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La lectura de nuestro Evangelio de hoy, es un recordatorio de que no podemos servir a dos señores. "Quien no está conmigo está contra mí", dijo Jesús. Asimismo, quien está con Jesús está luchando contra las estrategias de Satanás. No hay término medio. No vivimos totalmente en Dios, si estamos rechazando, por ejemplo, una enseñanza moral de la Iglesia, no importa cuán incómodo o difícil sea obedecer.
El relativismo moral desenfrenado en nuestro mundo de hoy, ha infectado a muchos cristianos. Sin embargo, no hay ninguna esquina neutral donde sea seguro establecer nuestras mentes sobre lo que es bueno y lo malo, de manera que podamos hacer lo queramos, luego ir a Misa el domingo para ganar puntos con Dios, luego volver a una vida contraria a las enseñanzas de Dios.
(Nota: si pensamos que las enseñanzas de la Iglesia en cuestiones morales, son anticuadas o irracionales, es porque realmente no las hemos leído y buscado el amor que es el corazón de cada enseñanza.)
Si nos negamos a imitar a Jesús, siquiera por un momento, Dios no nos obligará a obedecerle y servirle, pero el diablo no será tan bueno. Nuestra inactividad cristiana--nuestra falta de vivencia de Cristo -- es un vacío que los demonios buscarán llenar.
Cuando limpiamos el pecado de nuestras vidas, debemos llenar nuestras vidas con el Señor, haciendo lo que Él quiere hacer a través de nosotros, diciendo, soñando, planificando y sirviendo como El lo haría si estuviera en nuestros zapatos (porque Él quiere caminar con nosotros en nuestros zapatos). De lo contrario, somos una puerta abierta a la tentación.
Los cristianos son "pequeños Cristos"; somos la presencia de Dios en el mundo moderno. Cualquier cosa que hagamos en contra de este llamado, es lo que hace que nuestros corazones se convierten en un reino dividido contra sí mismo. ¿Te sientes dividido?
Todos tenemos recaídas temporales debido a nuestra naturaleza pecaminosa pre-bautismal. La iglesia ofrece una cura para esto: el Sacramento de la Reconciliación y el rito penitencial al comienzo de cada Misa. Si realmente queremos estar con Cristo y no contra Él, aprovecharemos esta cura y seremos agradecidos por ello.
Necesitamos examinar honestamente nuestras vidas para buscar los lugares donde hemos dejado un vacío. ¿Qué obra de Cristo hemos sido reacios a hacer? ¿Qué pecado estamos nosotros disfrutando mucho para dejarlo? ¿Qué enseñanza de la iglesia es demasiado difícil de creer y abrazar?
No podemos trazar una línea y decir que no necesitamos imitar a Cristo más allá de ella. Sin embargo, a menudo razonamos: "¡No se me puede pedir que viva de esa manera! Sólo un Santo podría hacer eso. Yo soy un cristiano común y corriente."
No hay ninguna línea. Hay sólo una opción entre la actividad cristiana y un vacío que deja lugar al mal. La buena noticia es que sólo tenemos que decidir a favor de Cristo y É corre en nuestra ayuda. Dios nos da su gracia para hacer lo que Él pide de nosotros.
Decidir a favor de mantener un vacío, implica estar tentando a los demonios a venir y tomar ventaja de nosotros. ¡Y tú sabes que mal resisten la tentación los demonios! Nos regresan el favor tentándonos. Pero cuanto más ocupados estemos, haciendo la voluntad del Señor, menos tiempo tendremos para notar, y mucho menos ceder, a sus tentaciones.
Reflexión de las Buenas Nuevas Viernes de la 27ma. Semana del Tiempo Ordinario Octubre 9, 2015 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
© 2015 por Terry A. Modica |
Oración para hoy Amado Señor: unifica Tu iglesia y también mi corazón. Que unidos a Ti en total entrega, seamos vencedores del mal con las armas que Tú nos confiaste, por Tu Santo Espíritu. Amén. |
Lecturas de hoy Joel 1, 13-15; 2, 1-2 Sal 9, 2-3.6.16.8-9 Lucas 11, 15-26
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