¡Elige amar!

Nuestra confianza en el amor de Dios, derrota nuestras emociones negativas y produce gozo eterno. ¡Elige confiar!

Dios te ama...  
¿Te sientes abrumado? ¿Hay algún problema que esté causándote angustia, o estrés, o persecución, o hambre por las necesidades insatisfechas, o un sentimiento de ser vulnerable, o de estar en peligro?
En la primera lectura de hoy, San Pablo nos asegura que, en realidad, no son los problemas los abrumadores. Es nuestra victoria sobre los problemas: "Vencemos abrumadoramente a través de Aquel que nos amó."
Cuando nos encontramos en medio de las tribulaciones, se nos hace difícil sentir la cercanía de Dios y ver su plan de acción y comprender porque Él está permitiendo nuestro sufrimiento. No podemos ver esta verdad, porque estamos enfocados en quién está causando el problema y en lo que está sucediendo en el mundo visible.
¡Necesitamos enfocarnos nuevamente en Jesús! Ya que nos amó tanto que sacrificó su vida por nosotros, tenemos una prueba que ese amor es tan fuerte, que siempre nos sostendrá. Jesús siempre nos cuidará bien, haciendo lo que es mejor para nosotros así como para todos los implicados en la misma situación (el ama a tus provocadores tanto como te ama a ti).
Cuando pareciera que Dios nos ha abandonado, olvidado nuestras necesidades o ignorado nuestras peticiones de oración, es cuando más necesitamos poner nuestros ojos de nuevo en Jesús y mirar bien quién es realmente Dios y cuál es su verdadera personalidad. Dios es amor, y para el amor es imposible dejar de amar.
Sea lo que sea que esté causando nuestra angustia o aflicción, sea lo que sea que nos preocupa, gracias a nuestra relación con Dios, nunca será tan malo como parece. La maldad no nos vencerá. Ningún problema se puede interponer entre nosotros y nuestro Señor. El amor de Dios nunca fallará en intervenir, protegernos y guiarnos hacia la mejor solución. Aunque parezca que se está "tardando mucho", Él nos está ayudando.
Ciertamente podemos no recibir su ayuda, podemos tomar malas decisiones que nos lleven a más problemas, y podemos dejar que otros controlen nuestro humor si dependemos de ellos para nuestra dicha, pero el amor de Dios no se detendrá en su ayuda para nosotros, nunca dejará de proveernos de todo lo que necesitamos, nunca dejará de ser causa de júbilo.
La única cosa que es imposible para el amor, es dejar de amarnos. La única manera que tiene el mal para derrotar este amor es que nosotros creamos - de todo corazón-que ese amor imperecedero no es lo que realmente queremos. Y así es como la gente termina en el infierno.
El mal crea la falsa ilusión que va a ganar contra el poder de Dios. El mal tiene victorias momentáneas cuando alejamos nuestros ojos de Jesús y dejamos que las fuentes de nuestros problemas controlen nuestra fe. (Así nos convertimos en nuestro peor enemigo.) No obstante, antes que recuperemos nuestra fe al elegir confiar en Dios, el amor de Dios nos está cubriendo, rodeándonos, buscando la manera de penetrar nuestros corazones para llenarnos, siempre disponible.
El amor de Dios aplasta todas las estrategias del mal y todo potencial para el desastre. Nuestra confianza en este amor arrolla nuestras emociones negativas y produce dicha eterna. ¡Elige confiar!
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
 
© 2015 por Terry A. Módica
Reflexiones de las Buenas Nuevas           
Jueves de la 30ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 29, 2015
Oración para hoy
Señor: perdóname porque mis palabras hacia los demás, no siempre han sido palabras de aliento y esperanza. Dame la gracia de mirar los problemas con Tu mirada. Amén.
Lecturas del día:
Romanos 8, 31b-39
Sal 108, 21-22.26-27.30-31
NO AL HALLOWEEN  3
STAY CONNECTED: