El eminente compositor Beethoven dijo una vez que el genio se compone del dos por ciento de inspiración y del noventa y ocho por ciento de perseverante trabajo.
“La constancia es el alto precio que hay que pagar por todas las conquistas de este mundo.
Todo lo más grande en cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente perseverancia”
(I. Larrañaga).
¡No te rindas!Dios siempre está dispuesto a concederte sus dones, pero pide tu colaboración, tu esfuerzo, tu voluntad.
Aunque te sientas triste, piensa en un mañana pleno de alegría y de sueños realizados. Entonces comprenderás que también los errores son indispensables para aprender.
;¡No te rindas!
Aunque te sientas solo, piensa en todas las personas que te brindaron afecto durante tu vida. También en adelante amarás y serás amado.
¡No te rindas!
Aunque te sientas derrotado, piensa siempre en la victoria luminosa al final de tu camino, y descubrirás que las caídas te muestran el poder de tu fe y de tu fuerza.
¡No te rindas!
Aunque te sientas perdido, aferra la esperanza que anida en tu corazón, y sal a recorrer el sendero soñado, con la mirada puesta en el cielo.
¡No te rindas! ¡Dios camina contigo!
(Anónimo).
Leonardo da Vinci dispuso que en su tumba se escribiera este epitafio:
“Tú, Señor, regalas todos tus dones al precio del esfuerzo”.
El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de Dios.
Utilízalo con humildad.
* Enviado por el P. Natalio