Por Laura Aguilar Ramírez
Preparándonos para la última semana. Dentro de una semana exactamente estaremos de vuelta en casa.
Han sido días emocionantes, tristes algunos. He tenido muchas emociones. Hay cosas que me encantan y otras que no tanto.Hoy es un día clásico del otoño parisino.
Es sorprendente cómo el paso de una estación a otra se siente de manera bien definida por éstos lugares.
Llegamos en pleno verano: sol, días medio nublados, alguna que otra llovizna (que sólo moja un poco y que le hace a uno recordar la canción "cantando bajo la lluvia" y bailar como Gene Kelly y Debbie Reynolds.
Es hermoso disfrutar la campiña francesa, recorrer las zonas veraniegas que cobran vida sorprendentemente: los restaurantes llenos, las playas llenas de gente disfrutando del sol, de la arena (que como comenté en otra reflexión aparece cuando baja la marea por la tarde-noche) de la excentricidad de acostarse sobre piedras (que comenté también anteriormente, es lo primero que ve uno al llegar a las playas francesas, por lo menos a las del norte que fueron las que visitamos), con actividades como los veleros, los autos con vela, los parashuts, etc.
O de las actividades en el bosque: campamentos (que se quedó pendiente el que se había planeado. Mi hijo compró una tienda de campaña grande, dos colchones inflables y cobijas adecuadas pero no hubo tiempo para hacerlo. "Ahí pa´la otra" como decimos en México, jeje) días de campo, recolección de hongos (con cuidado si no conoces las distintas variedades), de piñas de los pinos (éstas sí son graaandes), de recolectar bayas comestibles (con cuidado porque no todas lo son), de sorprenderse ante algunos árboles frutales en medio del bosque, seguramente por semillas de manzana, de pera y otras que las personas dejan caer en sus visitas; de juegos, de paseos en bicicleta, etc.
Pero todas éstas actividades terminan abruptamente tal como termina el verano. Me comentan mi hijo y mi nuera que parecen pueblos muertos. Sólo algunas personas permanecen en muchas de las zonas veraniegas en donde se rentan departamentos, casas o se alquilan habitaciones en hoteles. Ahora entiendo porqué: empieza el otoño y el frío. Las lluvias son entonces no tan agradables pues llegan combinadas con el frío y el viento que sopla bastante.
Sin embargo, es bonito también el otoño: los árboles empiezan a cambiar las hojas, muchos se quedan desnudos completamente, las flores de los jardines empiezan a resguardarse y a caerse por el frío; los colores de los árboles pasan de las distintas tonalidades de verde primaveral y veraniego, a los rojos, amarillos y naranjas, dando al paisaje citadino de Paris y sus alrededores, una belleza especial.
Desgraciadamente, no venimos preparados para un cambio tan drástico. Trajimos sólo ropa para verano porque el paquete básico en los aeropuertos cambiaron de permitir una maleta de 20 o 25 kilos por persona, a no permitirlo. Sólo se permite una maleta de 10 kilos y una bolsa de mano. Mi esposo llegó con el paquete que permite la maleta de 20 kilos, la maleta de 10 kilos y la laptop.
Así que nos vimos muy restringidos al elegir la ropa. Sólo contábamos con 40 kilos de equipaje. Si pesamos las maletas que traen llantitas, suelen pesar como 1 1/2 kilos las pequeñas y 3 o 6 kilos las más grandes, dependiendo del material del que están hechas. Hay unas más ligeras que otras. Nosotros tenemos unas de plástico muy bonitas, pero pesaditas. Así que nos trajimos una no tan bonita, de lona, que ya casi íbamos a tirar, y que guardamos para almacenar cosas en casa jejeje. Aún así, por tener llantitas, pesa 3 kilos.
Y me las ingenié para hacer dos mochilas de tela para ebanistería que no pesan prácticamente nada, se pueden colgar en la espalda y tienen el tamaño que piden en las líneas aéreas. No se ven tan mal :) Nos ahorramos con éstos cambios 7 kilos tan sólo de las maletas.
