El Espíritu de Adopción




¿Qué quiere decir San Pablo, en la primera lectura de hoy, cuando dice que nosotros recibimos un "espíritu de adopción"

El Espíritu Santo de Dios, dice él, da testimonio-testifica-que somos hijos de Dios. Somos sus herederos, lo que implica una maravillosa herencia. Nacimos como simples humanos, totalmente carentes de la naturaleza sobrenatural de Dios, pero hemos sido adoptados en su amorosa familia con todas las riquezas del reino de nuestro Padre-los dones y talentos, riqueza de amor, abundancia de bienestar, administración generosa de tesoros terrenos y todo lo demás que pertenece a nuestro Padre.

En el Credo, decimos que creemos en un solo Dios y que Él es el Padre de todos. Él es nuestro Padre desde el momento que nos creó en el vientre humano de nuestra madre. Fuimos hechos a su imagen. Él es el único verdadero (es decir, perfectamente amoroso) Padre que hemos tenido. Entonces - ¿por qué necesitamos un espíritu de adopción?

Cuando pecamos, rompemos la conexión espiritual entre nosotros y nuestro Creador. Es como el hijo rebelde que rechaza las enseñanzas de sus padres y adopta un estilo de vida opuesto. Él no puede romper el vínculo de nacimiento. No puede poner fin a su conexión sanguínea con sus padres, ni aun cuando se cambie de nombre. Sin embargo, la conexión espiritual familiar se ha roto. Cuando el hijo, por fin, se reconcilia con sus padres, el vínculo espiritual debe ser restaurado: la confianza se debe restablecer y los corazones necesitan ser sanados.

Cuando nos reconciliamos con Dios, ¿cómo podemos restablecer la confianza? Él sabe que volveremos a pecar. Aunque con sinceridad queremos ser buenos hijos, Él sabe que no puede confiar en que permanezcamos puros. Así que nos dio un espíritu de adopción. Es un regalo, debido al tremendo e incondicional amor de Padre por nosotros. Por este espíritu de adopción, no importa si no se puede confiar en nosotros. El Padre confía en su propio Espíritu Santo, y "el Espíritu da testimonio que somos hijos de Dios."

Nuestro Padre no guarda nuestros pecados pasados en contra nuestra. El no basa nuestro futuro con Él en la manera en que antes lo hemos tratado, ni en lo que somos capaces de hacer de nuevo. El pasado no tiene nada que ver con su aceptación de nosotros o su deseo de asociarse con nosotros en ministerio. Más bien, nuestro Padre basa todo en el espíritu de adopción.

¿Fuimos sinceros en querer reconciliarnos con Él? Eso es todo lo que importa.

Si nos mantenemos conectados con Él por medio del espíritu de adopción, como verdaderos hijos de nuestro Papito-Dios, trataremos a los demás con la misma misericordia. Como nuestro Papito-Dios, cuando sufrimos en una relación en donde el vínculo se ha roto y la confianza no ha sido restablecida todavía, si esa persona sinceramente se quiere reconciliar con nosotros, tenemos que poner nuestra confianza en el espíritu de adopción - no en la carne humana, sino en el propio Espíritu de Dios. Es la única manera en que podemos ser saludables y santos en nuestro trato con aquellos que nos han lastimado y que ahora tienen la esperanza de restablecer una buena relación con nosotros.

Si estás enfrentando una reconciliación difícil con alguien, usa mi libro digital "The Path to Healing in Difficult Relationships" (en inglés); descárgalo desde:
http://catholicdr.com/ebooks/relationships.htm.


Oración para hoy
Te pido Señor, la gracia de no perder nunca la guía de Tu Santo Espíritu. Haz que siempre valore la vida humana, preciosa y valiosa para Ti. Amén.


Reflexión de las Buenas Nuevas
Lunes de la 30ma. Semana del Tiempo Ordinario
Octubre 26, 2015

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/ © 2015 por Terry A. Modica

Lecturas de hoy

Romanos 8, 12-17
Sal 67, 2.4.6-7ab.20-21
Lucas 13, 10-17


www.usccb.org/bible/lecturas/102615.cfm