Orando con las Sagradas Escrituras


                       
                                  

Jesús dice en la lectura del Evangelio de hoy: pide y recibirás. Toca y el camino la verdad y la vida se abrirán para ti. Él está, por supuesto, hablando de recibir el Espíritu Santo, pero recuerda: esto incluye la vida plena que el Espíritu Santo proporciona, la plena verdad y la plenitud de hacer el camino al cielo, uniéndonos en santidad a Dios aquí en la tierra.

Todo esto ocurre a través de las situaciones diarias de nuestras vidas. Una de las maneras más excelentes para rezar es usar las escrituras como un dialogo con el Espíritu Santo. Encuentra cualquier escritura que esté relacionada con tu necesidad actual y léela como una carta personal de Dios. Luego responde la carta.
Ilustremos esto con la primera lectura de hoy. Estás sufriendo un mal momento por alguien quien cree que "es en vano servir a Dios" y piensa "¿qué de bueno hay obedeciendo los mandamientos?"

Usa esta escritura como una oración a Dios, como esto:
"Señor, ellos te han fallado en sus palabras y en sus acciones malignas... Tú estás escuchando atentamente mis plegarias por ayuda. Yo confío en ti. Protégeme como tú lo has prometido. Muéstrame tu compasión, que todo el mundo pueda verlo... Destruye todas las raíces y las ramas de la maldad en aquellos quienes me han herido.... Ayúdame a recuperarme con la sanación de los rayos de tu justicia. Gracias. ¡Amén!

Ahora, lea esta escritura como un dialogo con el Espíritu Santo, como sigue:
"Entonces los que temían al Señor hablaban unos con otros y el Señor escuchó atentamente." El Espíritu Santo quiere recordarte que cuando tú buscas la ayuda de tu comunidad cristiana, compartes tus cargas con los amigos centrados en Cristo, Jesús te escucha y te pastorea a través de ellos. Dile a Jesús que vas a ir a visitar a uno de tus compañeros Cristianos hoy y quisieras que él te revelara algo útil a través de esa persona.

Nota en esta frase: "... el día que yo actúe."¡  Una promesa para ti! (estoy saltando versos; por favor, toma el tiempo de leerlo todo para descubrir todo lo que el Espíritu Santo te está diciendo.) Dile a Jesús cómo te sientes cuando estas esperando que llegue ese día."Tú verás la distinción entre lo justo y lo malo; entre aquellos quienes sirven a Dios y aquellos quienes no." Tú has visto a Dios intervenir en contra de la maldad antes. Tú lo veras de Nuevo. Dile a Jesús cuánto aprecias las veces pasadas cuando él te justificó. Y tú confiaste en él para hacerlo de nuevo."El día está viniendo, muy cerca, cuando todos los orgullosos y malhechores serán rastrojo arrojado al fuego. " 

Cada uno de nosotros tarde que temprano enfrentamos la justicia. Los malhechores que te han herido, o lo lamentarán y van a arder con deseo de querer arrepentirse, o se quemarán con el fuego profundo de arrepentimiento durante el purgatorio cuando ellos descubran que tan poco espacio hicieron para el amor de Dios en sus corazones, o se quemarán con fuegos inextinguibles porque ellos se han alejado de Dios por siempre. Pide a Jesús hacer todo lo posible por ayudarles a ellos a arrepentirse antes de que sea demasiado tarde. Y pídele como tú puedes ayudarle para lograrlo.

"para ti... subirá el sol de justicia con sus rayos sanadores." Ah, ¡que forma tan maravillosa de terminar esta carta de alivio de Dios! ¿Qué le vas a decir a él ahora? 

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 10, 2013
 

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013 por Terry A. Módica
  

           
Lecturas del día:
Malaquias3:13-20b
Salmo 1:1-4, 6 (con Salmo 40:5a)
Lucas 11:5-13
  

Reflexiones para el Alma
  
Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente."  
 (Solo 1/168 parte del tiempo semanal)
                                                            
 "Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros  
   debe empezar por tratar de convertirse en santo."
 ~ Arzobispo John Patrick Foley