También es sorprendente lo que pesa la ropa. Caray, suéteres que quise traer, los tuve que dejar. Pantalones de mezclilla, ni hablar. Elegí suéteres de verano (pero de verano ensenadense, jejeje que hace bastante calor. En Paris no hace tanto calor como allá) Mi hijo nos recomendó traer una chamarra y la trajimos, pero la que traje a pesar de ser caliente, no lo es tanto. No quise traer otra más cálida, por el peso. Traje 3 vestidos para algún evento, porque los sacos y pantalones de vestir, pesan más.
Traje pantalones delgados y dos trajecitos de pantalón también de verano.
Tan sólo me permití traer un pants, gracias a Dios es calientito, jajaja. Así que para salir ahora, voy a parecer retrato jojojo
Por ello, no nos animamos a salir tanto como desearíamos. El frío está pesadito. Seguramente el invierno será más frío, tal vez haya algunas nevadas, lo cual suele suceder en algunos inviernos. No todos los años nieva, pero yo creo que éste año sí lo hará, porque apenas empieza el otoño y ya se siente bastante frío.
No pude traer accesorios como mascadas que suelo usar en verano, gorros, sombreros, zapatos, sandalias, por el peso. Menos lo que uso en invierno (aquí, el otoño es como el invierno de Ensenada: frío. Con la ropa que uso en invierno por allá, no la hago aquí. Nomás imaginate. Con lo friolenta que soy, necesito botas, medias gruesas, faldas de gamusa o fieltro, boinas, gorros tejidos, bufandas, abrigos.
Así que nos vimos muy restringidos al elegir la ropa. Sólo contábamos con 40 kilos de equipaje. Si pesamos las maletas que traen llantitas, suelen pesar como 1 1/2 kilos las pequeñas y 3 o 6 kilos las más grandes, dependiendo del material del que están hechas. Hay unas más ligeras que otras. Nosotros tenemos unas de plástico muy bonitas, pero pesaditas. Así que nos trajimos una no tan bonita, de lona, que ya casi íbamos a tirar, y que guardamos para almacenar cosas en casa jejeje. Aún así, por tener llantitas, pesa 3 kilos.
Y me las ingenié para hacer dos mochilas de tela para ebanistería que no pesan prácticamente nada, se pueden colgar en la espalda y tienen el tamaño que piden en las líneas aéreas. No se ven tan mal :) Nos ahorramos con éstos cambios 7 kilos tan sólo de las maletas.
También es sorprendente lo que pesa la ropa. Caray, suéteres que quise traer, los tuve que dejar. Pantalones de mezclilla, ni hablar. Elegí suéteres de verano (pero de verano ensenadense, jejeje que hace bastante calor. En Paris no hace tanto calor como allá) Mi hijo nos recomendó traer una chamarra y la trajimos, pero la que traje a pesar de ser caliente, no lo es tanto. No quise traer otra más cálida, por el peso. Traje 3 vestidos para algún evento, porque los sacos y pantalones de vestir, pesan más.
Traje pantalones delgados y dos trajecitos de pantalón también de verano.
Tan sólo me permití traer un pants, gracias a Dios es calientito, jajaja. Así que para salir ahora, voy a parecer retrato jojojo
Por ello, no nos animamos a salir tanto como desearíamos. El frío está pesadito. Seguramente el invierno será más frío, tal vez haya algunas nevadas, lo cual suele suceder en algunos inviernos. No todos los años nieva, pero yo creo que éste año sí lo hará, porque apenas empieza el otoño y ya se siente bastante frío.
No pude traer accesorios como mascadas que suelo usar en verano, gorros, sombreros, zapatos, sandalias, por el peso. Menos lo que uso en invierno (aquí, el otoño es como el invierno de Ensenada: frío. Con la ropa que uso en invierno por allá, no la hago aquí. Nomás imaginate. Con lo friolenta que soy, necesito botas, medias gruesas, faldas de gamusa o fieltro, boinas, gorros tejidos, bufandas, abrigos.
