¿Dónde está la paz?

La verdadera paz se encuentra, solamente, cuando nos arrodillamos ante Jesús y le hacemos la persona más importante de nuestras vidas.


En el Salmo responsorial de hoy, Dios nos anuncia su paz. Y cuando Dios pronuncia una palabra, se cumple. ¡Por supuesto que es así! ¡Él es Dios! Bueno, ¿ ves el amor y la fidelidad "encontrarse" en tu vida? ¿La justicia y la paz te "besan"?
¡Sí! Si tu esperanza está en Dios, como dice el salmista de los fieles de Dios. Aun cuando haya injusticias en tu contra, la justicia de Dios está contigo. El problema es que la paz de Dios se puede extraviar dentro del montón de cosas que están pasando.
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús menciona dos formas significativas en que perdemos esta paz: al acumular bienes materiales sólo para nuestro beneficio y al depender de las relaciones familiares (incluyendo amistades que son como familia) para conseguir todo lo que necesitamos emocional y espiritualmente. No podemos tener paz cuando esperamos que el dinero y las posesiones nos satisfagan, porque nunca serán suficientes. No podemos tener paz cuando esperamos que otros nos hagan felices, porque nos van a defraudar continuamente.
La cura, dice Jesús, es mantener nuestros ojos en Él. Dejarlo todo para seguir a Jesús, no quiere decir que tiremos por la puerta nuestras posesiones. Más bien, significa que estén disponibles para Jesús, para que Él haga lo que quiera con ellas, para su santo propósito.  Compartimos lo que tenemos porque nos preocupamos, reconociendo que Dios nos ha dado todo lo que tenemos y para que podamos beneficiarnos de ello y que lo podamos distribuir a los demás. No sólo hay gran paz al tener la libertad para hacer esto, sino una gran satisfacción también.
Al renunciar a nuestras relaciones por seguir a Jesús significa que dependemos de Él, en lugar de la familia y amigos, para satisfacer todas nuestras necesidades. Aunque estas personas deberían ser buenas con nosotros, su amor imperfecto crea agujeros en nuestras vidas, vacíos que hieren, Dios quiere vivir en estos agujeros para poder consolarnos, pero si llenamos los agujeros con ira o adicciones, no habrá espacio para Él. Al depender de Jesús y reconocer que Él sufrió por nosotros, podremos sobrellevar el dolor mientras Él trabaja en los corazones de las personas que deberían llenar esos vacíos. ¿Qué pasa si esto ocupa el resto de sus vidas? Bueno habrá una eternidad para disfrutar su amor.
De vez en cuando Dios tapa un agujero y este deja de existir, permitiéndonos renunciar a esa relación completamente. Entonces no sentimos ni dolor ni pena. Tal vez eso sucede cuando nuestros seres queridos se van al infierno y tendremos que pasar la eternidad sin ellos. Nos sentimos tristes cuando alguien muere rechazando a Jesús, pero no es una pena dolorosa, después de que Dios nos cura.
Cuando oramos para ponerle fin a un problema, tenemos que esperar, con total confianza, por la solución de Dios - frecuentemente inusual. Y, mientras oramos por un cambio en los corazones de las personas que nos han lastimado, deberíamos pedirle a Jesús que nos de su paciencia y su amor sobrenatural para ellos.
La verdadera paz se encuentra, solamente, cuando nos apoyamos en Él y lo hacemos la persona más importante en nuestra vida.
Al depender de Dios y poner nuestra esperanza en su amor, la esperanza se vuelve confianza. Y la confianza se vuelve paz.

Oración para hoy
Señor: Tú conoces lo profundo de mi corazón. Te lo entrego a Ti, quiero que Tú seas mi verdadero tesoro. Que todo lo demás ocupe el lugar que sea para alabanza de Tu Nombre. Amén.


 
Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la 20ma. Semana del Tiempo Ordinario
Agosto 18, 2015

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.

© 2015 por Terry A. Modica
Lecturas de hoy
Jueces 6, 11-24a
Sal 84, 9.11-14
Mateo 19, 23-30


Santo del dia:

San Alberto Hurtado Cruchaga


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