Podemos morir en cualquier momento.



Termina esta oración: "Ay de mí; Estoy en la miseria porque ____________________. " En el pasaje del Evangelio de hoy Jesús explica que como cristianos nuestros problemas se basan en lo que es temporal (terrenal) y nosotros somos bendecidos cuando miramos más allá de ello y vivimos este momento en el reino de Dios.

Utiliza esta escritura como una lista de comprobación personal:

- Bienaventurados ustedes los pobres: Cuando la conciencia de lo que te falta causa que vuelvas a Dios en busca de ayuda,  podrás disfrutar de las riquezas de su reino, incluyendo la riqueza del consuelo de Dios.

- Bendito eres en tu hambre: Dado que ningún ser humano puede satisfacer todas sus necesidades, el amor de Dios llena los vacíos.

- Bienaventurados los que lloran: porque se arrepienten de pecar, lloran porque los separaba de Dios y se alegran de que Jesús misericordiosamente los ha restaurado a la unión con Dios.

- Bienaventurados serán cuando los hombres los odien a causa de su fe: Rechazado y perseguido por aquellos que no entienden su fe, corran a Cristo por amor, que Él les da a través de otros en su comunidad de creyentes donde las amistades duran toda la eternidad.

- Pero ¡ay de nosotros! cuando nuestra felicidad depende de cómo nos tratan los demás y la rapidez con que conseguimos lo que queremos. La palabra que Jesús usó, que hemos traducido como "¡ay!," está llena de pesar y compasión que no es un castigo.

- Ay de ustedes, los ricos: Si atendemos a nuestros deseos terrenales, nos sentimos orgullosos de nuestros logros y descuidamos nuestra necesidad de Dios. Por lo tanto, sólo tenemos lo que tenemos, porque no somos capaces de abrirnos a las bendiciones sorpresa que Dios quiere darnos.

- Ay de ustedes que están llenos ahora: Es una ilusión pensar que podemos conseguir todo lo que queremos y sentirnos satisfechos por mucho tiempo. Sólo en el cielo podemos estar plenamente satisfechos.

- Ay de ustedes los que ahora ríen: Si somos miopes y pesamos a corto plazo, que nos reímos de los que esperan en Dios, porque parece que tenemos una vida mejor. Pero cuando surge un problema que no podemos solucionar fácilmente, perdemos nuestra alegría.

- Ay de ustedes cuando todos hablen bien de ustedes: ¿Cuánto tiempo duran los elogios de los demás? Su aprobación desaparece el momento en que dejamos de ser perfectos. Debemos darnos cuenta de que es sólo la aprobación de Dios que realmente importa y que está contento con nosotros por tratar de imitar a Cristo, incluso si fracasamos.

La vida en la tierra es corta. Como primera lectura de hoy dice: El tiempo se acaba. Usted o yo podríamos morir en cualquier momento. Para ser bendecido por esa realidad, tenemos que entender que la felicidad eterna sólo viene a través de una estrecha relación con Dios.

 
Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la 23ª semana del Tiempo Ordinario
10 de setiembre de 2014


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/ 

© 2014 por Terry A. Modica

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Lecturas de hoy:
1 Corintios 7:25-31
Salmo 45:11-17
Lucas 6:20-26


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