¿Buscando una solución rápida?


Cuando haces un pedido de oración, ¿qué tan rápido esperas que Dios te responda? ¡Nuestro deseo natural es quererlo AHORA! Pero en humildad, oramos: "Está bien, Dios, si ahora no es el mejor momento para responder a esta oración, entonces ¿qué te parece dentro de dos segundos?"
Nuestra tecnología moderna nos enseña la impaciencia. Los hornos de microondas parecían milagrosos cuando yo era una adulta joven recién casada; hoy en día, no es lo suficientemente rápido para nosotros. ¿Qué estamos haciendo con los pocos segundos que tarda en descargar una página web de internet? Le hablamos a la pantalla: "¡vamos! ¿Qué te está tomando tanto tiempo?" Podríamos haber utilizado ese tiempo para hablar con Dios.
En la primera lectura de hoy, David comenzaba a experimentar un gran conflicto con el hombre que amaba como a su padre. Saúl estaba irracionalmente celoso de él. Jonathan, amigo de David, intentó intervenir, pero este conflicto iba a durar varios años, poniendo en peligro la vida de David y convirtiéndose en una guerra civil que destruiría muchas vidas y dividiría un gran reino.
¿Cómo te sientes cuando tratas de rescatar a un amigo de sus problemas y no puedes hacer una diferencia? ¿Crees que, tal vez, no te esforzaste lo suficiente? Bueno, quizás Dios no quiere que el problema sea resuelto tan rápido o de la manera que intentaste arreglarlo.
¿Cómo te sientes cuando alguien te causa problemas, como Saúl, cuando arruinó la buena relación que tenía con David? Si eres como yo, tu oración es: "Dios, tú puedes ver esta situación horrible, así que encárgate. O también (1) cambia a esa persona ahora, o (2) cambia a esa persona dentro de dos segundos, o (3) ¡saca a esa persona de mi vida!"
Pero las mejores respuestas a nuestras oraciones no vienen rápidamente. Las soluciones rápidas son la forma más fácil, la manera perezosa, la manera de la carne. Los atajos en el camino al cielo hacen más daño que bien.
Cuando una relación dada por Dios se vuelve amarga (no estoy hablando de las relaciones que Dios nunca deseó para nosotros), Dios permite que el sufrimiento continúe por un tiempo, no por dolor (no es un sádico, y sufre cuando sufrimos, mucho más que nosotros), pero por el bien del camino de la otra persona y por el bien de nuestra propia purificación. Él quiere ampliar nuestra capacidad de amar a los demás en todas las circunstancias.
Cuándo amar es fácil, ¿qué mérito existe en eso? Pero cuando una persona se vuelve difícil de amar, es cuando llegamos a ser más parecidos a Jesús, que sufrió por amor a ti y a mí con gran pasión. ¿Qué tan serio es tu compromiso de convertirte más en Jesús? ¡Gracias a Dios por su sabiduría que te protege de las soluciones rápidas
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Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico
Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,
http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
© 2016 por Terry A. Modica
 
Reflexiones de las Buenas Nuevas           
Jueves de la 2da. Semana del Tiempo Ordinario
En memoria de Santa Inés, Virgen y Mártir
Enero 21, 2016

Oración para hoy
Señor Jesús: que Tu gloria brille en todas partes y los hombres seamos envueltos por ella. Entonces seremos transformados y sólo a Ti te alabaremos. Amén.



Lecturas del día:

1 Samuel 18, 6-9; 19, 1-7
Sal 55, 2-3.9-13 (con 5b)
Marcos 3, 7-12
Sorpresa Espiritual AQUI
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