Arrepentirse significa cambiar

¿Qué signo estás esperando que pruebe que Dios realmente, realmente te ama? ¿Qué solución a qué problema, qué nuevo empleo, qué relación reconciliada? En el pasaje del Evangelio de hoy, encontramos que Jesús es el signo. No necesitamos otro signo.


En la primera lectura de hoy, vemos que la misión de Jonás era llamar a los Ninivitas al arrepentimiento. En la lectura del Evangelio, se nos recuerda que, como Jonás,
Jesús emergió del vientre de la muerte para llamarnos a ti y a mí al arrepentimiento. Él es el signo que nos fue dado.
Jesús murió porque te ama a ti. Entonces Dios Padre lo levantó de la muerte porque te ama a ti. Desde este amor tremendo, Dios nos llama a arrepentirnos para que podamos vivir en su amor todo el tiempo.
Entonces, ¿por qué somos renuentes a identificar nuestros pecados y arrepentirnos? Estamos tan decididos a resolver nuestros problemas de la manera más fácil -- sin hacer sacrificios --
que no podemos reconocer el signo de la cruz. No podemos reconocer el amor que hay allí y el amor que recibimos cuando unimos nuestros problemas a la cruz de Cristo.
Sin embargo, contemplamos el recordatorio cada vez que vamos a Misa y miramos el crucifijo. Colgamos recordatorios en nuestros hogares y lugares de trabajo, ¡e incluso los usamos alrededor de nuestros cuellos! Pero pensamos "Eso era lo que tú debías hacer Jesús. ¡No quiero nada de ello! Quiero la resurrección en mi vida pero definitivamente no quiero pasar por la cruz para alcanzarla!"
Cuando pecamos, generalmente es porque no comprendemos cómo encontrar el amor de Dios en la situación que estamos enfrentando. El pecado es un intento egoísta de hacer las cosas a nuestra manera -- en otras palabras, cuidarnos nosotros mismos como si fuéramos más grandes que Dios. La muerte y resurrección de Jesús es un signo de que necesitamos arrepentirnos de esta idolatría. No podemos comprender el tremendo amor de Dios salvo que confiemos en ese amor cuando la suerte está en contra nuestro. Y no podemos confiar hasta que soltamos nuestros caminos para solucionar los problemas.

Arrepentirse significa cambiar. Arrepentirse significa abandonar nuestros caminos cuando no son los caminos de Dios. Necesitamos sacrificar nuestra resistencia a la cruz. Entonces, y sólo entonces, podemos experimentar el gozo de confiar en Dios.
El gozo en medio del sufrimiento viene de confiar en que Dios se preocupa por nosotros todo el tiempo, sin importar nada. El gozo surge de confiar en que Dios está armando un plan que cada cambiará cada mala situación en algo mucho mejor de lo que podemos imaginar.
El gozo proviene de darse cuenta que cada problema esta preñado de la actividad de Dios, es decir, una nueva vida se está gestando en el seno de Dios.
Así comienza nuestra resurrección.

El fragmento inspiracional de hoy: Arrepentirse significa dejar de lado nuestros caminos cuando no son los caminos de Dios.

Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 1ra. Semana de Cuaresma
Febrero 25, 2015

Santo de hoy: Beato Dominic Lentini
¿Qué es lo que les falta a las personas...


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, 

© 2015 por Terry A. Modica

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