¡Vuela más alto!

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El P. Alfonso Milagro, autor de libros muy vendidos, narra esta constatación:

“Encontré a un hombre de buenas cualidades que casi las maldecía. Le pregunté por qué y me respondió: Porque hacen sombra, y eso no me lo perdonan”. Eso es la envidia, un sentimiento de aguda incomodidad al ver a otro que tiene lo que deseamos. Una anécdota que viene al caso.

Enseguida después de la 2a Guerra Mundial, un joven piloto inglés probaba un frágil avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo. Poco después de despegar de uno de esos pequeños e improvisados aeródromos de la India, oyó un ruido extraño que venía de atrás de su asiento y se dio cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión.
Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo y peligroso pasajero. De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas. Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje. Moraleja: Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o maledicencia, vuela más alto…

Protégete de la envidia orando así:
 “Señor, a los que quieren dañarme o desprestigiarme, muéstrales la fealdad de la envidia, y toca sus corazones para que me miren con buenos ojos.
Sánalos de todo mal sentimiento, cura sus heridas más profundas, y bendícelos en abundancia, para que sean felices, y ya no necesiten dañarme”. ¡Vuela más alto!

* Enviado por el P. Natalio

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Un amigo es alguien muy especial en la vida. Cuando lo encuentras, sientes que tu alegría se multiplica y que tus angustias se diluyen.

La lealtad del amigo es un estímulo para crecer en seguridad. El amigo respeta tu dolor y comprende tu silencio. Tu amigo te acompaña cuando todos se retiran. Con tu amigo la comunicación se hace intimidad espiritual, empatía armónica y plena razón de vivir. Con razón la Biblia dice que "quien encuentra un amigo verdadero, halla un tesoro".
(Tiberio López)