Jesús como tu hermano

Dios es nuestro Padre Divino y hacer su voluntad nos une a Él.



Con demasiada frecuencia, como adultos, tenemos mejores relaciones con los amigos que con nuestros hermanos, hermanas y padres. Supuestamente, las relaciones familiares deberían durar toda la vida. El plan de Dios para el matrimonio y la familia -- según el modelo de la Sagrada Familia, revelado en toda la Biblia, y explicado por la Iglesia Católica -- nos da el poder de ser una comunidad de amor fiel, incluso durante los desacuerdos, e incluso a pesar de saber muy bien los defectos de cada uno.

Pero, ¿qué sucede cuando un miembro de la familia no quiere pertenecer a la familia de Dios? Allí es cuando las relaciones se vuelven más difíciles. Jesús dijo que seguirlo significa dejar a la madre, al padre, a la hermana y al hermano (ver Mat. 10, 34-36) cuando no lo están siguiendo con nosotros. Pero, ¡oh qué doloroso es dejar atrás a los miembros de nuestras familias!

Por eso es que Dios nos da hermanos, hermanas, madres y padres en la comunidad cristiana, es decir, personas que no son parientes de sangre, pero están relacionados con nosotros por la Sangre de Cristo. Este es el tipo de familia que Jesús habla en la lectura del Evangelio de hoy. Dios es nuestro Padre Divino, y hacer su voluntad nos une a Él. Todos los que hacen su voluntad están unidos a Él. Por lo tanto, cuando hacemos la voluntad del Padre estamos unidos a todos los demás miembros de su familia.

En la parte superior de la lista de parientes de Sangre está nuestro hermano Jesús. Entonces, ¿qué se siente tener a Dios como hermano?

Recuerda el mejor momento que has tenido con un familiar terrenal. Recuerda la camaradería, el compañerismo. Recuerda los secretos que compartieron. Recuerda cómo te pudiste relajar en esa relación, con la seguridad de que nada podría romper el vínculo. Recuerda cuando jugaban juntos, reían juntos, lloraban juntos, quejándose de lo que fuera injusto y recuerda la compasión que recibiste junto con algunos consejos que te sacaron del mal humor.

¿Le das a Jesús oportunidades diarias para ser un hermano así?
¿Pasas tiempo suficiente a solas con tu Hermano para estrechar tu relación con Él? ¿Permites que Él sea tu compañero más cercano? ¿Compartes tus secretos más íntimos con Él? ¿Cuándo fue la última vez que estuviste juguetón con Él? ¿Lloras en su hombro y te quejas con Él en lugar de pecar llevando tus quejas a todos los demás que quieran escucharte? ¿Te sientas tranquilamente en tu silla de oración el tiempo suficiente para sentir su compasión? ¿Prestas atención a su consejo (que está disponible en las escrituras y otras vías de la revelación)? Y ¿le dices lo que te parece gracioso o tonto para que rían juntos?

¡Este es el verdadero Jesús! Le gusta ser tu Hermano. Ve hoy a divertirte con Él.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la 3ra. Semana del Tiempo Ordinario
En memoria de Santos Timoteo y Tito, Obispos
Enero 26, 2016
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.

© 2015 por Terry A. Modica

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Cita de Misericordia de hoy: San Buenaventura
No podemos tener la gracia de Dios...
Lecturas de hoy


2 Timoteo 1, 1-8 o Tito 1, 1-5
Sal 95, 1-3.7-8a.10
Marcos 3, 31-35

Evangelio en audio AQUI

San Timoteo y San Tito

Lee sobre ellos AQUI
Oración para hoy

¡Qué hermoso es, mi Señor, encontrarme y compartir la Fe con la familia formada por quienes te siguen de corazón! Amén.
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