Hay muchas maneras en las que Jesús se presenta a nosotros. ¡La mayor parte de ellas son inesperadas, a veces hasta tal punto que ni siquiera reconocemos que es el! 
Las personas en la lectura del Evangelio de hoy fallaron en reconocer a Jesús como el Mesías por las expectativas que ellos tenían.
¡Las expectativas verdaderamente pueden ser desorientadoras! Sí, podemos esperar que Dios nos ame y nos haga el bien, pero cuando tenemos expectativas de cómo y por medio de quien él nos debe amar y hacernos el bien, nosotros generalmente acabamos desilusionados. Quizás hasta nos sentimos abandonados.
El viaje de Cuaresma es caminar con Jesús en el camino al Calvario para finalmente poder resucitar. Nuestros sufrimientos tienen valor eterno si los unimos a la Pasión de Cristo. 
Jesús está presente cuando sufrimos, pero si esperamos que él quite nuestro dolor rápidamente para demostrarnos que le importamos, entonces nosotros fallamos en reconocer un plan más amoroso. Queremos atajos que nos lleven a la curación y a la felicidad, pero Dios sabe el daño que esto causa. A pesar de lo que nuestras expectativas insisten que debe suceder, Dios aplica el plan a largo plazo, y algún día estaremos muy agradecidos.
A veces, Jesús se quiere unir a nosotros en las personas que no nos caen bien, pero como no esperamos que se aparezca en ellos, nosotros lo rechazamos. Toma un gran esfuerzo encontrar a Jesús en estas personas, pero él está allí -enseñándonos a amar al que es difícil de amar.
Jesús viene a nosotros en muchas maneras ilógicas. Esperamos que todo lo que Dios hace y lo que nos pide hacer tenga sentido. Pero no tuvo ningún sentido para María que ella podía llegar a ser la madre del Mesías mientras todavía era virgen. No tuvo sentido para José, tampoco. Y no es lógico que Dios utilice a una pecadora como yo para traerte estas Reflexiones de Las Buenas Nuevas, especialmente ya que yo no tengo un título universitario, ni mucho menos un doctorado en teología. Y tampoco es lógico que tú seas la persona correcta para hacer las tareas que Dios ha puesto ante ti. Pero si decimos que no al plan de Dios, estamos diciendo que "no" a una impresionante experiencia de servicio.
En este día Jesús se está presentando a ti en maneras inesperadas. ¿Lo puedes encontrar?
Aquí está cómo: Haz una lista de todas esas áreas en tú vida donde parece que Dios ha salido del cuarto, cerró la puerta y se ha olvidado de ti. En donde él parece estar fallándote, abandonándote, o rechazando tus necesidades, ahí es donde Jesús se te está presentando en maneras inesperadas.
Él no está parado donde estás viendo. Da la vuelta y mira hacia una dirección diferente. Quizás necesites voltear hacia una dirección que no quieres. Dónde esperas el desastre y más miseria, inesperadamente, él está allí, convirtiendo lo malo en bueno, por tú bien Y en beneficio de todos los que están involucrados.
Reflexión de Las Buenas Nuevas
Viernes de la Cuarta Semana de Cuaresma
23 de marzo, 2012
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
