Vive de principios.
Vive auténticamente como un ser humano.
No se justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante.
Es sincero y veraz, no aparenta una imagen que no corresponde con su vida real. Por ejemplo, aparentar virtudes que no tiene.
Un candidato a un puesto público de nuestro país estaba haciendo su campaña, para obtener el mayor número de votos.
Uno de los electores decidió someterlo a una prueba. Una noche, ya tarde, llamó a la puerta del candidato y le dijo: —Necesito ayuda. Se paró mi coche. ¿No podría usted hacerme el favor de darme un empujón?
—Por supuesto - se oyó desde el interior de la casa y los dos hombres salieron rumbo al coche.
Al llegar al automóvil, el propietario se subió y dejó sorprendido al candidato, poniendo enseguida en marcha el motor.
Asomándose por la ventanilla, el elector le dijo al admirado candidato: —Únicamente quería saber si usted es el tipo de hombre por quien se puede votar.
Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su conducta honesta. Ser honesto es ser transparente.
Es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos.
El recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de estas máscaras. Básica tarea para cada ciudadano.
* Enviado por el P. Natalio
Alabado sea Jesucristo
“No tengas miedo de llevar a María a casa", como si temieras que María te fuera a alejar de Jesús.
¡No, al contrario! Cuanto más lleves a María a tu hogar, más le permites a Jesús que te atraiga hacia Él y te guíe por el camino de la santidad.
Es más, como si por tus propias fuerzas pudieras seguirlo fielmente, sin fatigarte, sin desanimarte, sin detenerte en el camino.
Sin María no irás tras Jesús, hasta el final del amor que nos mostró en la cruz, quien “habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo" (Jn13, 1).
María es el gran secreto del corazón de Jesús.
(Padre Philippe Marie Mossu)