Me encanta el otoño parisino, pues permite usar todas ésas prendas que en lugares cálidos o tropicales no se usan nunca. Yo las uso en invierno en donde vivo, al norte de México, que suele ser a veces lluvioso y frío, como el otoño en Paris. Me gustan mucho los accesorios para invierno. Me gusta tomar chocolate y bebidas calientes, me gusta cocinar caldos (que aquí entre nos, sólo en ése tiempo cocino, porque a mi esposo no le gustan tanto como a mí, que puedo tomar caldos aunque haga mucho calor. Soy de las personas que piensan que un buen caldo o un buen café caliente, en tiempos muy calurosos, hacen sudar y con ello, refrescarse.)
Aquí, algo de lo que se está usando por éstos lugares
El invierno parisino, ya son palabras mayores, jajaja Me encanta. Se toma vino caliente en placitas super hermosas, adornadas con luces de colores, se comen alimentos que dan energía como papas cocinadas con queso, mmmmm, se llenan las tiendas de adornos navideños (la navidad es mi época favorita), de luces de colores. La gente va con bufandas, gorros, guantes, botas, todo lo cual me gusta. Viva el invierno!!!!! y en Paris, más.
Así que para venir en invierno, tan sólo podría traer dos cambios de ropa, jajaja. Digo, si vengo como ahora, con un paquete básico en el avión. Ya me imagino a personas que conozco, que viajan normalmente con 3 maletas para pasar una semana en cualquier lugar, lo que pagan para venir a Paris en invierno, trayendo bufandas, gorros, pantalones, abrigos y suéteres gruesos. Uffff
Aquí, algo de lo que se está usando por éstos lugares
El invierno parisino, ya son palabras mayores, jajaja Me encanta. Se toma vino caliente en placitas super hermosas, adornadas con luces de colores, se comen alimentos que dan energía como papas cocinadas con queso, mmmmm, se llenan las tiendas de adornos navideños (la navidad es mi época favorita), de luces de colores. La gente va con bufandas, gorros, guantes, botas, todo lo cual me gusta. Viva el invierno!!!!! y en Paris, más.
Así que para venir en invierno, tan sólo podría traer dos cambios de ropa, jajaja. Digo, si vengo como ahora, con un paquete básico en el avión. Ya me imagino a personas que conozco, que viajan normalmente con 3 maletas para pasar una semana en cualquier lugar, lo que pagan para venir a Paris en invierno, trayendo bufandas, gorros, pantalones, abrigos y suéteres gruesos. Uffff
Pienso que así como se alquilan bicicletas y motocicletas por éstos lugares, podrían alquilar ropa de invierno jajaja Sería buen negocio.
Por ejemplo, se alquilan vestidos y trajes para fiesta, no? Se podría alquilar ropa de invierno para viajeros, pues el invierno es duro por el frío y viajar con tanto peso, cuesta. Hacerlo por tan sólo una semana, con las tarifas aéreas, el pago de seguro para viajero, los gastos en la ciudad y además pagar por el equipaje que se trae, se me hace para millonarios.
Por ejemplo, se alquilan vestidos y trajes para fiesta, no? Se podría alquilar ropa de invierno para viajeros, pues el invierno es duro por el frío y viajar con tanto peso, cuesta. Hacerlo por tan sólo una semana, con las tarifas aéreas, el pago de seguro para viajero, los gastos en la ciudad y además pagar por el equipaje que se trae, se me hace para millonarios.
Paris es caro. De hecho, Europa es cara, pero los precios en Francia y en especial en Paris, son superiores que en otros lugares europeos. Nosotros pudimos venir, porque mi hijo y su mujer, nos pagaron todo. En la ocasión anterior, cuando venimos en invierno hace tres años a conocer a nuestro nieto, mi esposo pagó muchos gastos con lo que le dieron de su jubilación, la cual ya voló, jajaja. Le salieron alas de avión. jojojo.
