El poder para vencer al mal



Accent Image ¿Qué tan saludable es tu rama para la Iglesia? No estoy hablando de tu parroquia. ( Hablo de ti ) Como vemos en la lectura del Evangelio de hoy, todos los que pertenecemos a Cristo somos parte de la misma viña. Jesús es la vid, y, ya que todos estamos unidos a Él, compartimos el mismo llamado: dar buenos frutos.

¿Por qué hay tanto mal en el mundo? ¿Por qué Dios no levanta su mano todopoderosa contra la guerra, contra el abuso, contra el aborto, contra los criminales o contra cualquier mal que esté corrompiendo el mundo y nuestras vidas? Es una pregunta corriente. La respuesta es: ¡lo hace! Pero olvidamos un factor muy importante.

Jesús y su Novia -- la Iglesia -- son un solo cuerpo. Él nos ha enviado a nosotros -- a todos los cristianos de cualquier parte - a continuar el trabajo que Él comenzó. Él es la vid, y nosotros somos los sarmientos (ramas) que nos extendemos por todo el mundo. Nos alimenta con la sangre-de-vida de su viña divina, Para darnos a nosotros -- que somos su cuerpo en la tierra -- el poder de crecer fuertes y grandes y de dar fruto abundante.

Si los sarmientos no dan buen fruto, o fruto suficiente, el mal (la malesa) tiene lugar para crecer y seguir adelante.

O para ponerlo en otros términos:

Jesús conquista el mal a través de su presencia en nosotros. Primero, su cuerpo murió en la cruz por nuestros pecados y luego conquistó la muerte, venciendo el poder del mal. Ahora, todos aquellos que se unen a su cuerpo resucitado participan de su victoria. (Esto sucede de una manera bien concreta cuando recibimos la Eucaristía).

Conectados a Jesús, como los sarmientos (las ramas) están conectados a la vid, somos fortalecidos y capacitados por su Santo Espíritu, el cual fluye a través de todas las ramas saludables.

Considera cualquier problema que esté sucediendo en tu parroquia. ¿Cómo cambiarían las cosas si todos los sacerdotes y el equipos y los miembros de ministerios colaboraran orando con humildad en resolver este problema como un solo cuerpo, una enorme viña interconectada y unida a Cristo?

No tiene sentido quejarse de que no hay suficientes ramas saludables dando buenas uvas. Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad personal de estar cercanamente unidos a Cristo y de dar la mejor fruta que podamos dar. ¿Qué tan saludable es tu conexión con Cristo?¿Estás haciendo lo que sea necesario para podar todo -- ¡todo! -- lo que obra contra tu misión en la Iglesia para vencer al mal?

La poda requiere, por supuesto, confianza en el discernimiento del Espíritu Santo y el poder de corte de las "tijeras" de nuestro Padre. Cuanto más nos podamos, más saludables se tornan nuestras ramas. Nuestras uvas crecen más grandes y más abundantes. Seguramente duele cuando algo es cortado de nuestras vidas, pero ignorar la necesidad de podar, es exactamente lo que le permite al mal correr desenfrenadamente por el mundo.

¿Por qué?

Porque impide el crecimiento de los buenos tejidos, que es el poder para derrotar al mal que tiene la santidad de Cristo, y que tenemos fluyendo dentro nuestro cuando estamos conectados con Él.

El fragmento inspiracional de hoy: Todos tenemos una responsabilidad personal de estar fuertemente conectados con Cristo y dar los mejores frutos que podamos.


Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 5ta. Semana de Pascua
Mayo 6, 2015

Santo de hoy: Beata Ana Rosa Gattorno
Mi amor, (mi Dios) ¿qué puedo hacer para que todo el mundo...
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/

 
© 2015 por Terry A. Modica

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