Jesús advierte en el Evangelio de hoy que "...quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón. Permanece culpable para siempre." ¿Habla de un pecado que tú o yo podríamos cometer? ¿Estamos en peligro de ir al infierno a causa de un pecado imperdonable?
Toma un profundo suspiro de alivio; la respuesta es NO y NO, porque...
(a) Te importa tanto tu salud espiritual que estás leyendo ésta Reflexión.
(b) La escritura se refiere al pecado de los demonios. Aquí está el porqué:
El Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad, y blasfemar
contra el Espíritu Santo significa conocer plenamente la verdad pero
deliberada, consciente y libremente elegir pecar contra Él. El
Catecismo de la Iglesia Católica (párrafo 1864) dice que quien se niega
deliberadamente a arrepentirse de un pecado rechaza el perdón del
pecado y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. "Tal dureza de
corazón puede conducir a impenitencia final y pérdida eterna".
Pecamos por ignorancia,
es decir, no entendemos completamente la verdad que estamos rechazando.
¿Qué ser humano tiene suficiente entendimiento y capacidad mental para
comprender plenamente la verdad? ¿Qué ser humano puede rechazar
arrepentirse después de ser plenamente consciente de la verdad sobre el
amor de Dios y el mal del pecado?
No
obstante, la ignorancia no es excusa para permanecer en el pecado
porque se nos dan oportunidades diarias para recibir un nuevo
entendimiento; la lentitud para arrepentirse, después de conocer la
verdad, es muy perjudicial.
Podemos elegir ser purgados de nuestras tendencias pecaminosas ahora y
entrar más plenamente en el Reino de Dios en la tierra, o tardía pero
alegremente podremos elegir el purgatorio en el momento de la muerte
cuando, como dijo San Pablo, por fin sabremos la verdad completamente
(ver 1 Cor. 13, 12).
No
quiero dar a entender que nadie va al infierno, porque hay personas que
deciden libremente elegir el mal, pero piensa en la definición de
pecado de la Iglesia: "Elegir libremente - es decir, sabiendo y queriendo - algo gravemente contrario a la ley divina... es cometer un pecado mortal" (Catecismo párrafo 1874).
Los
Ángeles fueron creados con un pleno conocimiento de la verdad. Algunos
de ellos tomaron la decisión permanente de vivir lejos de Dios,
plenamente conscientes de lo que estaban dejando, para convertirse en
sus propios dioses. Estos son los ángeles caídos. Porque escogieron
deliberadamente, a sabiendas y voluntariamente, éstos nunca se
convertirán en ángeles buenos.
Jesús
menciona su pecado eterno en respuesta a la acusación de que estaba
"poseído" por un espíritu inmundo (Belcebú). La acusación era absurda,
no sólo porque Jesús era Dios, sino porque él estaba -- como
hombre-plenamente confiado en la verdad de Dios, a diferencia del resto
de nosotros, seres humanos, cuya comprensión de la verdad ha sido
distorsionada por la baja autoestima, enseñanzas inexactas, insuficiente
formación desde niños y otras desventajas en nuestro conocimiento.
Sospecho que cuando las personas acusaron a Jesús de trabajar para Satanás, encontró que su disparate era gracioso. Cuando nos acusan falsamente, deberíamos manejarlo con el mismo buen humor.
Me han acusado de ser una bruja: una hechicera, adoradora de la
naturaleza, bruja invocadora de dioses. ¿El motivo de la acusación?
Guiaba a la gente para que se alejara del ocultismo a través de mi libro
"Venciendo el Poder de lo Oculto" (véase http://gnm.org/books.htm, en
inglés únicamente) y a alguien no le gustó. La acusación era tan
ridícula que era risible.
¿Puedes
ver la ridiculez de las falsas acusaciones contra ti? Si no es
ridículo, es hora de ir al Sacramento de la Confesión. Pero si ES
ridículo, ríete y sigue con tu vida.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Lunes de la 3ra. Semana del Tiempo Ordinario
En memoria de los Santos Timoteo y Tito
Enero 26, 2015
Esta
reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es
utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el
Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
© 2015 por Terry A. Modica