¿Qué milagros necesitas?







¿Qué milagros?
 ¿Qué milagros necesitas?

¿Por qué es que tan fácilmente nos sentimos desalentados cuando no "vemos" las respuestas a nuestras oraciones? Jesús dice en el pasaje del Evangelio de hoy: "Si no veis señales y prodigios, no creeréis." Lo dijo a un padre que quería que Jesús fuera a su casa para sanar a su hijo.

La fe de este hombre dependía de lo mismo que la nuestra, y lo hacemos a menudo: "Ver para creer". Pensaba que sólo podía conseguir un milagro si Jesús físicamente se presentaba en su casa para orar por el niño. Pues Jesús lo invitó a crecer más allá de eso.
¿Alguna vez has deseado que Jesús se te aparezca en persona para asegurarte de que todo va a salir bien? Claro que si! Pero entonces, ¿dónde está nuestra confianza en el poder y la bondad de Dios? ¿Qué clase de fe existe sin confianza?

Jesús le dijo al padre preocupado: "Vayan adelante con su vida de forma normal. Tu hijo vive". Esto es lo que Jesús está diciendo a todos nosotros cada vez que oramos. "Sigue con tu vida lo más normal", dice. "Ahora que ya has dado el problema para mí, confía en mi sabiduría y tiempo perfecto. No lo tomes de nuevo por creer que no esté trabajando en ello. Continúen su actividad normal como si estuviera cuidando de ella más allá de su campo de visión, porque lo soy. "Ese mensaje es tan cierto, tan importante y tan esencial para la vida en la fe, que debes copiarlo y colocarlo donde tú puedas verlo todos los días!

¿Sabes por qué el Génesis dice que Dios creó el mundo en seis días y descansó el séptimo? No porque se cansó. Se nos asegura que Dios no descansa hasta que su trabajo está hecho! Así que, debemos seguir orando sobre ello con un espíritu de acción de gracias y de confianza. Esto nos permite escuchar a Dios cuando dice: "Bueno, esto es lo que quiero hacer después..." cuando es el momento para que hagamos algo al respecto.

Recuerda, cuando oramos con la Iglesia: "Señor, escucha nuestra oración", es una ofrenda, no una implicación de que Dios está inactivo hasta que se lo pedimos. En la fe, lo que realmente estamos diciendo es: "Señor, gracias por escuchar nuestra oración Confío en tu calendario y tu manera de manejarlo!". Eso es lo que significa "Amén".
¿Qué milagros necesitas? Piensa en tus peticiones de oración más importantes y considera que Dios no va a descansar hasta que tus oraciones sean contestadas.

Esta es la forma de vivir un "amén", con un estilo de vida que en vez de preocuparse y no creer, mejor busca señales y prodigios como prueba de la participación de Dios. Los signos y prodigios claro que ocurrirán, pero el quién, qué, cuándo y dónde de ellos, será la elección de Dios, no la nuestra.

Reflexión de las Buenas Nuevas
Lunes de la cuarta semana de Cuaresma
11 de marzo 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
Lecturas de hoy:
Isaías 65:17-21
Salmo 30:2, 4-6, 11-13
Juan 4:43-54 

Viviendo la Cuaresma
 
 
Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal.
Ante todo, la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre la oración del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).
Asimismo, también debemos intensificar la escucha y la meditación atenta a la Palabra de Dios, la asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno.  
¿Qué milagros necesitas?