Para vivir en la Tierra


Para poder comprender lo mucho que Dios nos ama, contemplemos, extasiados, el sol de cada mañana... Recorramos los jardines, las flores también nos hablan. ¿Quién pudo dar tanta belleza de aroma, color y gala? Sólo el artista divino, nuestro Padre que nos ama. La naturaleza nos habla al corazón para decirnos, dulcemente, cómo nos ama Dios.

Antes de nacer estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría.
Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en la Tierra. Dios me dijo:
“Sé como el sol: levántate temprano, y no te acuestes tarde. Sé como la luna: brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor. Sé como el pájaro: come, canta, bebe y vuela. Sé como las flores: enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces. Sé como la fruta: bella por fuera, saludable por dentro.Sé como el día: llega y se retira sin alardes. Sé como el río, siempre hacia adelante. Sé como la luciérnaga: aunque pequeña, emite su propia luz”.

Entrar en contacto un poco más prolongado con la naturaleza nos acerca a una verdadera fuente de sabiduría.
Allí surgen emociones y vivencias que nos hacen amar más la vida, para volver luego a nuestras ocupaciones habituales con nuevas energías y nuevas ideas.

“¡Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría!”.


* Enviado por el P. Natalio


Resultado de imagen para gifs de oracion
Señor Jesús
que bueno es contar con tu presencia y con tu gracia que abarca más de lo que nosotros podamos necesitar.
Tú nos has presentado al Dios todopoderoso, no como una omnipotencia lejana, sino como un Padre cercano, un Padre bueno que nos ama y nos perdona todo.

Miro atrás y me doy cuenta de cuánto he ofendido a este amado Padre con todas mis faltas, con mi rebeldía y mi soberbia.
Me alejo de Él cuando miento, soy deshonesto o cuando no cumplo con ese mandato de amor de encontrarme con su Hijo en la Eucaristía.

Mi Señor, no merezco tanta bondad de tu parte, siento que abuso de tu extrema generosidad.
Pero Tú, piensas diferente de nosotros. No he siquiera ido a pedirte perdón cuando ya vienes en mi rescate a abrazarme, a consolarme, a mostrarme todo el afecto que habías estado acumulando en mi ausencia.

Me perdonas todo, ni siquiera permites expresarme porque ya Tú conoces las intenciones del corazón.
Con razón la Santísima Virgen María, proclamó en su canto de alabanza que tu misericordia se extiende de generación en generación.

Oh amado Padre, quiero vivir una profunda Conversión, esa que se enfoca desde tu visión perdonadora.
Quiero ser capaz de entender tu amor y perdonar a aquel que me ha ofendido, olvidándome de sus faltas en un abrazo fraterno.

Limpia mi corazón del rencor y de la autosuficiencia y a cambio llénalo de tu amor.

Amén.
(Píldoras de Fe)


Resultado de imagen para gifs de amén