"Sed perfectos como Dios vuestro Padre es perfecto" nos dice Jesús en el Evangelio de hoy.
Esto puede ser algo un poco difícil de entender, por lo menos para mí, ya que por otro lado el mismo Cristo nos dice que lo vemos a El en los pobres, en los oprimidos, en los que sufren, en los que lloran.
Jesús es Dios porque El mismo nos lo dice en Jn. 12, 44 y 45: «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió.
¿Quiere decir ésto que Dios llora, que Dios sufre, que Dios es pobre y oprimido?
No. Quiere decir que Jesús fué como nosotros, menos en el pecado puesto que fué nacido del Espíritu Santo, por éso se puede ver en El a Dios. .
Y quiere decir que Cristo vino a enseñarnos que se puede vivir sin pecado, si lo seguimos y hacemos la voluntad de Dios, como nos dice también Moisés en la primera lectura: de corazón y con toda el alma.
Cuando uno toma la decisión de decir sí, se compromete uno con El: "entonces él será tu Dios, que tú irás por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos, y escucharás su voz."
Y Dios se compromete con uno:
"Que serás su propio pueblo, como te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho"
Esto es sensacional!!
Dios se compromete con nosotros, hace una alianza con nosotros.
Y Dios cumple lo que promete. Seremos su pueblo santo!!
Tendremos gloria, nombre y esplendor!!
Esto por supuesto, no quiere decir que vayamos a ser reconocidos por los hombres y que ganaremos mucho dinero y que seremos famosos, sino que tendremos nuestra recompensa cuando llegue el fin de nuestros días en éste mundo.
El camino puede no ser fácil, tampoco será exento de sufrimientos como atestitua el mismo Jesús y muchos santos, pero cuando éso suceda, alégrate porque estás ganando la Gloria.
Aprendamos a decir como Sta. Ma. Luisa de Marillac:
"¡Oh Dios mío, tú eres mi Dios y mi todo, así te reconozco y adoro, Único y Verdadero Dios en tres Personas!".
"Por el amor que te debo, me abandono enteramente a las disposiciones de tu santa voluntad".
Digámoslo cada vez que nos sintamos decaídos, que nos sintamos tristes, que nos síntamos sin fuerzas, que nos síntamos impotentes. Y dígamoslo con humildad y sencillez como nos dice la misma santa:
"Para que la obediencia sea tal como Dios nos la pide, es necesario que obedezcamos con gran sencillez y humildad"
Y pidámosle a Dios porque nos sigue diciendo Moisés:
Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones
Esto conlleva una responsabilidad. "Pedid y se os dará".Pidamos entonces lo que nos conviene, y si no sabemos, digamosle que sea El el que nos dé lo que necesitamos.
Sal 118,1-2.4-5.7-8
R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor
Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R/.
Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas. R/.
Te alabaré con sincero corazón
cuando aprenda tus justos mandamientos.
Quiero guardar tus leyes exactamente,
tú, no me abandones.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Sábado de la Primera Semana de Cuaresma
Enero 30, 2014
|