La lectura de Sofonías puede ser usada en una meditación como mensaje personal del Señor. ¡Es alentadora, eleva el espíritu y tranquiliza, no sólo porque promete la victoria sobre tus problemas, sino que también nos dice que Dios mismo canta alegremente por ti! ¡Imagina eso!
¿Por qué canta Dios? ¿Y por qué con tanta alegría? Porque realmente se emociona cuando persistimos en nuestras dificultades y nos apoyamos en su ayuda para alcanzar el tipo de victoria que Jesús promete, en lugar de renunciar y buscar una salida fácil, el camino mundano que parece ser el indicado en ese momento pero que daña nuestras relaciones con los demás y con el Amor de Dios.
Cuando oras, ¿se llena de alegría Jesús? ¿O te lo imaginas sobrio y serio (porque mucho arte eclesial lo pinta de este modo)? Busca la palabra "alegre" en un buscador o en una biblia en línea. Fácilmente la alegría supera en número a las veces en que se indica que Dios no está contento.
La alegría es uno de los atributos principales de Dios. Es uno de los frutos de vivir en la voluntad de Dios, una bendición del Espíritu Santo. Entonces, podemos cantar con Isaías en el responsorio de hoy: "Mi fuerza y mi coraje es el Señor..." Con alegría sacaremos agua refrescante de la fuente de salvación de Cristo. Esta es la victoria que Jesús nos da.
Con la Madre bendita, cuya Fiesta de la Visitación celebramos hoy, podemos cantar su canción en la lectura del Evangelio: "Mi alma proclama la grandeza del Señor; mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque ha puesto sus ojos en su humilde esclava...el Todopoderoso ha hecho grandes cosas para mí, y santo es su Nombre."
Por muchos años, el "Magníficat" ha sido parte de mi vida de oración, al igual que: "Mi alma proclama la grandeza del Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque Él, que todo lo puede, ha hecho grandes cosas por mí, ESTÁ haciendo grandes cosas por mí, y SEGUIRÁ haciendo grandes cosas por mí - y a través de mí - y su Nombre es santo" Esta oración me ayuda a alabar a Dios en las dificultades.
Sin importar qué tan mal se vean las cosas, lo sombrías o terribles que nuestras pruebas aparenten ser, Dios nos mira con su favor, simplemente porque Él conoce nuestro deseo de manejar los desafíos a la manera cristiana, aunque pequemos de vez en cuando. "Él tiene misericordia con aquellos que le temen. Él ha mostrado el poder de su brazo..."
María sabe lo que es tener que soportar rechazos y falsas acusaciones, incomodidades y peligros, y la terrible experiencia desgarradora de ver a un ser querido sufrir. ¿Cantó ella el Magníficat mientras se escondía en Egipto? ¿Se acordó de ello mientras Jesús colgaba de la cruz?
Aunque las palabras no estuvieran en sus labios, la verdad de los versículos de 1 Samuel 2, 1-8 (la fuente original del Magníficat) permanecía en su corazón. Ella conocía la Verdadera Fuente de la victoria.
Cada vez que le pides a María que ore por ti, ella te visita. Te invita a redescubrir la alegría del Señor: Jesús es la Verdadera Fuente de tu victoria, aun durante los momentos más dolorosos y aterradores.
© 2016 por Terry A. Modica. Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami, Fl. Fuente: Good News Ministries en http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/, donde también se encuentra disponible una reflexión para los Domingos. La reflexión para los Sábados puede ser encontrada en: http://gnm.org/mirada-interior/.
Reflexión de las Buenas Nuevas
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