Un corazón, una mente, un Rey

Un corazón, una mente, un rey 2
Pon cuidado

¿Qué se necesita para convertirse de corazón y de mente como algunos de los que son parte de su comunidad? Es algo que todos queremos, algo que todos tenemos hambre. La primera lectura de hoy nos muestra que la unidad es posible. Es de hecho, un fruto normal de la vida cristiana verdadera. ¡Pero vemos tan poco de unidad hoy mismo! ¿Por qué pasa esto? ¿Que es Lo que falta? En lugar de buscar las razones del porque ha fracasado la unidad cristiana,vamos a mirar a Dios, que nos une. Hoy el salmo responsorial nos ha proclamando que "el Señor es rey"

Si realmente es nuestro rey, entonces él es el rey de nuestras vidas, incluyendo nuestras finanzas y nuestras posesiones. Puesto que Dios es generoso, lo que nos ha dado a nosotros es para nuestro uso y para compartir cuando sea necesario. ¡Sin miedo! Con amor. Sin embargo, la mayoría de las personas no permiten que Dios sea el rey de sus posesiones o sus finanzas. La mayoría de nosotros preferiría ser el gobernante a si mismo cuando se refiere a nuestras finanzas. Es muy asustador convertir esa parte de nuestras vidas al reino de Dios

. Lo sé, porque a menudo yo he luchado con Dios por esto. Dios me ha bendecido con un marido que es muy generoso. Cuando la Iglesia pide $ 50 para una buena causa, le da $ 100. Esto fue cierto incluso cuando apenas teníamos ingresos suficientes para pagar nuestras cuentas normales. Ralph (mi querido esposo) cree que la generosidad es un fruto del Espíritu Santo. Pero cada vez que Ralph quiere ser generoso, yo no quiero escuchar al temor que me dice que no puede o no debe. 

Me tomó años para aprender a ignorar el miedo y confiar en Dios en su lugar. Incluso hoy en día, tengo que devolver en repetidas ocasiones la autoridad de mis bienes a Dios. 

Cada vez que nosotros tomamos autoridad sobre cualquier cosa, no estamos en unidad con Dios, el verdadero rey. Ni estamos en unidad con la Iglesia - la comunidad de los creyentes - en especial, con aquellos que necesitan lo que nosotros podemos compartir. Esto es lo que Jesús quiere decir cuando dice en el Evangelio de hoy, "es necesario nacer de lo alto". El reino de Dios está por encima del reino de la tierra en las prioridades, la importancia y el valor. Para pertenecer al reino de Dios, tenemos que pertenecen al Rey, pero en el momento que nos preocupamos por lo que pasara, nos regresa al reino inferior de la tierra. 

Las divisiones en la Iglesia y los conflictos en nuestras relaciones humanas se producen cuando Dios NO es el rey de la relación ni de cada persona en esa relación. Incluso si otro u otros mantienen las divisiones al negasen la realeza de Dios; tú personalmente puedes permanecer unido a Dios haciendo el bien con el amor que perdona a aquellos que están por todo el mundo divididos. El amor es lo que nos une el uno al otro a Dios, con el corazón y la mente.

Reflexión Buena Nueva Martes de la Segunda Semana de Pascua 17 de abril 2012

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

Símbolo de copyright 2012 por Terry A. Modica

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