Una alianza del corazón






¿Alguna vez has visto a un niño desobedecer las reglas repetidamente a pesar de las advertencias y los castigos? ¿No es desesperante? Dios siente lo mismo por ti, cuando tú y yo ignoramos sus mandamientos. Entonces se le ocurrió una solución. ¡Él es tan buen padre!

Hebreos 8, 6-13 lo explica bien: Dios, encontrando falta en nosotros, creó una nueva alianza e hizo que nos fuese más fácil serle fiel.

La razón por la cual es más fácil no es porque la nueva alianza tiene menos reglas. De hecho, Jesús hizo que la obediencia fuese más difícil al decirnos que lo imitáramos; por ejemplo: amar a nuestros enemigos, hacer más por alguien que no se lo merece, nunca vengarnos cuando nos agravian, aceptar la persecución como una bendición.

En los Viejos Tiempos, la obediencia significaba sacarle el ojo a alguien que te sacó el ojo en una pelea, lo cual era mucho mejor que destruir a su familia entera, como lo hacían antes. Luego vino Jesús y dijo "¡Traten a los demás como les gustaría ser tratados! Si te saca un ojo, ¡perdónalo y luego hazle un pastel!" O algo así.

Entonces, ¿de qué manera es más fácil esta nueva alianza? Jesús llevó nuestros pecados a su muerte y luego conquistó a la muerte y ascendió al cielo. Después nos dio su propio Espíritu Santo. Ya que la propia santidad de Cristo ahora está activa dentro nuestro, las leyes de Dios están "escritas en nuestros corazones". Ya no es sólo un acto de voluntad; ¡es un acto del corazón! Si realmente amamos a Dios con nuestros corazones, realmente deseamos ser como él.

En otras palabras, comportarnos como Jesús ahora es un instinto que viene desde lo más profundo de nuestras almas. Piénsalo. Cuando haces algo sin amor (es decir, pecaminoso), ¿cómo te sientes? ¿Estás disfrutando del momento? La última vez que explotaste de ira, ¿tuviste una sensación maravillosa de "ahhhh, ¡qué fantástico me siento ahora!" --¿o te sentiste de mal humor y triste?

Somos más felices cuando le permitimos al Espíritu Santo dentro nuestro, que tome el control para que podamos comportarnos como Jesús. En lo profundo de nuestros corazones sabemos qué debemos hacer. Y por las dudas que hayamos malinterpretado a nuestros corazones, el mensaje está escrito por toda la Biblia, por todas las letras de la música cristiana, en todos los escritos de los Santos, por todo el rosario y aún en la sonrisa del niño que finalmente dejó de meterse en problemas.

Sin embargo, ten cuidado y sé astuto. Si no comparamos lo que vemos y escuchamos fuera de nosotros con lo que el Espíritu Santo nos dice por dentro, continuaremos volviendo a nuestros caminos pecaminosos. Una oración maravillosa que conecta nuestras mentes con nuestros corazones es: "Espíritu Santo, ¡SOCORRO!"


Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la 2da. Semana del Tiempo Ordinario
Enero 23, 2015

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.

© 2015 por Terry A. Modica


 
Lecturas de hoy
Heb 8, 6-13
Sal 85, 8, 10-14
Marcos 3, 13-19


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