Úsalo o piérdelo


Señor: que el miedo y el egoísmo no me dominen ni me impidan ser testigo de tu amor y un buen servidor de mis hermanos. Amén.
La Antigua y sagrada tradición cristiana, recuerda que los padres de la Bienaventurada Virgen María la habían entregado al servicio de Dios, cuando tenía tres años de edad. (Celebraremos esto el 21 de noviembre: Memorial de la Presentación de María) En el templo, se unió a otras niñas en oración, leyendo las escrituras y asistiendo a los sacerdotes del templo. Como la santidad de María era tan evidente, y sus deseos de servir eran tan puros, el sacerdote a cargo de ella creyó que Dios tenía grandes planes para ella.


Dios tiene grandes planes para todos nosotros -- ¡sí, incluso para ti! Gracias a que Jesús ascendió a los cielos y envió a la tierra a su Santo Espíritu, Dios, ahora, elige asistir al mundo a través tuyo y a través de todos los seguidores de Cristo, primero en nuestros hogares, luego extendiendo su amor en todas las parroquias, lugares de trabajo y de esparcimiento.

La lectura del Evangelio de hoy nos recuerda, qué importante es usar al máximo nivel en beneficio de su reino, cada don que Dios nos ha dado, cada talento con el que nos creó, cada momento que tenemos y cada bocanada de aire que respiramos, nuestros recursos financieros y cada faceta única de nuestras personalidades. ¿Estamos ofreciendo todo nuestro ser a Cristo para la gloria de Dios? Lo que no usamos para los propósitos de Dios, lo perdemos -- tal vez sea en un futuro cercano, pero sí, seguramente, cuando muramos.

El ministerio es, ni más ni menos, que hacer buen uso de lo que hemos ganado en las experiencias, entrenamientos, dificultades y bendiciones del Señor. Esto significa que estamos ejerciendo nuestro ministerio cada vez que beneficiamos a los demás de la forma que sea.

Nunca deberíamos separar las actividades de la vida diaria de nuestro ministerio. Incluso refregar el piso de la cocina, cuando es ofrecido a Dios como obsequio por aquellos que caminarán por ese piso, es un ministerio. Oh, excepto cuando es una excusa para evitar una misión más importante. Cuando hacemos el "bien" escondiendo otros talentos que harían un bien mayor, no somos mejores que los malos sirvientes que guardaron la moneda de oro en un pañuelo.

Dios ha invertido en ti. Ahora es tu turno. Invierte lo que te ha dado, no con mediocridad, sino con total esfuerzo con espíritu de éxito. Mira cómo multiplica Él la inversión en grandes beneficios, gran bondad y gran sanación.

Donde fallaste en el pasado, invirtiendo lo que Dios te había dado, mira otra vez a Jesús y observa la mano que, alegremente, comparte esta abundancia. Te dará otra oportunidad para usar tus dones. Y, por el bien que ya has estado haciendo, Dios te dice: "¡Bien hecho, servidor bueno! Has sido fiel en este pequeño problema, por lo tanto, ahora voy a hacer más buenas cosas a través tuyo."


Oración para hoy
Señor: que el miedo y el egoísmo no me dominen ni me impidan ser testigo de tu amor y un buen servidor de mis hermanos. Amén.
El fragmento inspiracional de hoy: Invierte lo que Dios te ha dado, no con mediocridad, sino con total esfuerzo y espíritu de éxito.

Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 33ra. Semana del Tiempo Ordinario
Noviembre 18, 2015

Santo de hoy: Odo de Cluny
La misericordia divina está siempre disponible; espera la...

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/
© 2015 por Terry A. Modica

Lecturas de hoy

2 Macabeos 7, 1.20-31
Sal 16, 1.5-6.8b.15
Lucas 19, 11-28
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