Siguiendo con lo de la alquilada. Pienso en tantos lugares de invierno en que te alquilan esquíes y demás accesorios para la nieve y ropa especial para esquiar. También aquí podrían alquilar ropa y accesorios para poder traer menos ropa y pagar menos tarifas en los aeropuertos. Por ejemplo, un abrigo Cuánto pesa? Unas botas, cuánto pesan? En los boliches, alquilan zapatos para boliche, no? Bueno... son de ésas ideas locas que se me ocurren.
Ahora también entiendo porqué aquí las albercas son techadas, a diferencia de donde vivo. Aquí se llaman centros acuáticos y realmente se puede pasar todo el día realizando actividades. En donde vivo, las albercas se abren sólo en tiempo de primavera y verano, pues en otoño ya la gente siente frío, jajaja es que no han venido a Paris.
Me imagino lo que es para gente que vive en Sinaloa, Monterrey u otros lugares parecidos, donde hace tanto calor y cuando van por mis rumbos, sienten frío, lo que sentirían en un invierno parisino. Gracias a Dios, hay calefacción en las casas. Y si no, por lo menos chimeneas con troncos.
En fin. Se nota que estoy acostada, tomando té caliente y tapada con una cobija? Yo creo que sí, de otra manera, no estaría escribiendo tantas tonterías, jajaja. Cosas que se le ocurren a una en una habitación a oscuras, porque mi esposo bajó la persiana de madera que se usa en los días fríos, para evitar que entre a las casas.
Esta es otra de las cosas que se me han ido quedando en el tintero al hacer éstas reflexiones: las hermosas persianas de madera o contraventanas de madera en Paris y supongo, en otros muchos lugares franceses.
Son ventanas que tapan las ventanas, jajaja. En la Edad Media en donde no existía el vidrio, se usaban ventanas de madera para las casas y cortinas para evitar el paso del sol, el polvo, etc.
Son ventanas que tapan las ventanas, jajaja. En la Edad Media en donde no existía el vidrio, se usaban ventanas de madera para las casas y cortinas para evitar el paso del sol, el polvo, etc.
Con la invención del vidrio, las ventanas de madera fueron siendo sustituidas por otras combinando madera y vidrio. Las ventanas francesas son muy famosas, o mejor dicho, el estilo francés que incluye arcos, cuadros, grandes ventanales, etc.
En nuestros paseos, es algo que me gusta mucho. Las casas cuentan con contraventanas que son muy útiles. Antes eran sólo de madera, en la actualidad las hay ya de aluminio. Sirven para cubrir del sol, de la lluvia, pero sobre todo, del frío.
En las noches, la gente suele cerrar éstas contraventanas, sobre todo en verano cuando las noches son tan largas, a las 9 o 10 de la noche, aún hay luz solar y en las mañanas, a las 5 ya se asoman los primeros rayos del sol. Así que cerrar las contraventanas, crea un ambiente propicio para el descanso.
En el invierno, la gente cierra las contraventanas, por el frío, no tanto por la luz solar, porque los días de otoño y sobre todo, en invierno, son más cortos. A las 6:30 aún está oscuro y a las 7 de la noche, ya no hay luz del sol. Esta es una característica de los países del norte, dados los movimientos de translación y rotación de nuestro bello planeta.
En los edificios y casas más modernos, las contraventanas son bajadas o subidas por medio de un sistema ya sea automático o semiautomático. Ya no son horizontales, sino verticales.
En muchas casas, siguen usando cortinas, pero qué cortinas. Bellas, bellas.
En otras, usan persianas que pueden ajustarse para tapar toda la ventana o sólo una parte, sin necesidad de subirlas o bajarlas todas, a diferencia de muchas que había visto anteriormente en otros lugares. Son parecidas a las persianas verticales tan "modernas" y que causan furor en México... pues temo decirles que están "off", "out" jajaja.
Estas tienen una franja opaca y otra translúcida, que permite dejar pasar los rayos del sol o tan sólo la luz. Además se ven hermosas.
Todo en Francia, es hermoso no sólo útil. Esto puede verse desde sus edificios, las ventanas, las rejas, los jardines y otras cosas de las que espero poder comentar también. Vale la pena hacerlo.