La misericordia triunfa donde falla el amor


 Cuando alguien te lastima, sé misericordioso y ámalo, perdónalo, hazle el bien, ora por él.    

El Sermón de la Montaña parece ser demasiado difícil para tomarlo en serio, a menos de que estemos verdaderamente interesados en crecer con fuerza en santidad. En los capítulos cinco, seis y siete de Mateo, Jesús llega hasta los más mínimos detalles para poder ser santo y casi todos los versículos nos desafían para que evaluemos qué tanto queremos aprender de Él.

La lectura del Evangelio de hoy es un buen ejemplo de esto. Realmente, no queremos poner la otra mejilla cuando alguien nos lastima. No queremos perder la batalla legal cuando somos demandados y mucho menos dar más de lo que se nos pide. No queremos dar nuestro dinero a quienes no se lo ganaron. No queremos incrementar nuestras donaciones a la Iglesia, porque podríamos necesitar ese dinero extra para comprar más ropa o un auto nuevo, o una casa más grande, o unas vacaciones fantásticas. ¡Y con qué prontitud reducimos la ofrenda cuando el sacerdote o el obispo o alguien más en la Iglesia hacen algo malo! 

La generosidad extrema necesaria para la santidad se vuelve más fácil cuando comprendemos por qué Jesús quiere que seamos santos. La razón es la misericordia. Piensa en el amor como la puerta de entrada al corazón de las personas. Cuando lo cierran, la misericordia es el amor que se cuela por la puerta trasera. La misericordia surte efecto donde falla el amor.

Cuando Jesús predicó este Sermón, nos elevó por encima de la espiritualidad del Antiguo Testamento del "ojo por ojo" que se transforma fácilmente en la búsqueda de venganza. Básicamente, Él dijo: Cuando alguien te lastima, sé misericordioso y ámalo (perdónalo, hazle el bien, ora por él, etc.). Así es como estamos unidos a Dios, quien es en sí mismo la Misericordia Divina. En esta unidad, Él convierte los problemas en bendiciones y produce un bien mayor.
La gente nos lastima sin entender que en realidad se están lastimando a sí mismos. Al pecar, ellos cierran la puerta al amor de Dios. Pero si los amamos, les damos a Dios; Él llega a ellos por medio de nosotros (nos convertimos en la puerta trasera de sus corazones). Si nos rehusamos a darles misericordia, nos estamos rehusando a darles a Dios, y estaremos cerrando también nuestras propias puertas a Dios y a su amor.

Si alguien arremete contra ti verbalmente, no contraataques; bríndale amor. Si alguien trata de robarte, no puedes detener su pecado de codicia, pero sí puedes evitar que siga pecando contra ti al darle libremente lo que te está quitando. Si un compañero de trabajo irresponsable te exige que tú le hagas su trabajo, evita que sea un pecado al hacer más de manera voluntaria. Esto es misericordia. 

¿Parece ser que estamos permitiendo el pecado? Bueno, la misericordia es solamente el primer paso. Con un discernimiento bueno y humilde del Espíritu Santo, el próximo paso es invitar a la otra persona a crecer en santidad. Pero aun en esto, la misericordia es la clave, porque tenemos que trazar un límite para el pecado en curso - motivada por amor, no por la venganza ni por el resentimiento.

No siempre es divertido ser misericordioso. Sin embargo, piensa cuando tú no merecías el amor de Dios o un acto de bondad. ¿Cómo te sentiste cuando comprendiste que Él se preocupaba por ti a pesar de todo? ¿Cómo te cambió? Eso es lo que tu misericordia puede hacer por aquellos que pecan contra ti.
Para un Estudio Bíblico de todo el Sermón de la Montaña, visitahttp://wordbytes.gnm.org/holy-living-1.
Oración para hoy
Padre: perdóname por mi soberbia y autosuficiencia al juzgar a los demás y a mí mismo. Te pido que siempre sea consciente de tu perdón a mis infidelidades y así pueda aprender a ser misericordioso como lo eres Tú. Amén.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Lunes de la 11ra. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Antonio de Padua, Presbítero y Doctor de la Iglesia
Junio 13, 2016
© 2016 por Terry A. Modica. Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, y es utilizada bajo la responsabilidad del grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami, Fl.  Fuente: Good News Ministries en http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/, donde también se encuentra disponible una reflexión para los Domingos. La reflexión para los Sábados puede ser encontrada en: http://gnm.org/mirada-interior/.


Santo del Día  

San Antonio de Padua
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