¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo?

Resultado de imagen para ¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo?

Cualquier persona medianamente interesada por el resto de sus semejantes, se ha planteado en más de una ocasión esta pregunta: ¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo?

En la actualidad, raro es el día en que las noticias no incitan a cuestionarse el propio comportamiento. ¿Cómo puedo seguir llevando éste estilo de vida cuando la gente está muriendo de hambre en Somalia, cuando los habitantes de un país se matan entre sí, cuando el color de la piel o la carencia de pasaporte es un estigma que conduce a la muerte, cuando...?

Y la respuesta no suele ser otra que una desconsoladora confesión de impotencia. ¿Qué voy a hacer yo frente a problemas de tales dimensiones?

Por eso razonamos de la siguiente manera: no estoy en condiciones de arreglar nada. ¡Falaz razonamiento!

Aunque cueste creerlo, hay que contestar que SÍ. No se me pide que logre detener todas las guerras, sólo que siembre un poco de amor a mi alrededor; no se me exige que calme la necesidad de todos los hambrientos, tan sólo que destine una buena parte de mis ahorros a quienes los necesiten; nadie me obliga a consolar a los millones de seres que necesitan apoyo. Unicamente se me pide que sea un poco de alivio para cuantos están cerca de mí. Nada más se me puede exigir, y tampoco nada menos. Y con estas acciones conseguiremos hacer recapacitar a los que nos contemplan y quizá cunda el ejemplo...




Resonancias de Pascua

Resultado de imagen para Resonancias de Pascua
La alegría de la Pascua nos reunió en torno a Jesús resucitado, eternamente vivo, para cantar todos juntos el poder de Dios que ha hecho maravillas.

El tiempo de Pascua se prolonga por cincuenta días hasta la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés. Reconfortados con esta vivencia de fe, demos testimonio permanente de paz y alegría cristiana.

Primicias son del sol de su Palabra las luces fulgurantes de este día; despierte el corazón, que es Dios quien llama, y su presencia es la que ilumina.

Jesús es el que viene y el que pasa en Pascua permanente entre los hombres, resuena en cada hermano su palabra, revive en cada vida sus amores.


Abrid el corazón, es él quien llama con voces apremiantes de ternura; venid: habla, Señor, que tu palabra es vida y salvación de quien la escucha.

El día del Señor, eterna Pascua, que nuestro corazón inquieto espera, en ágape de amor ya nos alcanza, solemne memorial en toda fiesta.

La vivencia de Pascua es una invitación a revestirnos de Cristo, el “hombre nuevo”, que nos da la alegría de liberarnos interiormente de la esclavitud del pecado. ¿Hay vida, energía, empuje en tu vida espiritual o has vuelto a caer en la rutina y tibieza?

Todavía quedan algunos días para vivir la cincuentena pascual y disponerte a recibir al Espíritu Santo. Aprovéchalos.

* Enviado por el P. Natalio

Imagen relacionada