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Cuando renunciamos a Jesús y lo abandonamos precipitadamente, 
Jesús no renuncia a nosotros.
El viaje por el camino hacia Emaús, en la lectura del Evangelio de hoy, fue precipitado. Los dos hombres que se dirigían a Emaús habían sido discípulos de Jesús. Ellos lo habían seguido, probablemente por algún tiempo, para aprender de Él. Sin embargo, todavía les faltaba comprenderlo. Como Tomás, ellos no podían creer que realmente había resucitado de entre los muertos.

Sin embargo, hay una gran diferencia entre Tomás y estos dos. Tomás permaneció en Jerusalén esperando una prueba de que Jesús estaba vivo; estos dos se fueron de la ciudad. Abandonaron a Jesús un poquito rápido.

¿Con que frecuencia renunciamos a las cosas cuando parece que estas no funcionan, cuando parece que no hay esperanza o cuando un buen plan se convierte en un desastre? Hay una vieja expresión que dice, "La hora más oscura es antes del amanecer." Pienso que la deberíamos cambiar por: "Sólo parece que está oscuro, ¡pero el amanecer ya empezó!" El Hijo ya comenzó a brillar -- pero nuestros ojos todavía no pueden ver su luz.

Cuando sentimos con ganas de abandonar -- especialmente cuando ese sentimiento está en lo más alto --  ¡precisamente es en ese momento cuando la luz de la resurrección de Cristo está por hacer la diferencia! Somos ciegos a lo que está justo a la vuelta de la esquina. Uno o dos pasos más, solo un poco más, y caminaremos hacia la victoria que Jesús ha estado preparando para nosotros.

Gracias a Dios, cuando nos damos por vencidos con Jesús y nos precipitamos al rendirnos, Jesús no nos abandona a nosotros. Recuerden que Él fue tras los dos que se dirigían a Emaús. ¡Él fue hacia ellos! Y Él hoy hace lo mismo por nosotros.
Primero, Jesús les dio una nueva comprensión de las escrituras y, al principio, ellos no lo reconocieron conscientemente (en su mente), pero sus corazones definitivamente sí. Sus mentes se emparejaron con sus corazones al final de la jornada cuando Jesús compartió eucarísticamente el pan con ellos.

Las Misas que se celebran hoy son un viaje similar para redescubrir y reconocer a Jesús. Primero, tenemos la liturgia de la Palabra. Para apreciar las escrituras al momento de ser leídas en la Misa, tenemos que escuchar con nuestros corazones.

Entonces nos movemos dentro de la Liturgia de la Eucaristía. Cuando el sacerdote que preside consagra el pan y el vino, es Jesús, en realidad, quien lo hace. Cristo, que mora en él, está haciendo por nosotros lo mismo que Él hizo por esos dos discípulos en Emaús.

A continuación,  reconocemos que Jesús ha venido a nosotros en el cuerpo y la sangre de la Eucaristía. En lugar de confiar en lo que nuestros ojos o nuestras papilas gustativas nos dicen, abrazamos lo que nuestra fe nos dice.

Este es el mismo Jesús que ya ha dispuesto una victoria para nosotros en nuestras pruebas.

Finalmente, nos vamos de la Iglesia como los dos discípulos de Emaús. Se pusieron en camino inmediatamente y regresaron a Jerusalén para contarles a los demás lo que Jesús había hecho por ellos. Se convirtieron en evangelizadores. No se guardaron las noticias para sí mismos; las compartieron, para que otros se pudieran beneficiar. Ayudar a los demás a descubrir a Jesús, es la victoria final.

El fragmento inspiracional de hoy: Cuando renunciamos a Jesús y lo abandonamos precipitadamente, Jesús no renuncia a nosotros.

Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Octava de Pascua
Marzo 30, 2016

Cita de Misericordia de hoy: San Juan Clímaco
Si la oración es tu ocupación...

Oración para hoy
Amado Jesucristo: que en la Eucaristía encuentre el triunfo de tu amor sobre el pecado y que la confianza en tu victoria, sea mi fortaleza ante las injusticias de este  mundo. Amén.

© 2016 por Terry A. Modica. Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami, Fl.  Fuente: Good News Ministries en http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/, donde también se encuentra disponible una reflexión para los Domingos. La reflexión para los Sábados puede ser encontrada en: http://gnm.org/mirada-interior/.

Lecturas de hoy

Hechos 3, 1-10
Sal 104, 1-4.6-9
Lucas 24, 13-35



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