Las lágrimas-oración por el rechazo

Oración para hoy
Señor: abre mis ojos para que sepa descubrir tu obrar a través de aquellas personas que me rodean. Dame también fortaleza, para continuar proclamando tu Palabra aun cuando no sea comprendido por quienes comparten mi vida diaria. Amén.




¿Cómo manejas los tiempos cuando tu deseo de servirle a Dios con tus talentos y habilidades se topan con una puerta cerrada? ¿O cuando te rechazan por decir la verdad o por utilizar tus talentos para la gloria de Dios en lugar de un propósito mundano? ¿Qué haces cuando sabes que el problema podría ser resuelto mediante el poder de Dios -- sabes el cómo y sabes el por qué -- pero se ignora tu consejo?

¿Cómo se sintió Jesús, en la lectura del Evangelio de hoy, cuando vio la necesidad de su milagroso toque sanador, pero la gente prefirió el sufrimiento porque no confiaban en Él? ¿Cómo crees que se siente cuando sucede eso hoy?

Algunas veces lo único que podemos hacer es llorar: llorar por la ignorancia y la terquedad de aquellos que cierran sus oídos y corazones. Llorar mientras pedimos por ellos. Cada lágrima es una gota de oración, preciosa para Jesús.

Personalmente, no me gusta llorar. Mis ojos se hinchan, y no me gusta llamar la atención. ¡Señor Dios, llévate este ministerio de lágrimas! Aún así he visto a Jesús llorar. La primera vez que lo vi, fue cuando visité a un amigo, profesor de la universidad que estaba muriendo de cáncer. Él me preguntó si como cristiana, yo lo podía curar. Le dije que no, que sólo Jesús podía. Mi amigo me dijo que no quería ser parte de tamaña fantasía. Me quede allí y parpadee. Jesús lloró.

Los profetas rechazados deben abandonar a aquellas personas que se rehusan a creer y buscar a los que quieran escuchar. Jesús no se quedó en Nazaret después que sus paisanos rechazaron su ministerio. Y más adelante, les dijo a sus discípulos, que en lugar de molestar y tratar de persuadir a otros para que creyeran, debíamos sacudirnos el polvo de nuestros zapatos e irnos.

Pero aunque nos vayamos, debemos continuar amando y orando por todos aquellos que rechazaron nuestro ministerio de amor. Es santo sentir el dolor de su rechazo - es el dolor en sus almas lo que sentimos, un dolor creado por un agujero que carcome sus almas como una úlcera. Sentir ese dolor nos da lágrimas para orar.

Cuando le entregamos a Jesús nuestras oraciones--lágrimas por los demás, nos estamos uniendo a su ministerio. Y al seguirlo, llegaremos a un lugar donde haremos diferencia.

Cambiando de tema, me gustaría explicar que en los versículos 55 y 56, "hermanos" y "hermanas", significa parientes, porque generalmente me preguntan acerca de esto cuando surge esta lectura. Investígalo leyendo Mateo 27, 55-56, donde está claro que la madre de Santiago, no es la madre de Jesús; literalmente Santiago no es hermano de Jesús.

Tal vez, era medio hermano. Muchos de los primeros cristianos así lo creían. En el "Protoevangelio de Santiago" un Evangelio apócrifo escrito alrededor del 150 d.C., se menciona a José como el padre de Santiago y de su primera esposa fallecida. Conforme a este libro, en el momento que se desposó con María, él ya tenía una familia y por eso deseaba ser el guardián de una virgen que estaba consagrada a Dios. La Iglesia Católica nos enseña que José permaneció casto durante su matrimonio con María.

Aunque el "Protoevangelio de Santiago" no se incluyó en el Canon de las Escrituras (La Biblia), es considerado como un Evangelio apócrifo. Ni se le acepta, ni se le rechaza, como legítimo por la Iglesia. Más aún, el Magisterio de la Iglesia lo reconoce como un documento importante, que muchos de los primeros cristianos tomaron seriamente. De ahí se obtuvieron los nombres de los padres de María, Joaquín y Ana.

Era una creencia popular entre muchos de los primeros Cristianos, que Jesús tenía hermanos por parte del padre, pero no de la madre. Todos los primeros cristianos creían que María siempre fue virgen.  

Reflexión de las Buenas Nuevas
Viernes de la 17ma. Semana del Tiempo Ordinario
Memorial de San Ignacio de Loyola, sacerdote
Julio 31, 2015





Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.

© 2015 por Terry A. Modica
Lecturas del Dia:

Levítico 23, 1.4-11.15-16.27.34b-37
Sal 80, 2-6.10-11ab
Mateo 13, 54-58
www.usccb.org/bible/lecturas/073115.cfm

Santo del dia:  San Ignacio de loyola


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