En la historia del Evangelio de hoy tres veces Jesús le pide a Pedro que confiese su amor; tres veces Jesús le encarga que se convierta en pastor para continuar el ministerio del Buen Pastor.
En la Sagrada Escritura repetir algo tres veces significa "hasta el extremo" (así como "bueno, mejor, el mejor"). Cuando Pedro negó a Jesús tres veces, rechazó a Jesús al extremo. Jesús sabía esto y, con mayor compasión, le dio a Pedro una sanación completa de esa ruptura en su relación ofreciéndole la oportunidad de confesar su amor al extremo.
Jesús hace lo mismo para ti y para mí. Cada vez que negamos, rechazamos o herimos a alguien - ¡a cualquiera! - lo estamos haciendo a Jesús (ver Mateo 25, 31-46). Pero, debido a su gran misericordia y compasión por nosotros, siempre, siempre, siempre (al extremo) nos da oportunidades para sanar la ruptura de nuestra relación con Él. Y entonces, al igual que lo hizo con San Pedro, nos da la misión de llevar su amor a los demás.
Debemos hacer todo lo razonablemente posible para reconciliarnos con los demás y después de haber hecho las paces o, si no tenemos ninguna oportunidad de sanar una relación rota, Jesús nos da un ministerio de sanación - en una escala más amplia, a otras personas - y esto nos ayuda a expiar nuestros pecados, purifica nuestro crecimiento, y cura a muchos que están esperando la ayuda de Dios.
En los casos en que los sacerdotes (o cualquier otra persona) ha abusado de niños o causado otros escándalos en la Iglesia, el escándalo más grande es cuando nada bueno surge de esto.
Jesús está preguntando: "¿Me amas? ¿Qué vas a hacer al respecto?" Dios puede convertir cualquier cosa en un ministerio - ¡y así lo quiere!
En un sitio en el Mar de Galilea, donde Pedro recibió su vocación (en la Iglesia de la Primacía de San Pedro), hay un letrero que dice:
Las obras y milagros de Jesúsno son acciones del pasado.
Jesús está esperando a aquellos que ya estánpreparados para asumir riesgos en su palabra ,porque confían en su poder completamente.
¿Qué te está pidiendo Jesús que hagas? De cualquier manera que hayas pecado, si aún no lo has convertido en un ministerio, Dios está esperando oírte decir: "Sí, Jesús, sabes que te amo.
Yo digo sí al ministerio que me das, no importa lo arriesgado o imposible que parezca. Escojo confiar en tu guía, tus direcciones. ¡Dime qué hacer! "
¡A esta oración Jesús le da un rotundo AMEN!
Que el Espíritu Santo, cuya plenitud en la tierra celebramos este fin de semana, te capacite para hacer trabajos impresionantes para el reino de Dios. ¡Amén!
Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la 7ma. Semana de Pascua
Mayo 13, 2016
