La adoración eucarística es un encuentro del alma y de todo nuestro ser con Jesús. Es la criatura que se encuentra con el Creador. Es el discípulo ante el divino Maestro. Es el enfermo con el Médico de las almas. Es el pobre que recurre al Rico. Es el sediento que bebe de la Fuente. Es el débil que se presenta ante el Todopoderoso.
Cuando murió san Pascual Bailón (1592), hermano franciscano, una multitud acudió a su funeral atraída por la fama de sus virtudes.
En la misa de cuerpo presente, el cadáver estaba descubierto para que todos pudieran contemplar el rostro del humilde religioso.
Su vida transcurrió en la humildad, el sacrificio, y en el amor a la Eucaristía.
En esa ocasión cuando el sacerdote levantó la Hostia, el cuerpo yacente se animó, levantó la cabeza, abrió los ojos y fijándolos en Jesús Eucarístico lo adoró junto con los fieles, asombrados por el prodigio.
Luego, ante el cáliz en alto con la Sangre de Cristo, el muerto repitió la escena. Pocos años después fue canonizado.
El santo Cura de Ars exclamaba: “¡Cuán consoladores y suaves son los momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado por la tristeza? Ven un momento a sentarte a sus pies, y quedarás consolado. ¿Eres despreciado del mundo? Ven aquí, y encontrarás un amigo que jamás quebrantará la fidelidad”.
Que sepas aprovechar esta maravillosa presencia.
* Enviado por el P. Natalio
El futuro es la paz
Un día los jóvenes aprenderán palabras
que no comprenderán.
Los niños de la India preguntarán:
¿qué es el hambre?
Los niños de Alabama preguntarán:
¿qué es la segregación racial?
Los niños de Hiroshima se asombrarán:
¿qué es la bomba atómica?
Y los niños en la escuela preguntarán:
¿qué es la guerra?
Tú les responderás, tú les dirás:
son palabras que no se usan
como las diligencias, las galeras o la esclavitud
Palabras que ya nada quieren decir
Es por eso que se las ha retirado del diccionario.
-Martin Luther King-