Un día, hace muchos años (en 1988), inmediatamente después de participar en la celebración diaria de la Santa Misa, se me ocurrió que el Señor estaba esperanzado en que me quedara un rato después de Misa para orar frente a su sagrada presencia en el Tabernáculo. Yo dije, "Está bien".
Al principio me dio pena que los demás se fijaran en que estaba hincada ahí. Pero entonces la presencia de Cristo se intensificó, no solo en la Sagrada Hostia que se encontraba oculta detrás de la puerta cerrada del Tabernáculo, pero en Espíritu frente del Tabernáculo. Mira, yo no soy una vidente, pero lo que experimenté se puede describir como tomar conciencia de que Jesús quería mostrarme su Sagrado Corazón.
Yo "le vi" a Él abrir la túnica que cubría su pecho (me recordó a Superman quitándose la camisa). Yo esperaba ver una imagen del Sagrado Corazón similar a las que están pintadas en las estampas.
Eso no fue lo que vi. Era un corazón vivo, palpitante, bombeando y latiendo fuertemente. Un corazón humano "encendido" con un brillo de luz pura - un "fuego" de amor tremendo, un amor a menudo sufriente pero poderoso.
¡Cuán sagrado es su amor por ti, por mí y por todos! No tiene falla ni pecado. Es completo y todo lo consume. Sufre por nosotros cuando pecamos. Sufre con nosotros cuando somos lastimados por los pecados de los otros. Y es real como tu propio corazón latiente.
Jesús no perdió su cuerpo humano cuando ascendió al cielo. El corazón en su cuerpo glorioso nunca dejó de existir. La razón por la cual la Iglesia nos da este día de fiesta especial para conmemorar el Sagrado Corazón de Jesús - y la razón por la cual Jesús nos muestra su corazón a nosotros - es porque simboliza su amor, traspasado por nosotros en la cruz, pero vivo por siempre, real y comprensivo incondicionalmente.
Los problemas y las oraciones no respondidas nos hacen dudar de la vivacidad del amor de Cristo. La incapacidad de sentir el bombeo de su amor a través de nosotros, pareciera probar que no siempre está ahí. Nuestra indignidad parece probar que Él no hace nada para que ese amor se encuentre disponible para nosotros.
Sin embargo, estas dudas se disuelven cuando le entregamos a otros el amor que buscamos en el Señor, porque es dando cuando recibimos, es en hacer cuando comprendemos y es cuando actuamos que nos damos cuenta de lo que es real. Al dar su sagrado amor a las personas a nuestro alrededor, nuestro corazón late en sintonía con su Sagrado Corazón.
Entonces comprendemos lo que escuchamos en la primera lectura de hoy: "¡El Señor ha puesto su corazón en ti y te ha elegido!"
Tú has sido elegido por Dios para ser amado y para amar a otros en su nombre. Recuerda esto: la misma duda que tú has tenido, es la misma que otros experimentan. ¿Quién en tu vida necesita prueba de que Dios le ama? ¿Quién está de mal humor? ¿Quién necesita una palabra gentil, calmada y afectuosa de ánimo y esperanza? Porque tú tienes dentro de ti al Sagrado Corazón de Jesús, tú eres la prueba que ellos necesitan para ver que el amor de Dios es real. ¡Dáselo a ellos y encontrarás la prueba que curará tus propias dudas!
Una Oración al Sagrado Corazón para todas las Personas
por Kathy Taylor, Asistente de Oficina de GNM
Amado Jesús, Tu Sagrado Corazón está abierto a toda la humanidad y lleno de amor para cada uno de nosotros.
Nosotros que te amamos hemos experimentado Tu amor en nuestras vidas, pero tenemos familia y amigos que nunca han llegado a amarte plenamente, o le han dado la espalda a Tu amor.
En Tu misericordia, Jesús, déjalos sentir el suave toque de Tu amor y atráelos nuevamente hacia Ti
Señor, Tu sagrado Corazón está lleno de amor por todos aquellos que no han oído de Ti; ayúdanos a mostrarles quién eres y llevarlos hacia Ti para que te amen.
La compasión de Tu Sagrado Corazón no juzga a nadie, pero nos llama a ser testigos de Tu verdad amorosa para aquellos que a Ti te desprecian o temen.
Por medio de Tu precioso Sagrado Corazón, reúne a todas las personas para que te amen y vivan en verdadera libertad, para ofrecerte todas las alabanzas, el honor y la gloria. Amén.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la 9na. Semana del Tiempo Ordinario
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Junio 3, 2016
