Bendiciones y Miserias

Bendiciones 3
Termina la siguiente oración: "Ay de mí; Me encuentro en la miseria porque _____________." En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús explica que como cristianos nuestras aflicciones están basadas en lo que es temporal (terrenal, temporal) y somos bendecidos cuando miramos más allá de ello y vivimos este momento en el reino de Dios.

Por favor, utiliza esta escritura como una lista de verificación personal:

Benditos sean los que son pobres: Cuándo el conocimiento de lo que te falta causa que recuras a Dios para que te ayude; tú puedes disfrutar de la riqueza de su reino, incluyendo la riqueza del consuelo de Dios.

Benditos sean los que tienen hambre: Puesto que ninguna persona humana puede satisfacer todas sus necesidades, el amor de Dios es el único que llena todos los vacíos.

Benditos sean los que lloran: porque se arrepienten de haber pecado, sufren porque han sido divididos de Dios y se alegran de que Jesús los ha restaurado piadosamente a la unión con Dios.

Benditos sean cuándo las personas los odian por motivo de su fe:Benditos al ser rechazados y perseguidos por los que no entienden la Fe, corren hacia Cristo para que les de amor, el cual El da por medio de su comunidad de creyentes donde las amistades duran para toda la eternidad.

Pero ¡ay de nosotros! cuando nuestra felicidad depende de cómo nos tratan los demás y que tan rápido conseguimos todo lo que deseamos. La palabra que Jesús utilizó, que hemos traducido como "Ay de nosotros" está llena de arrepentimiento y compasión; no es un castigo.

¡Ay de los que son ricos!: Si atendemos a nuestros deseos terrenales, nosotros estamos orgullosos de nuestros logros y nosotros descuidamos nuestra necesidad de Dios. Así, nosotros sólo tenemos lo que tenemos, porque fallamos en abrirnos a las sorprendentes bendiciones que Dios tiene para nosotros.

¡Ay de los que están satisfechos!: Es una ilusión pensar que podemos conseguir todo lo que deseamos y sentirnos satisfechos por mucho tiempo. Sólo en el cielo podremos estar completamente satisfechos.

¡Ay de los que se ríen ahora!: Si somos cortos de visión y de mentalidad, nos reímos de los que esperan y confían en Dios, puesto que parece que nosotros estamos mejor. Pero cuando un problema surge que no podemos solucionar fácilmente, perderemos nuestra alegría.

¡Ay de los que son elogiados por todos!: ¿Cuánto tiempo dura el elogio de los demás? Su aprobación desaparece en el momento en que fallamos en ser perfectos. Necesitamos darnos cuenta que es sólo la aprobación de Dios la que realmente importa y que él está satisfecho con nosotros por tratar de imitar a Cristo, aun si fallamos.

La vida en la tierra es corta, como lo señala la primera lectura de hoy; el tiempo se acaba. Tú o yo podemos morir en cualquier momento. Para ser bendecidos por esa realidad, nosotros tenemos que comprender que la felicidad duradera sólo viene de una relación cercana con Dios.

Termina la siguiente oración: "Ay de mí; Me encuentro en la miseria porque _____________."

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Miércoles de la Vigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario
12 de septiembre, 2012

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya aDerechos de autor

© 2012 por Terry A. Modica

Benditos

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Reflexiones para el Alma Efesios 6, 11 - 13

11.

Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.

12.

Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.

13.

Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.

Lecturas del Día:
1 Corintios 7:25-31
Salmo 45:11-17
Lucas 6:20-26