Deja ir la mundanidad

Que Tu palabra, Señor, llegue a mí y nada de mi humanidad, ni del diario caminar, puedan evitar que produzca los frutos que Tú esperas de mí. Amén.





En el Salmo de hoy, el Señor dice: "Por siempre mantendré mi amor por mi servidor." ti ¿Puedes sentirlo? ¿Lo crees siempre, incluso cuando los tiempos son difíciles y cuando pareciera que Él no responde a tus oraciones?

Nuestras reacciones a los acontecimientos de la vida revelan lo mucho que realmente creemos que Dios nos ama y se preocupa por nosotros en todas las cosas y sin importar cuáles. Veamos por qué sucede esto, usando los diferentes tipos de terreno en nuestra lectura del Evangelio de hoy.

A veces escuchamos a la verdad sólo en la superficie (el camino), porque nos hemos endurecido por falsedades. Oímos la verdad, pero los vientos de la distracción, o la confusión o las falsas impresiones, la hacen volar. Por ejemplo, escuchamos que Dios nos perdona cuando nos arrepentimos, pero tenemos dificultades para admitir nuestros pecados, porque, cuando éramos niños, no entendíamos el amor detrás de los castigos que nuestros padres nos imponían. Así que, hoy, preferimos engañarnos pensando que un pecado no es pecado, a fin de evitar lo que es, en realidad, una imagen equivocada de Dios Padre.

A veces aceptamos la verdad con alegría, pero la olvidamos cuando somos golpeados por dificultades o por la persecución (el suelo rocoso). Sentimos el amor de Dios sólo cuando la vida es fácil. Cuando las rocas rozan nuestros dedos de los pies, nos olvidamos del amor de Dios y tratamos de hacer frente a los problemas a nuestra manera: nos deshacemos de la persona que nos está haciendo daño, o saltamos hacia soluciones sin orar, o sin pedir discernimiento, y nos enojamos con Dios en lugar de conectar nuestros sufrimientos a la Cruz de Cristo.

A veces escuchamos solamente a medias a la verdad. Dejamos que la mundanidad, ansiedades, deseos, etc., (las espinas) la ahoguen. Sabemos acerca del amor de Dios, pero descuidamos el calmarnos el tiempo suficiente para disfrutarlo. Estamos muy ocupados con nuestras propias agendas, demasiado ocupados resolviendo problemas, demasiado ocupados corriendo a tomar decisiones y a cumplir con nuestros deseos. No logramos esperar el tiempo y la sabiduría perfecta de Dios.

Y, a veces, permitimos que la verdad penetre en lo más profundo de nuestros corazones (el suelo fértil), y da mucho fruto. Piensa en la riqueza de tu suelo. Observa lo que está creciendo en tus circunstancias cotidianas. ¿Qué decisiones y comportamientos están produciendo el amor de Dios y nutriendo a los demás? Aquí es donde realmente crees que Dios te ama.

Para permitir que la verdad penetre profundamente, tenemos que desenterrar las falsedades en que creemos y tenemos que aprender por qué son falsas. Tenemos que darnos cuenta que cada problema puede fortalecernos y que estamos más cerca de Cristo cuando abrazamos nuestras cruces en lugar de tirarlas, en una difícil búsqueda de una vida más fácil. Tenemos que identificar nuestra mundanidad, dejarla ir, y mantener nuestros ojos en Jesús.

Oración para hoy
Que Tu palabra, Señor, llegue a mí y nada de mi humanidad, ni del diario caminar, puedan evitar que produzca los frutos que Tú esperas de mí. Amén.

El fragmento inspiracional de hoy: Estamos más cerca de Cristo cuando abrazamos nuestras cruces.
Reflexiones para el Alma
Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 3ra. Semana del Tiempo Ordinario
Enero 27, 2016

Cita de Misericordia de hoy: San Gabriel Possenti
¡Ama a María! No se fija qué clase...

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/

© 2016 por Terry A. Modica
Lecturas de hoy

2 Samuel 7, 4-17
Sal 88, 4-5.27-30
Marcos 4, 1-20
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Reflexiones para el Alma
Santo del dia:  San Julian de Le Mans

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