Nuestra primera lectura de hoy, nos muestra lo que es verdaderamente el liderazgo Cristiano. Significa trabajar "día y noche" (es decir, sin fin y sin Descanso) para servir, no para cargar, al Cuerpo de Cristo. Los verdaderos líderes cristianos (sean sacerdotes, obispos, superiores, ejecutivos, gerentes comerciales o laicos encabezando un ministerio) sirven devota, justa e irreprochablemente, reemplazando el deseo de controlar por el deseo de capacitar. La predicación de Cristo se hace real, cuando vivimos aquello que exhortamos a los demás que hagan.
Al poner esto en contexto, en el marco total del Evangelio, sabemos que San Pablo no quería decir que debíamos estar trabajando todos los días, día y noche, sin descanso. Somos una carga para los demás, cuando trabajamos demasiado rápido, o por demasiado tiempo y, así, nos cansamos demasiado como para seguir siendo devotos, justos e intachables. Incluso Jesús se tomó tiempo libre para restaurar sus energías.
La lectura del Evangelio de hoy, nos muestra cómo es un líder cristiano falso (o cansado). Lo que parece ser santo por fuera es, meramente, una maldad blanqueada. La luz de Cristo que debería estar allí, está bloqueada por motivos equivocados, orgullo, un deseo de ser superior y controlar a los demás, y otros abusos de la vocación. Los falsos líderes cristianos enmascaran la oscuridad que tienen dentro, pintándose de blancos. Es un intento por falsear la luz de Cristo. Sus propios esfuerzos serán los mismísimos testigos en su contra.
Somos llamados a ser líderes cristianos en un lugar u otro, sirviendo al Reino de Dios en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, y en cualquier lugar en que tengamos una oportunidad de ser un buen ejemplo. En todo, estamos llamados a ser los instrumentos de Dios en este mundo, haciendo una diferencia con devoción, con justicia y de manera intachable, predicando, no tanto con lo que decimos, sino con la forma en que vivimos la fe.
Como dijo San Pablo, la palabra de Dios debe estar trabajando en nosotros, si somos verdaderos creyentes en Cristo. ¿Crees realmente en Su forma de vivir el mensaje de la salvación? Ninguno de nosotros es perfecto. Aunque deseamos ser santos, a veces fracasamos por motivos equivocados, orgullo y otros abusos de nuestras vocaciones cristianas. Si no somos cambiados diariamente por la verdad de las escrituras, si no somos transformados por la Eucaristía, si no estamos examinando nuestras conciencias continuamente, y si no estamos buscando nuevas formas de crecer en santidad, entonces, caemos en la hipocresía.
¿Qué harás hoy para ayudar a otros a que experimenten a Jesús? No seremos exitosos a menos que, primero, reconozcamos humildemente, la manera en que nos hemos convertido en hipócritas.
El fragmento inspiracional de hoy: Estamos llamados a ser los instrumentos de Dios en este mundo, haciendo una diferencia de manera ferviente, justa e irreprochable.
Oración para hoy
Señor mío: haz que sepa descubrir la corrección que quieres hacer en mí, cuando permites que pase por tiempos de adversidad. Te doy gracias y te alabo, porque en esto, Tú me acercas a Ti, con amor verdadero de Padre. Amén.
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/
© 2015 por Terry A. Modica
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