Devoción, fervor o piedad




Moscas en el agua
A las personas que se quejaban de tener muchas distracciones en la oración, san Juan María Vianney les respondía: “He visto muchas veces caer moscas en el agua fría o tibia, pero nunca cuando está hirviendo”.

Con esto quería expresar que, cuando un corazón está encendido en fervoroso amor de Dios, le es imposible distraerse.

¿Qué es el fervor o devoción?

Devoción, fervor o piedad es un don del Espíritu Santo que nos ayuda a amar a Dios como hijos. 
Algunos de sus efectos son:
 nos hace sentir fuertes para superar las dificultades,
llena el alma de generosidad y audacia,
 pone claridad en la mente,
acrecienta el entusiasmo por Dios,
apaga los apasionamientos mundanos,
en fin, da a la persona prontitud, decisión y alegría para avanzar por el camino de Dios.

Es lo que pide el salmista: “Ensáncheme, Señor, el corazón, y correré por el camino de tus mandatos”.

A veces Dios prueba al alma dejándola caer en la aridez y oscuridad en la oración. Estos tiempos de desolación espiritual Dios los permite para purificarnos y hacer más consistente nuestro amor por él.

En efecto, no es raro que el egoísmo humano nos lleve a buscar más los consuelos de Dios que al Dios de los consuelos. Es tiempo de constancia.

* Enviado por el P. Natalio