Un tiempo en silencio con Jesús


Santisimo


En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús reprende dócilmente a Marta, no porque él esté en contra de la hospitalidad (el regalo de Marta), sino porque ella ha perdido su perspectiva. Ella dejo de mirar a su Señor al enfocarse en los detalles de sus actividades.

Aunque una actividad puede ser muy buena, si nos olvidamos del Señor al que servimos y fallamos en tranquilizarnos para tener un tiempo en silencio con EL, y poder construir nuestra relación más cercana, entonces nos estamos arriesgando al desgaste, a las decisiones equivocadas y al pecado.

La hospitalidad es un regalo que nosotros le damos a Dios. Trabajar para sostener a nuestras familias también es un regalo para Dios. Así lo es también es limpiar los pisos, cocinar comidas riquísimas, y (encuentro esto difícil de creer) planchar ropa. Servir en nuestras parroquias y ciudades, criando a nuestros niños, acercándonos a los menos afortunados, haciendo campañas en contra del aborto, trabajar en contra de las injusticias sociales, etc., todas son actividades Sagradas. PERO NO cuando nos ocupamos tanto que no tenemos tiempo para sentarnos silenciosamente a los pies de Jesús.

Mirar las noticias en la televisión sin mantener nuestros ojos en Jesús puede causar ansiedad y temor. Si caminamos a paso pesado por los problemas o tareas desafiantes o por las relaciones difíciles sin silenciarnos para poder darnos cuenta de la presencia y la guía de Jesús, nos causa frustración, disgusto y desesperación.

Si nos disgustamos por los detalles, si nos sentimos inquietos, temerosos, preocupados, o confusos, entonces no nos hemos sentado a los pies de Jesús el tiempo suficiente. Estas emociones desagradables son advertencias. También son puntos débiles en nuestra armadura, es decir, -la Armadura de Dios que se nos ha dado a nosotros LOS cristianos a vestir - estos puntos débiles son hoyos de vulnerabilidad que el Enemigo usa para alejarnos aún más de los pies de Jesús.

Ningún cristiano tiene una razón válida para estar en el temor ni en la ansiedad.

De hecho, es un pecado (cuando es una libre elección), cuando es diferente a los ataques de ansiedad que indican una necesidad para la ayuda médica y psicológica. Es un pecado cuando ocurre, porque nos hemos desviado de Jesús, de su sabiduría, de su fuerza renovadora y de su paz. Agravando el pecado, cuando nosotros infligimos nuestro mal humor sobre los demás y lo mandamos como un efecto dominó al mundo por medio de ellos.

La única manera de "escoger la mejor parte" es de calmarnos y forzarnos a buscar las oportunidades de sentarnos con Jesús y mantenernos silenciosamente en su presencia, NO moviéndonos de nuestra silla de oración hasta que no nos hayamos fortificado y recargado por Dios.

Siempre que llegue una nueva oportunidad para preocuparnos, Jesús te está esperando, con los brazos abiertos, esperando que te detengas lo suficiente para ser bendecido por su amor.

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Martes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

4 de octubre, 2011

Memorial del día: San Francisco de Asís

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica.

en silencio con Jesus

Reflexiones para el Alma Efesios 6, 11 - 13

11.

Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.

12.

Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.

13.

Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.


Lecturas del Día
Jonás 3:1-10
Salmo 130:1b-4ab, 7-8
Lucas 10:38-42