En el Evangelio de hoy ¡mira cómo Santiago y Juan querían un crecimiento espiritual de manera fácil! Querían lograr altos cargos de honor en el reino de Dios y querían lograrlo con simplemente pedirlo.
¿Alguna vez te preguntaste por qué Dios no chasquea sus dedos todopoderosos y hace que tus problemas se desvanezcan en el momento que pides Su ayuda? En cambio, te toma de la mano y te lleva más profundamente hacia adentro del problema -- ¿no?
No lo hace porque quiere que sufras. El Padre no quiso que Jesús sufriera, pero era la única manera en que la humanidad podía ser redimida.
¿Deseamos escapar rápidamente del dolor más de lo que deseamos que Dios redima malas situaciones y las convierta en algo bueno? Para ver el poder redentor de Cristo en nuestras vidas debemos aceptar que la manera de lograrlo es mediante la cruz. Debemos estar dispuestos a soportar a las personas que contribuyen a nuestras dificultades y, al soportarlas, aprender a ser pacientes y, al aprender a ser pacientes, desarrollar un amor incondicional por ellos y, al desarrollar amor incondicional, unirnos más plenamente con Dios, que es amor.
Los beneficios son mayores que los sufrimientos.
Jesús les dijo a Santiago y Juan que deberían beber de la copa del sufrimiento y ser bautizados en el dolor. ¿Qué logra el bautismo? Originalmente, los bautismos con agua se llevaban a cabo con inmersión completa y el Vaticano ha estado animando a las parroquias a restaurar esta tradición antigua porque transmite de manera más fácil el significado verdadero del bautismo. El bautismo ahoga nuestra naturaleza pecaminosa y nos eleva a una nueva vida en Dios. De la misma manera, el bautismo mediante la inmersión en nuestros problemas redime la situación de manera mucho más plena que si Dios nos hubiese guiado hacia un escape rápido.
(Una pausa para compartir una palabra de precaución: si estás en una relación abusiva, ¡esta no es una situación que estás siendo llamado a soportar! Esta no es una cruz redentora. Él te está invitando a alejarte e ir a un lugar seguro desde donde puedas insistir que el abusador busque ayuda profesional. Únicamente después que ocurra un cambio real - sanación real en ambos - podrá haber una reconciliación y reunión segura.)
Claro, todos queremos el camino fácil a la gloria. Jesús también lo quiso. (¿Recuerdas su súplica en el Jardín de Getsemaní?) Pero cuando podemos mirar atrás a los sufrimientos que hemos soportado y vemos las bendiciones que han producido, nos sentimos agradecidos de que tomamos el camino difícil.
El mal se vence, no evadiendo las dificultades, sino mediante la victoria que surge de abrazar la cruz.
El fragmento inspiracional de hoy: Vencemos al mal, no por evadir las dificultades sino por la victoria que surge de abrazar la cruz.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 8va. Semana del Tiempo Ordinario
Mayo 25, 2016
Oración para hoy
Señor: perdóname por las veces que he buscado mi propio interés por sobre el bien común. Dame un corazón atento y humilde para servirte en el necesitado. Amén.
© 2016 por Terry A. Modica. Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami, Fl. Fuente: Good News Ministries en http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/ donde también se encuentra disponible una reflexión para los Domingos. La reflexión para los sábados puede ser encontrada en: http://gnm.org/mirada-interior/
