de la Iglesia y el progreso del mundo: nuestra mediocridad deteriorará nuestra unidad, con los sueños y deseos de Jesús para hacer del mundo un lugar mejor y más santo.

Si el Señor nos muestra un área de pecado, y nosotros nos rehusamos a ir al Sacramento de la Reconciliación o descuidamos el arduo trabajo de purificar nuestras vidas, la oscuridad que preferimos, hecha a perder nuestra unidad con el Espíritu de Santidad de Cristo. ¿Es esto lo que realmente queremos?

En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos invita a nacer de nuevo donde nos hemos estropeado - a crecer tan rápido y tan grandes como una planta de mostaza. Una forma de hacer esto es leer las vidas de los Santos. Como nosotros, ellos tuvieron áreas putrefactas en sus vidas. Como nosotros, querían ser cercanos e íntimos con el Señor. Como nosotros, querían agradar al Señor, porque lo amaban y apreciaban lo que Él había hecho por ellos. Y, como nosotros, necesitaban crecer en santidad.

¿Qué estás haciendo hoy que podría estropear tu relación con Dios? ¿Los programas de televisión y el material de lectura que eliges, o las amistades que tienes, van en contra de tu íntima unión con Cristo?

¿Qué está actuando como levadura en la masa de tu fe cristiana?

Muchos años atrás, una herida en la espalda me envió a la cama por tres días. Usé ese tiempo para leer un libro, de tapa a tapa, sobre las vidas de los Santos, y salí de este "retiro en la habitación" como una persona transformada. Antes de este accidente, le había pedido a Jesús que me enseñara cómo amar a todos como Él los ama. Leyendo las historias de los Santos, los cuales amaron a los demás apasionadamente, la semilla de mostaza de este deseo fue regada y fertilizada; creció como un árbol de mostaza solamente en tres días. No podemos sumergirnos en las vidas de los Santos sin crecer en santidad.

Deja de lado todo lo que está destruyendo tu relación con Cristo. Lo queramos admitir o no, todo lo que introducimos en nuestras mentes nos afecta. O bien dejamos morir de hambre nuestros árboles de mostaza o los alimentamos. 


Reflexiones de las Buenas Nuevas

Lunes de la 17° Semana del Tiempo Ordinario
Julio 28, 2014< Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2014. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor @ 2014 por Terry A. Módica


NACER DE NUEVO Laura

Lecturas de hoy:
Jeremías 13, 1-11
Deuteronomio 32, 18-21
Mateo 13, 31-35
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¿Necesitas pruebas de Dios?






"O Jesús, queremos ver de ti una señal". Los escribas y fariseos en la primera lectura de hoy querían una prueba de que el poder de Dios estaba obrando en su mundo.
Nosotros también queremos lo mismo? Le pedimos a Dios que haga algo y luego empezamos a buscar evidencias de que nuestras oraciones están siendo contestadas.Cuando intercedemos por los demás, esperamos que pronto escucharemos buenas noticias de ellos. Nuestras peticiones de oración suelen ir acompañados por un deseo de prueba para saber si Dios nos ha escuchado, se está preocupando o está haciendo algo para mejorar nuestra vida?. 

Pero Jesús dijo: "Una era malvada y adúltera está ansiosa por una señal!" Él nos está dando a entender que es un pecado querer signos. A menudo, Dios nos da señales; que es una de las formas en que se comunica su voluntad para nosotros. El pecado ocurre cuando le desconfiamos, ávido de una señal de que daría prueba de que él nos ama y cuida - en lugar de confiar en su bondad y su compasión que son constantes y eternos. ¿Cuántas veces nos confiamos a una persona y no pasa nada? Muchas veces el problema parece empeorar, ¿verdad? Recuerda esto: Dios nunca nos ignora, ni nos abandona. La respuesta a la oración es un proceso. 

Lamentablemente, debido a las voluntades libres de las personas están involucradas, el proceso podría llevar años. Mientras esperamos, Dios nos invita a confiar más en él. Él quiere que lo elijamos y que recordemos que a él realmente le importamos y que lo que está haciendo es convirtiendo todo en un bien supremo en el que nosotros y nuestro prójimo se puedan beneficiar. 
Jesús me enseñó a pensar de esta manera: Todo depende de un "embarazo" de Dios. Es imposible que Dios sea inactivo. Algunas respuestas a la oración requieren mucho tiempo de incubación, de crecimiento lento en el vientre de amor y misericordia de Dios. 

Y siempre - siempre - una nueva bendición nace de ella. A veces, incluso podría ser gemelos! O trillizos!!! O a lo mejor la única prueba que necesitamos es confiar en la bondad y en la compasión de Dios. Jesús ya dio todo su ser por nosotros: Dios se hizo hombre y murió por nosotros. La resurrección de Cristo es la prueba de que Dios tiene el poder y el deseo de redimirnos incluso de las peores situaciones (Recuerda las señales de Jonás del texto bíblico). 

Cuando le pidamos a Dios una ayuda y no vemos evidencias de que algo ha cambiado para mejor, pensamos que ¿será que nuestro pedido no le interesa? ¿Empezamos a rogar y a suplicar? Sí, yo también lo pienso y lo hago. Y cuando Dios todavía no nos proporciona una prueba, nos frustramos,  preocupamos y luego nos enojamos. Sin embargo, no estemos realmente enojado con Dios. Estamos enojados con una idea limitada de quién es Dios. Del "Dios" que estamos enojado es un falso dios, un dios incompleto, una imagen distorsionada del verdadero Dios

Tenemos que aprender más acerca de quién es Dios realmente. Si Jesús estaba dispuesto a sufrir tanto dolor y morir por nosotros, ¿cómo no ha todo lo que necesitamos de él? Si el Padre nos ama tanto que él resucitó a Jesús de la muerte para que pudiéramos ir con él al cielo, ¿cómo no nos dará también todas las bendiciones que tenemos aquí en la tierra? Piensa en cómo te sientes cuando estás rogando a Dios. Así es como se siente Dios, también! 

Mira en la primera lectura de hoy. Aquí, Dios es el que está haciendo la mendicidad. ¿Qué es lo que Dios está anhelando recibir de nosotros verdaderamente? Sólo que nosotros hagamos lo que es correcto, que lo amamos por encima de todo y que caminemos humildemente con él. ¿Vas a responder a "su oración" de hoy?




Lunes de la semana 16 del tiempo ordinario
21 de julio 2014

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/   © 2014 por Terry A. Módic


Quienes confían en Dios van a ser benditos. Es un principio muy poderoso. Para que haya una prueba de bendición, tenemos que confiar en Dios. Y vamos a hacerlo porque hay una promesa, El prometió que estaría con nosotros y si confiamos en El, vamos a ser benditos.

Lecturas de hoy: 
Miqueas 6:1-4, 6-8 
Salmo 50:5-6,8-9,16-17,21,23 
Mateo 12:38 -42 

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