¿Es tiempo de abandonar?

En el tiempo de Dios 

¿A quién has estado tratando de llegar, intentando mostrar con tu vida y tus palabras que "el reino de Dios está al alcance de la mano", como nos manda Jesús que hagamos en la lectura del Evangelio de hoy? ¿Se están resistiendo a este mensaje? ¿Has fallado alguna vez, al ayudar a alguien a encontrar el amor sanador de Dios ("curar al enfermo") o la nueva vida en Él ("levantar al muerto") o a escapar del mal ("expulsar demonios")?

Tú no eres un fracaso.

Cuando los demás continuamente se rehúsan a responder a las Buenas Noticias que compartimos, debemos recordar que Dios ha insistido y continuará insistiendo en darles incontables oportunidades para salir de sus tumbas de programas de negación. Continuará intentándolo hasta sus últimos suspiros. No obstante, no seguirá tratando a través tuyo. Él no quiere desgastarte.

En determinado punto, te pedirá que des un paso al costado para que pueda traer a alguien nuevo que hable por Él. Dirá "¡Suficiente querido mío! Ve hacia alguien que sí te escuchará. Yo continuaré con mis esfuerzos a través de alguien más; es hora que abandones. Confía en mí." Ese es el momento en que debemos sacudirnos el polvo de nuestros pies.

El polvo en nuestros pies es la mugre asquerosa que recogemos de los pecados de los demás - es la suciedad en la que están viviendo. También son nuestras reacciones pecaminosas a sus conductas cuando rechazan nuestra ayuda. Debemos quitárnosla. Debemos caminar hacia el próximo "pueblo" limpios. Es importante hacer un tiempo para estar a solas con Jesús para que Él pueda lavarnos el polvo que queda en nuestros pies después de sacudirlos.

Una nota para aquellos que no pueden apartarse: en un matrimonio infeliz, Dios no quiere que te alejes literalmente (hay otras soluciones) salvo que tú o los hijos sean abusados o abandonados, e incluso entonces, escapar hacia la seguridad no necesariamente significa divorcio. En un trabajo desagradable, Dios no te pedirá que renuncies antes de conducirte a un nuevo empleo que reúna, por lo menos, los mínimos requerimientos de tus responsabilidades financieras. En una parroquia que tiene problemas de división, Dios no te pedirá que te marches de parroquia, porque prefiere que tú estés allí para orar y ayudar a hacer cambios desde adentro.

Sacudirse el polvo, algunas veces, significa nada más que correrse de la idea de que nosotros somos los que debemos salvar a los demás de sus pecados.

Puede ser difícil dejarlo ir y dejar que Dios le dé el trabajo a alguien más. Puede ser tan difícil como quedarse y seguir tratando hasta que Dios diga que es tiempo de renunciar. Para hacer esto correctamente, debemos quedarnos en cercana conexión con Dios, para escucharlo cuando diga: "bien hecho, mi siervo bueno y fiel. Hiciste lo mejor y estoy muy satisfecho contigo. Ahora vamos a algún otro lado."  

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/
 © 2014 por Terry A. Módica

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la 14ª Semana del Tiempo Ordinario
Julio 10, 2014






Lecturas del día:

Oseas 11, 1-4. 8c-9
Salmo 80, 2ac. 3b. 15-16
Mateo 10, 7-15


 Reflexiones para el Alma


Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"  
(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)
 Matemáticas para el Alma.

 "Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de                                              convertirse en santo."

 ~ Arzobispo John Patrick Foley


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