¿A quien perteneces?



 
Le perteneces a Dios  

"El Señor nos hizo y somos suyos." Esta es la respuesta del salmista al amor de Dios en el salmo responsorial de hoy. San Pablo nos recuerda en la primera lectura, que solían estar muertos espiritualmente, siguiendo los caminos del diablo en su reino de desobediencia en vez de seguir a Cristo. Pero Dios, en su misericordia generosa, nos dibujó en el regalo de la vida que él proporcionó cuando Jesús murió por nuestros pecados. 
¿Qué hacemos con este regalo de la vida?
Pablo continúa diciendo que somos obra suya, creados en Cristo Jesús para hacer las buenas obras que él preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.¿Has descubierto lo que Dios ha preparado para que tú hagas? ¿Eres una inspiración divina, con propósito católico? (Este es el tema del documento del Concilio Vaticano II llama "El Decreto sobre el Apostolado de los Laicos", este es el tema de mis charlas en parroquias para el Año de la Fe: ver http://gnm.org/events/ topics.htm.)
Como pertenecemos a Aquel que nos hizo, todo lo que tenemos le pertenece a él también. Como señala Jesús en el pasaje evangélico de hoy, esto incluye cualquier riqueza que tenemos, ya sea pequeña o grande, financiera o de otro tipo. ¿Por qué almacenar las posesiones y el dinero o las habilidades y talentos para nuestro propio uso cuando Dios tiene un mayor uso de ella? ¿Qué tiene usted que Dios quiere que comparta con los demás? 
Dios no es un papá severo que nos obliga a compartir los juguetes con nuestras hermanas y hermanos. Más bien, Dios es la fuente de nuestra vida y de nuestro dinero y de todo lo que es bueno para nosotros. Él es la fuente de los alimentos que comemos, el techo sobre nuestras cabezas y los equipos que nos conectan con la Buena digital. Él tiene un propósito más grande por todo lo que ofrece, un propósito más allá de servir sólo a nosotros y nuestras familias.
Si usted está enfrentando el desempleo, pídale a Dios como Él quiere que usted use su talento e inteligencia. Si le falta la oportunidad de alcanzar un sueño que ha estado persiguiendo, piense bien que está dispuesto a dejar, y si saldría de su zona de confort para cambiarlo por algo que de alguna u otra manera nunca habría considerado.
Fuentes materiales para la solución a nuestros problemas son sólo ayudas temporales y no eternas. La ayuda de Dios está aquí, ahora y eternamente. ¿Cuánto s son los que realmente creen esto? He aquí una forma de medirlo. (¿Estás seguro de que quieres seguir leyendo esto?) ¿Cuánto dinero pones en la canasta de la colecta en la iglesia? 
Les puedo decir que la mayoría de los católicos no saben lo que significa pertenecer a Dios. Al parecer, la mayoría de los católicos piensan que Dios es la fuente de los salarios del personal de la iglesia, los pagos de electricidad, limpieza, alfombra y reparaciones de fontanería, etc. - sin mucha ayuda de nosotros. Al mismo tiempo, nos olvidamos de que Dios es también la fuente de nuestras propias finanzas.
Dios va a enviar un cheque grande del cielo a la mesa del sacerdote para cubrir las cuentas parroquiales con suficientes fondos para ayudar a los necesitados -, pero ¿cómo va a hacerlo, si no es por la ayuda de todos nosotros, sino compartimos lo que él nos ha dado?
Yo solía tener miedo al pensar que si daba un diezmo (10%) de nuestros ingresos de la familia, como la Escritura nos dice, acabaríamos con nuestra casa y nuestro coche adjudicados. (Para contarles la historia completa de cómo mi marido y yo vencimos el miedo, ver http://wordbytes.org/finances/tithing.htm.) Ahora, se pueden dar cuenta que el diezmo es el pensamiento del Antiguo Testamento. El pensamiento del Nuevo Testamento - el pensamiento cristiano - es ejemplificado por la comunidad de los creyentes en el libro de los Hechos: Nadie se atribuyó ninguna de sus posesiones como propios, sino que las compartían (lea Hechos 4:32-35).
¿Cómo es este tipo de generosidad posible? Nuestros temores cambian cuando aprendemos a confiar y también cuando meditamos sobre lo que significa pertenecer a Dios. 

Reflexiónes de las Buenas nuevas
Lunes de la vigesima novena semana del tiempo ordinario
22 de octubre 2012


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Módica
La Puerta de la fe
  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzará el 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013. En la fecha del 11 de octubre de 2012.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)
  

Lecturas de hoy
Efesios 2:1-10
Salmo 100:1 b-5
Lucas 12:13-21