Experimentar la gloria de Dios

Benditos tus ojos que ven a Jesus aqui


¿Con qué frecuencia se revela la gloria del Señor a ti? ¿Si pudieras describir la gloria de Dios, cómo lo harías? La primera lectura de hoy es la visión que tuvo Ezequiel de esa gloria. Era compatible con su ardiente personalidad.

En la lectura del Evangelio, Jesús saca un conejo del sombrero, o sino, una moneda de un pez. ¡Qué manera tan gloriosa de pagar impuestos! Quizás podríamos hacer eso, también - pero primero tendríamos que estar tan activos en el ministerio como él lo estuvo y tan seguros en el deseo del Padre para suministrar lo que es necesitado para ese ministerio.

El Salmo Responsorial nos recuerda que el cielo y la tierra están llenos de la gloria de Dios. ¿Está llena tú vida de esta gloria? ¡Sí! ¿Pero la reconoces? Está a tú alrededor, porque la tierra verdaderamente está llena de su gloria. El salmista no dijo, "el Cielo y la tierra están llenos de la gloria de Dios excepto donde está Terry" (reemplaza mi nombre con el tuyo o con el nombre de alguien por el que has estado rezando).

¿Entonces, ya que esto es verdad, cómo se revela la gloria de Dios en tú vida?

Yo estoy convencida de que la obstrucción más grande que bloquea nuestra vista de la gloria de Dios es el querer satisfacernos materialmente. En la cultura donde yo vivo, tenemos todas las comodidades que deseamos y mucho más. ¿Por qué necesitamos milagros si podemos almacenar dinero en el banco (para pagar nuestros impuestos por supuesto), anulando la necesidad de ir de pesca? ¿Como podemos ver a Jesús diciéndonos donde echar las redes mientras estamos viendo nuestra pantalla de descubridor de peces?

Déjame contarte una historia verdadera acerca de esto. Un día, yo me lleve mi computadora laptop en un pequeño bote que teníamos. Mi esposo y yo habíamos comprado este bote después de descubrir que estar en el agua restauraba nuestra energía bastante rápido. Por muchos años, sirvió de mi "ermita" personal. Yo podía escribir mas reflexiones en un día en este barco que en dos semanas en la oficina. Sin embargo, los botes requieren mucho mantenimiento, y (haciendo la historia corta) no lo podíamos hacer. Después de entregar este problema a Dios, tres problemas se resolvieron por si solos - lo que no funcionaba comenzó a funcionar - ¡gloria a Dios!

No es pecado tener bienes materiales - algunos Santos fueron muy ricos - pero sólo si es utilizado para la gloria de Dios.

En cada Misa en todas las iglesias católicas, la gloria del Señor se revela en el altar, está allí delante de nosotros, cuando el pan y el vino llegan a ser - milagrosamente - el Cuerpo y la Sangre verdaderos de Cristo. Eso es una gran razón de celebrar. ¿Piensan los demás que estás celebrando? La gloria de Dios que brilla de ti evangeliza a la gente a tu alrededor.

Cuándo nuestra creencia en la gloria de Dios afecta nuestra vida cotidiana, nosotros experimentamos la alegría del Señor a pesar de nuestras pruebas y dificultades. Otros desearán lo que tenemos, y así la gloria crece.

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Lunes de la Décima Novena Semana del Tiempo Ordinario
13 de Agosto, 2012
victoria
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,
http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya aDerechos de autor
© 2012 por Terry A.

Lecturas del Día:
Ezequiel 1, 2-5.24-28c
Salmo 148:1-2, 11-14
Mateo 17:22-27

Reflexiones para el Alma Efesios 6, 11 - 13 Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo

Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.

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