En la fe, nosotros descubrimos que somos hermosos para Dios



 
Buenos días ¡

¿Sabes lo hermoso que eres para Dios? ¿Sientes su amor lo suficiente?
Nosotros a menudo nos perdemos de esto porque ponemos paredes entre nosotros y las otras personas para protegernos de ser lastimados, para ocultar nuestros pecados secretos y desperfectos, y para mantenernos en nuestros terrenos conocidos antes que arriesgarnos a dar un paso a lo desconocido y desagradable.

Las paredes que sirven como fronteras construidas por la fe en nuestras batallas contra mal son buenas, pero las paredes que sirven como fortalezas, construidas por temor, bosquejan el amor y nos encarcelan en una serie progresiva de evidencia que parece justificar nuestros temores.

Cada decisión que hacemos que nos detiene de ser todo lo que Dios nos creó para ser es otro ladrillo añadido para fortalecernos que finalmente se desplomará en nosotros. Cada ladrillo parece hacer sentido perfecto, pero cuando nos tapiamos, dejamos a Dios fuera.

¿Vale la pena arriesgar todo por Dios? ¿Por el amor? 
¿Estamos dispuestos a abrirnos para que podamos ser inundados totalmente por su amor?

En la lectura de Cantar de Cantares, nosotros le llamamos a Dios nuestro "Amante" y él nos llama su "paloma". Escucha a tu Amante que llama para que dejes de esconderte. Tú eres su amado. Él te llama "Mi hermoso". ¡A pesar de cuán feo piensas que eres, él te ve hermoso! Incluso si piensas que tu pelo es el color equivocado o que eres demasiado alto o demasiado bajo o demasiado gordo o demasiado pelón o demasiado defectuoso o muy esto o el otro o no lo suficiente de lo que quisieras ser, él te ve hermoso.

Cuando me di cuenta de esto, yo deje de ocultar mi cabello gris detrás de tinte de café y comencé a presumir el color verdadero que Dios había escogido para mí. ¡Aparentemente, a él gusta mucho el cabello gris! Me dio mi primera cana cuando tenía solamente diecinueve. ¿Quién soy yo para decirle que él no sabe lo que es "hermoso"?

¿Qué piensas que es tan feo acerca de ti - como te miras, tu personalidad, tu pasado pecador - que has estado ocultando en los "recreos secretos del precipicio"? Tu Amante dice: "muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz es suave y es hermoso tu".  

Cuando Jesús murió en la cruz, él tomó con él todo lo que era feo acerca de ti. Llegó a ser feo por ti, llegando a ser irreconocible (ver Isaías 52:14).
Aun cuando te quejas con Dios, tu voz es dulce para él, porque estima el tiempo que tú le das. Aun cuando te sientes mal acerca de ti mismo, eres encantador para él, porque él te admira, su creación es maravillosa. Claro que se entristece por tus pecados, porque tus pecados te tapian lejos de él y él añora tu cercanía. ¡Y ah cómo se alegra cuando regresas a él por medio del arrepentimiento! Pero siempre, siempre, siempre, él te abriga. Tú pones una chispa en su mirada. ¡Con una sonrisa inmensamente grande que emite, les dice a sus ángeles, "Miren! ¡Ahí está mi preciosa paloma "!

¡Mira! ¡El viene hacia ti, saltando a través de tus montañas de problemas, brincando a través de las colinas, corriendo hacia ti porque te ama tanto!

Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la Tercera Semana de Adviento
21 de diciembre, 2012
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
La puerta de la fe

  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf.Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzó el pasado 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
                     BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)
  
Lecturas del día :
Cantar de los Cantares 2:8-14 o Sofonías 3:14-18a
Salmo 33:2-3, 11-12, 20-21 (con 1a y 3a)
Lucas 1:39-45