¿Qué obstáculos en tu vida que parecen insuperables? ¿O te dan miedo? ¿O son extremadamente frustrantes?
En
la primera lectura de hoy al profeta Amos se le dijo que dejara de
hacer la labor de Dios: vete o cállate. Sin embargo, él tenía una misión
por cumplir, sabía que había sido enviado por Dios. ¿Debía preocuparse
por la reacción que estaba recibiendo y, por ende, alejarse de su
misión? No, por supuesto que no. Debía escuchar a Dios y obedecerlo, sin
importar cuál fuese el costo a nivel personal. Y eso es exactamente lo
que hizo.
Mira
los obstáculos que tuvo que enfrentar el paralítico en el Evangelio de
hoy. Una descripción más detallada de este evento se da en Lucas 5,
17-26. El hombre lisiado necesitaba ser sanado, pero su primer obstáculo
era su enfermedad. No podía llegar a Jesús por sus propios medios,
entonces aceptó la ayuda de sus amigos. Aceptó su método algo bizarro de
resolver el problema. ¿Le preocupaba lo que pensarían los demás si
permitía que sus amigos cortaran un techo que no les pertenecía? No, no
importaba ningún obstáculo, sólo alcanzar a Jesús.
¿Cuántas
veces permanecemos miserables porque no nos sentimos cómodos aceptando
la ayuda de los demás? ¿O porque no nos gustan sus métodos? ¿Con cuánta
facilidad nos damos por vencidos porque la tarea parece imposible o el
sueño poco realista? ¿Cuán atados estamos a reglamentos y políticas que
en general son buenas pero que lastiman al individuo?
Si la tarea o el sueño es un llamado de Dios, ningún obstáculo es insuperable.¡Simplemente requiere innovación y determinación!Los amigos del paralítico pensaron "fuera de los esquemas",
más allá de lo conocido, cómodo y aceptable. Al hacer esto, se
enfrentaron al obstáculo más intimidante de todos. Es el mismo obstáculo
al cual se enfrentó Amós. Jesús también lo tuvo que enfrentar cuando perdonó al hombre frente a la mirada crítica de los escribas. "¿Qué pensarán de mí los demás? ¿Lo desaprobarán?"
Los
amigos del paralítico estaban por dañar la propiedad de otra persona.
¿Serían frenados por otros que estaban más preocupados por el valor de
la casa que del valor del hombre?
La
pregunta más importante es: ¿qué era lo que Dios quería que hicieran?
Cuando te enfrentas a la desaprobación de los demás, ¿cómo se siente
Jesús acerca de ti? ¿Él aprueba lo que estás haciendo? ¡Eso es lo único
que importa!
No
podemos enfrentarnos solos a los obstáculos, por lo menos no bien.
Todos necesitamos un grupo de amigos de apoyo que estén llenos del
Espíritu Santo y que nos ayudarán a identificar lo que nos está
paralizando y nos cargarán llevándonos hacia adelante cuando estemos
demasiado débiles para movernos nosotros mismos. Necesitamos amigos que
nos ayuden a discernir la voluntad de Dios y encontrar maneras
innovadoras de sortear los obstáculos. Necesitamos socios en la oración
que no teman las consecuencias de la obediencia. ¿Perteneces a una
comunidad así? Si no, supera los obstáculos que te lo están impidiendo.
Los
obstáculos son sólo ilusiones, no el final del camino. Son meramente
exámenes de nuestra determinación de seguir adelante con Dios.
© 2016 por Terry A. Modica.
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, y es utilizada
bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de
Miami, Fl. Fuente: Good News Ministries en http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/, donde también se encuentra disponible una reflexión para los Domingos. La reflexión para los Sábados puede ser encontrada en: http://gnm.org/mirada-interior/.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la 13ra. Semana del Tiempo Ordinario
Junio 30, 2016
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